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No, no solo los ordenadores y teléfonos móviles pueden ser atacados por malware. Una televisión inteligente también puede ser el target de ciberdelincuentes. Ahora bien, ¿cómo saber si mi Smart TV tiene un virus? Pues hay formas de comprobarlo. 😱
La primera señal de que tu Smart TV puede tener un virus es que no funciona con total normalidad. Aunque sea de forma sutil, tu televisión se enciende y se apaga sin control en algunos momentos.
De hecho, si detectas cualquier funcionamiento raro deberías anotar un motivo de alerta. Quizá pueda ser algún error puntual del sistema, pero si ocurre con frecuencia, sí podría tratarse de un malware o virus en tu televisor. En realidad, no es muy difícil darte cuenta si te pasan otras cositas como:
Cuando entres a la pantalla de inicio de tu Smart TV, comprueba que te aparezcan solo las apps que venían preinstaladas junto con las que tú has descargado en la tienda de aplicaciones.
También es posible que te aparezca algún tipo de aviso o notificación inusual en pantalla. Si empiezas a recibir publicidad o ver menús que antes no estaban, probablemente se trate de un virus.
Antes de creer que se trata de un malware, asegúrate de que funcionan otros elementos imprescindibles. ¿Está bien configurado el Wi-Fi? ¿Has conectado el cable Ethernet correctamente? ¿Actualizaste el software? ¡Chequea todo!
Recuerda que el cable Ethernet hará que tu conexión a Internet sea más rápida. Por otro lado, reinicia el router si lo necesitas y mejora tu señal Wi-Fi en casa. A veces, puede hacer que la tele vaya más lenta. Por supuesto, actualizar el software es imprescindible. De lo contrario, tu televisor empezará a dar fallos.
También puede que la calidad de imagen y audio de tu tele se haya visto afectada de repente. Antes que nada, comprueba si puedes mejorar la configuración de la Smart TV, dentro de Ajustes. Aquí tienes un ejemplo que te puede ser muy útil para sacar el máximo rendimiento a tu televisión:
Si has llegado a la conclusión de que tu Smart TV tiene un virus, te explicamos qué hacer para eliminarlo de forma rápida. Aunque tengas que volver a configurar todo, lo más efectivo es formatear por completo el sistema. Así te asegurarás de que el malware desaparece.
Al restablecer los datos de fábrica, se borrarán todas las carpetas y archivos almacenados. De esta manera, después podrás utilizar de nuevo tu televisor sin problemas. ¡Quedará como nuevo! 🤩
Eso sí, para no arriesgarte y perder información importante, haz una copia de seguridad. De hecho, lo más recomendable es que aquello que no quieras perder ya lo tuvieras guardado en tu móvil o en el ordenador.
También, lo mejor es que cambies todas tus contraseñas (cuenta de Netflix compartida o individual, redes sociales, correo...) y te asegures de que nadie acceda sin tu permiso.
Si ves algún movimiento sospechoso en tu cuenta corriente, no dudes en contactar de inmediato con tu banco. Recuerda que lo mejor es activar siempre la verificación por SMS para hacer operaciones bancarias. También tienes la autenticación en dos pasos para acceder a ciertas aplicaciones.
Por último, aquí te van algunos consejitos que valen oro para evitar que tu Smart TV se llene de virus:
Igual que en el móvil o el ordenador, también puedes instalar un antivirus en tu Smart TV. De esta forma, protegerás tu dispositivo de todo tipo de malware. ¡Más vale prevenir! Te recomendamos ESET Smart TV Security, disponible en iOS y Android, para proteger tu televisión.
ESET Smart TV Security
Está claro que descargar apps de terceros que no conozcas nunca es una buena idea. Por ello, te recomendamos bajar solo aplicaciones que estén verificadas por Google y que cuenten con todas las garantías de seguridad. Si dudas sobre la procedencia de una app, no te la descargues.
Controlar a qué permisos tienen acceso algunas aplicaciones también es la clave. En ese sentido, la privacidad que ofrecen ciertas apps no siempre es la mejor. Te recomendamos bloquear funciones en tu televisión que no son imprescindibles, como la cámara o el micrófono.
No siempre es necesario que des tus datos personales. De hecho, es mejor que todo lo que tengas que gestionar lo hagas primero con tu móvil. Así podrás verificar antes si se trata de una página web fiable.
En principio, las únicas contraseñas que te harán falta en tu Smart TV son la de Netflix, tu correo electrónico y poco más. Responder mensajes desde la tele no es lo más cómodo del mundo, así que hazlo mejor con tu ordenador o móvil.
Lo mismo ocurre con la navegación web desde el televisor. No solo es bastante incómodo, sino que la información es más difícil de manejar y podrías acceder a alguna página peligrosa.
¡Y ya estaría! ¿Ves que no es nada complicado? Aplica todos estos trucos para mantener en perfecto estado tu televisión y evitar que los virus arruinen tu dispositivo. 😉
