El poke es propio de los beat’em ups, los juegos de lucha, y no es otra cosa que el típico empujoncito que se le da al oponente para que no se acerque más de la cuenta.
No inflige mucho daño, pero tampoco expone nuestras defensas en exceso, por lo que resulta de lo más útil para ganar tiempo y poder armar un buen ataque en un abrir y cerrar de ojos. Además, tampoco tiene por qué existir contacto físico directo. En los videojuegos de Dragon Ball, por ejemplo, puede realizarse también con ataques a distancia.