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Son las algo de la tarde en algún lugar del mundo y en la sala del juzgado se escucha una notificación de Skype. El novio ya está conectado, desde otro lugar donde, quizá, es la primera hora de la mañana. La novia, como es tradición, tardará un poco más en llegar, conectándose desde un tercer país. Es una videoconferencia como cualquier otra, salvo por el hecho de que es una boda. Dos de los participantes del videochat van a casarse por Internet y algunos de sus familiares y amigos también asisten remotamente al enlace.
Si es "sí quiero" pulse aceptar y si no, haga clic en "más información". No se trata de aceptar o no las cookies de navegación. Se trata de casarse por Internet, el último grito del lifestyle más millenial con el que podrás poner broche de oro a tu relación a distancia, evitar amigos gorrones y ponerte a salvo de esa mejor amiga que amenaza con presentarse en tu boda vestida ella de blanco pero sacrificando, por otra parte, la oportunidad de ver a vuestras cuatro abuelas bailando trap.
Así es, en esta ocasión vamos a hablarte de las bodas virtuales. Y es que todo parece indicar que será cada vez más popular la frase “ya puedes clicar a la novia”, aunque parezca sacada de películas futuristas. Por otro lado, si lo piensas, lo de casarse por Internet es hasta normal: ya nos hemos acostumbrado a hacer todo online -sí, también existen los divorcios online- entonces, ¿por qué no atreverse a algo más?
Ahora mismo te estarás preguntando cómo son las bodas virtuales. Párate a pensar un momento, a calcular cuántas horas de tu día a día pasas en Internet. Se ha convertido en una herramienta fundamental, sin la cual ya no sabemos vivir; para muchos su vida virtual es más importante que cualquier cosa que pasa offline.
De hecho, seguro que si haces un poco de memoria recordarás que en la última boda a la que fuiste todo el mundo hacía fotos y las subía, los novios tenían un hashtag exclusivo para la ceremonia, había un fotomatón que se activaba iniciando sesión en tu Facebook y otras virguerías similares, así que, ¿por qué iba a ser raro que la gente quiera casarse por Internet?
Cuando algo tan innovador salta a la palestra es muy complicado conocer la causa. De hecho, lo más probable es que no haya una, sino muchas causas. Es fácil pensar que las personas queremos casarnos por Internet debido al boom de las redes sociales y a nuestra costumbre de compartirlo todo. Pero, ¡alto! ¿Acaso es verdad que queremos casarnos por Internet?
Puede que muchas personas encuentren en una boda virtual la solución para dar un siguiente paso en una relación a distancia. O puede ser que los novios sí que estén en el mismo sitio y lo que realmente convierte esa ceremonia en una boda por Internet es la presencia de los invitados. No obstante, un matrimonio por Internet no parece ser ahora mismo una primera opción de boda de tus sueños, sino una forma de gestionar obstáculos que impedirían la celebración de una boda tradicional.
Otra variable a considerar es la normalización del amor en Internet: cada vez son más las personas que se conocen por Internet a través de aplicaciones para ligar como Tinder, Meetic, eDarling y, claro, si se han conocido en las redes, ¿por qué no culminar ese amor con un enlace online? Gracias a Internet esas personas, aun viviendo a miles de kilómetros de distancia —o incluso en extremos opuestos del mundo— pueden disfrutar de su amor compartiéndolo todo y con la misma intensidad que una pareja convencional.
También existe otra pieza clave por la que muchos se deciden esta nueva vía de casarse: la originalidad. Y es que no nos puedes negar que casarse por internet es una nueva y divertida forma de llevar a cabo algo tan tradicional como es el matrimonio, una nueva manera de compartir una vida juntos.
Cada vez son más los testimonios de wedding planners capaces de predecir el fracaso de un matrimonio en función de los quebraderos de cabeza que ocasionan los preparativos de la boda.
También conocimos, no hace mucho, un estudio según el cual el coste del anillo de pedida y del convite de boda eran inversamente proporcionales a la solidez de la unión. Mal augurio donde los haya, la idea de tirar la casa por la ventana al casarse está perdiendo fuerza, y el triunfo de la intimidad en lo ritual se impone cada vez más.
Casarse por Internet ciertamente evita algunos roces propios de los bodorrios a todo trapo: sin invitados por compromiso, sin competiciones de qué familia se deja más dinero en regalos, sin rivalidades entre cuñadas vestidas del mismo color, la boda online podría entronizarse como la boda pacificadora por excelencia.
Porque no es lo mismo organizar una celebración presencial para diez personas donde el resto asista en remoto, que para doscientas. La ansiedad de esa logística, en algún caso incluso ha conseguido que se rompa el amor de tanto usarlo.
Ahora bien: ¿casarse por Internet tiene la misma validez legal que casarse en España o en cualquier otro país pero de forma tradicional? No hace mucho, la duda más frecuente para parejas creativas tenía que ver con la validez legal de casarse en Las Vegas, algo perfectamente viable completando algunos trámites entre tu comunidad autónoma y el Estado de Nevada. Ahora, cómo de legal es el matrimonio por Internet es una de las cuestiones más populares entre los interesados.
