Una, dos tres y hasta cuatro lentes; tropecientos megapíxeles; slow-motion, gran angular, teleobjetivo, niveles de apertura, sensores. El mundo de las cámaras móviles está rodeado de tropecientos anglicismos que tu madre no llegaría a entender en la vida. Pero, ¿y tú?
¿Alguna vez te has preguntado qué significan todos esos términos reflejados en la ficha técnica del modelo? Aunque no te mole la fotografía, deberías manejar un conocimiento mínimo para que no te la cuelen.
O al menos para saber qué estás comprando más allá de las cifras en megapíxeles y otros mensajes vacíos que en realidad no significan nada. Hace ya muchos años que estos números dejaron de ser un buen indicativo de la calidad de la cámara del móvil.
Por eso, puede que te pilles un teléfono con más de 50 MP y a la hora de la verdad te topes con que las fotografías no salen del todo enfocadas o que los colores son mejorables. Todo eso es terreno de los tipos de lente.
Está bien que flipes con los 108 megapíxeles de Samsung Galaxy S21 Ultra, o con los propios de los terminales más punteros de Xiaomi. Pero detrás de ese gran eslogan de publicidad hay un universo tecnológico superinteresante.
Y eso es precisamente lo que vamos a explorar en este artículo. ¿Cuántos tipos de lente hay para la cámara del móvil? Sigue leyendo si quieres convertirte en todo un friki de las cámaras del móvil. O si al menos no quieres que te la sigan dando con queso.
Gran angular
Tiende a ser la lente principal porque es la que permite abarcar mayor campo de visión (entre los 60 y 120 grados). Es ideal para hacer fotografías de paisajes, retratos o capturar situaciones con varias personas.
Como su profundidad es mayor que la de los teleobjetivos a pesar de mantener la misma apertura, este tipo de lentes suelen apostar por un enfoque fijo. Todo sea por ahorrar recursos y destinarlos a otras cuestiones más importantes.
Se dice que es gran angular cuando la distancia focal es menor a 35mm, y “ultra gran angular” cuando esa cifra se rebaja hasta los 24mm. Los profesionales juegan con este tipo de lentes para crear distorsiones intencionales y conseguir efectos muy llamativos en las fotografías.
Para venderlas, los fabricantes las equiparan con el ojo humano. Supuestamente un gran angular capta la misma cantidad de información que una persona mirando al frente.
Teleobjetivo
Es justo la antítesis del gran angular; una lente que permite ir más allá del zoom tradicional, y conseguir resultados casi microscópicos. Como comprenderás, esto se consigue renunciando a campo de visión. Cuanto más aumento hay, menos información se capta enfocando.
“Mientras que la mayoría de las cámaras de teléfonos inteligentes permiten hacer zoom al recortar la imagen y ampliar el resultado (zoom digital), los teléfonos inteligentes con lentes tele separadas lo logran de manera óptica”, explican desde la OCU.
“La segunda cámara tiene una distancia focal más larga o un sensor más pequeño, o a veces ambos”. ¿Hasta donde pueden llegar? Pues hay teleobjetivos para todos los gustos. Dependiendo de la calidad del móvil la cosa puede ir desde zoom 2X hasta zoom 5X.
A nivel general, por tanto, podemos encontrar tres tipos de aumento:
- Zoom óptico: aumento sin pérdida de calidad, pero con capacidades limitadas.
- Zoom digital: el aumento es mayor aunque implica pérdida de definición. No se da mediante lentes sino a través de un recorte que genera el efecto.
- Zoom híbrido: combinación e las dos anteriores. Es el tipo que mejores resultados ofrece por la coordinación de ambas tecnologías.
Lente macro
Se puede ir un poco más lejos. Si el tele nos permitía acercarnos en varias magnitudes, la lente macro nos deja sumergirnos casi en el mundo cuántico.
“Los macro son capaces de lograr un enfoque increíblemente definido de los detalles más minúsculos”, explica Nikon.
“Desde el bello en las patas de un insecto hasta el contenido de una gota de agua sobre una hoja verde, podrá capturar los detalles y colores de mundos diminutos, que parecen imperceptibles a simple vista”.
Este tipo de lentes pueden enfocar a distancias prácticamente inexistentes. Te puedes pegar a un objeto y preparar la fotografía como si estuvieras a varios metros de la figura. Obviamente, esto va a acompañado de una limitación de manejo.
Si te mueves un milímetro probablemente pierdas el enfoque. Por eso es preferible hacer este tipo de capturas con algún tipo de trípode o apoyándote en una superficie que no dependa de tu pulso.
Sensores de la cámara: el aderezo perfecto para conseguir las mejores fotos con el móvil
En el mundo de la fotografía con móvil no todo son lentes. Hay otro componente que se suele ignorar y que en muchas ocasiones tiene el peso definitivo para decidir si una cámara es buena o mala.
Aquí lo importante es el tamaño. Cuanto más grande sea más luz podrá capturar para disminuir el ruido, mejorar la calidad general de la imagen y perfilar la nitidez. Cuando decíamos que no te fijaras en los megapíxeles, nos referíamos a que miraras estos sensores.
Entre los más conocidos están los monocromo. “Los fabricantes afirman que pueden mejorar la calidad de la imagen combinando las imágenes de los dos sensores (filtro de color y monocromo)”, apunta la organización.
Estos sensores, además de capturar en blanco y negro, refuerzan el resultado del sensor principal aportando datos en forma de mapa de iluminación. Claro que, para que funcione el software tiene que ser capaz de procesar y minimizar el paralaje.
Hablamos del efecto que se da cuando dos lentes se encuentran en posiciones distintas. Superponer ambos enfoques implica tirar de algoritmos para cuadrar cálculos y conseguir resultados interesantes.
Dejando de lado el monocromo, también existen sensores ToF (Time of Flight), que realizan mapeos 3D de la superficie fotografiada mediante señales infrarrojas. Son ideales para capturas en 3D, Realidad Aumentada o para complementar el efecto bokeh.
Los sensores de profundidad, por su parte, no son tan espectaculares, pero refuerzan las calidades generales de todas las cámaras. Y si te encuentras con un sensor infrarrojo, no dudes en experimentar un poco con él. A ver quién se resiste a una imagen térmica.
Si has llegado hasta aquí eso significa que ya eres digno merecedor de un máster de fotografía en móvil. La próxima vez que veas un anuncio o que te compres un smartphone, vete directo a la ficha técnica para saber si su cámara es realmente buena o no.