Desde los inicios de nuestra especie, el ser humano siempre ha estado dependiendo de algo. Primero, del fuego, necesario para sobrevivir al frío. Luego, de la imprenta, sin la cual no hubiéramos podido difundir tan rápidamente el conocimiento. Y ahora dependemos de la batería del móvil, sin la cual nos vemos obligados a tener que hablar con gente por la calle que no conocemos de nada.
Geolocalización + poca señal = desastre
A Heidi le hacía muy feliz eso de correr sola por el monte, y a ti también, pero cuando empieza a oscurecer la cosa ya no te hace ninguna gracia. Como buen urbanita, sacas tu móvil y usas Google Maps para volver por donde has venido, pero la señal escasea y tu batería, también.
Antes de que el problema se agrave, mejor prueba con estos trucos para mejorar la cobertura, ya que con mejor señal el móvil consume menos. Haznos caso, que como se te muera, ya te vemos siguiendo un avión en lugar de a la Estrella Polar.
¿Tengo correo ya? ¿Tengo correo ya?
Si algo han logrado los móviles es tenernos las 24 horas del día disponibles, pero tampoco pasará nada porque quien nos escriba tenga que esperarse un poquito. Y es que la actualización instantánea del correo actúa como un mosquito, chupando nuestra batería hasta dejarla seca.
¿Veríamos normal que un vecino estuviera dando vueltas todo el día al buzón a ver si le llega alguna carta? ¿Tiene sentido que tu correo te avise al instante si tienes mensajes nuevos en tus vacaciones o en fin de semana? Prueba a cambiar la configuración y que se revise cada 15 o 30 minutos, en función del uso que le des, y verás cómo la cosa mejora.
Di no al modo vibrador
Puede que sea un poco de vergüencita ajena que te suene el teléfono a todo trapo en la oficina, y eso sin contar con que tengas una canción de Camela o El Fary como tono de llamada. Por supuesto, entendemos perfectamente que prefieras el discreto pero efectivo modo vibrador.
Pero ojo, que esos espasmos telefónicos se comen tu batería como si fueran un grupo de Gremlins en un bufé libre. Piensa que el tono de una llamada tan solo tiene que vibrar lo justo y necesario para emitir sonido, mientras que el modo vibrador hace que tu teléfono se menee más que John Travolta un sábado por la noche. Tú decides qué es más importante, si pasar vergüenza o pasar sin móvil.
Las apps, de una en una por favor
Qué te agota más, ¿doblar calcetines o hacerlo mientras resuelves un sudoku? Pues a tu teléfono le pasa lo mismo. Eso de ser multitasking es muy bonito y queda muy bien en una entrevista de trabajo, pero todo tiene un precio. Ya sabemos que con los gigas infinitos de Yoigo puedes usar Tinder, Google Maps y YouTube al mismo tiempo, pero el precio a pagar es la batería de tu móvil.
Cada app que tengas funcionando en segundo plano usa parte de los ciclos de procesamiento de tu móvil, y ese sobreesfuerzo tiene que notarse por alguna parte. Si te espera un día largo y lejos de enchufes, mejor usa las apps de una en una.
Como ves, ya no tienes excusa para encadenar planes al aire libre como si fueran piezas de Lego por miedo a quedarte incomunicado. Aplícalos en tu día a día y deja de sufrir por la vida de tu batería.