Muchos sitios web ofrecen celebrar una boda por Internet imitando con todo detalle los elementos de una ceremonia clásica, sin omitir ningún paso, para que los novios no echen de menos nada del evento tradicional. No obstante, estos enlaces son ofertados y ejercidos de manera prácticamente inmediata, sin tener que realizar ningún trámite ni tener que pasar por el registro civil.
Por ello, por esa rapidez y omisión de papeleo, estas bodas virtuales son actos puramente simbólicos que no significan nada a efectos legales. Son demostraciones de amor entre la pareja, pero las leyes de muchos países no lo aceptan como un matrimonio real, por lo menos de momento.
Como en toda norma, cuando se trata de la validez legal de casarse por Internet también hay excepciones. Este es el caso que sucedió en 2008 de una pareja brasileña cuya novia vivía en Francia y el novio en China y se casaron de manera online consiguiendo un matrimonio legal por Internet.
La boda sucedió en un juzgado de Sao Paulo conectando tres ordenadores: uno para ella, otro para él y el tercero para los padres de él. A través de la plataforma Skype se produjo la boda por Internet en la que intervinieron varios oficiales que dieron validez a este matrimonio virtual gracias a su firma.
En algunos países latinoamericanos como Colombia, Argentina o México, así como en los estados norteamericanos de Texas, Colorado, Kansas y California, es 100 % legal esta forma de enlace, pero claro: no vale con que cualquier sitio web os dé por casados, sino que hay una mediación de la autoridad legal que legitima la unión.
Con la necesidad de quedarnos en casa o salir lo justo durante más de un trimestre de 2020, se han sentado precedentes para casarse legalmente por Internet, no solo en la coyuntura actual, sino como una práctica que puede convertirse en legal en breve, mediante jurisprudencia o reformas del código civil.
En España no es del todo posible gestionar una boda virtual con validez legal pero sí que es posible avanzar con el papeleo para casarse ante notario; es decir, que se facilita el trámite pero no se pasa por alto.
A través, por ejemplo, de la página web Bodayaa puedes contratar a un gestor que se encargue de asesorarte, elaborar todos los documentos necesarios que serán encargados a un abogado y pactar una cita previa en una notaria para sellar el enlace. No es una boda online 100% pero será legítima, puesto que será un notario quien dé el visto bueno reservando el día para que se lleve a cabo el enlace. Esto es una novedad ya que hasta hace poco las bodas no podían ser aprobadas por un notario y, mucho menos, gestionadas con tanta facilidad.
Por suerte hay un punto medio en el caso de las bodas por Internet: que los novios estén físicamente en el mismo lugar y la ceremonia cumpla con los trámites necesarios para que sea un matrimonio legal, pero que los invitados o una parte de ellos sí que estén asistiendo a la boda por Internet.
Esta solución es genial para aquellas parejas que hayan estado de Erasmus o aquellas de nacionalidad mixta, donde uno de los contrayentes no puede contar con todos los invitados en el lugar de la celebración.
Una vez decidido si quieres una boda online simbólica o, por lo contrario, quieres casarte con validez legal pero incorporando algunos invitados a través de Internet, puedes ponerte manos a la obra en la organización del enlace.
Si lo que quieres es casarte por Internet aunque sin validez legal, pero no te ves muy fuerte para hacerlo tú todo desde cero, no te preocupes: existen muchas webs que realizan estas ceremonias de manera rápida y sencilla, poniendo en marcha un evento inmediato tan cargado de amor y personalizado como quiera la pareja. Lo es a tal punto que puedes elegir la vestimenta de la boda, el lugar de la ceremonia, etc...
Se escogen los nombres de los contrayentes y posteriormente la lista se publica en la web haciéndola pública para los amigos y familiares. Por si esto fuera poco, también tienes la posibilidad de descargarte un libro en PDF en el que se recogen todos los detalles como un álbum de tu boda virtual para que quede siempre en la memoria de la feliz pareja.
Si has decidido tener una boda tradicional invitando a personas que están lejos, puedes optar por retransmitir la ceremonia en streaming. Estas novedades online están en auge y cada vez se hacen más populares. Tanto es así que la empresa Ikea creó una campaña llamada Bodas Ikea en la que retransmitía ceremonias a través de una webcam.
De esta manera, daba la oportunidad de que los familiares y amigos se conectasen vía online para celebrar, junto con los novios, una ceremonia de seis horas de duración. Solo se necesitaba que los novios, los padrinos y la persona oficiante estuviesen en un mismo sitio. Posteriormente, se enviaban invitaciones de boda online para que personas de cualquier parte del mundo pudiesen presenciar el evento.
Los millenials han revolucionado todos los aspectos de la vida con su pasión por el Internet. Ahora casarse es mucho más fácil. Y tú, ¿a qué esperas para unir tu vida con la de otra persona?
