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El divorcio online está en auge. La modernización de la legislación española, su adaptación a Internet y a las nuevas tecnologías ha permitido divorciarse por Internet.
Esta modalidad es la más simple y rápida que tenemos en el ordenamiento jurídico español, ya que permite separarse de manera rápida sin necesidad de alegar nada por ninguna de las dos partes, los únicos requisitos son estar los dos cónyuges de acuerdo y llevar al menos tres meses casados.
Como hemos comentado, para poder arrancar el divorcio por internet las dos partes tienen que estar de acuerdo en separarse, llevar más de tres meses casados y tener ganas de solucionarlo rápidamente para evitar juicios más largos y costosos.
El proceso suele ser común en todos los casos, solo tenéis que elegir el bufete de abogados que os lo tiene que gestionar.
En todos los casos es necesario que presentes una serie de documentos para que se procese el divorcio express, estos documentos tienes que llevarlos al despacho del procurador para que los adjunte al convenio regulador.
Como todas las cosas, el divorcio online express tiene unas ventajas frente al divorcio presencial, que es el de toda la vida, así como algunas desventajas.
Como hemos comentado, el hacer un divorcio por la vía tradicional es mucho más caro que hacerlo mediante internet. Un divorcio clásico suele costar más de 1000 euros, a diferencia de un divorcio express, que varía según el abogado al que acudamos, pero suele estar rondando los 200 euros por cónyuge.
Estos 400 euros en total que tenéis que pagar incluyen los asesoramientos jurídicos, el IVA, los honorarios del abogado y del procurador, la elaboración de la demanda de divorcio, la elaboración del convenio regulador, la presentación de la demanda en los juzgados, el seguimiento del proceso y la inscripción en el Registro Civil.
El dinero se suele pagar el día que se acude al despacho del procurador para aportar toda la documentación y firmar el convenio regulador.
Este importe no contempla gastos extrajudiciales que se pudieran producir, nuevas escrituras a redactar, inscripciones en el Registro de la Propiedad, las tasas correspondientes y otros gastos por cambios de titularidad que no son habituales.
Si estás pensando en pedir un certificado de divorcio online para justificar que estás divorciado, tienes que saber que este documento como tal no existe. Lo que tienes que pedir es un certificado de matrimonio, que te lo expide el Registro Civil, y en el margen aparece recogido la disolución del matrimonio.
Para solicitar este certificado de matrimonio tienes que ir al registro o puedes pedirlo de manera digital por diversos medios, mediante un formulario online dirigido al Registro Civil o al juzgado de paz donde se inscribió en su día el matrimonio.
Puedes encontrarte en la situación que en el certificado de matrimonio no aparezca recogido la disolución del mismo.
Esto se debe a que el juzgado de primera instancia que emitió la sentencia de divorcio no la comunicó al Registro Civil pertinente, por lo que tendrás que ponerte en contacto con el juzgado para que de oficio envíe la sentencia de divorcio al Registro Civil donde aparece inscrito tu matrimonio.
Cuando te divorcias tienes que establecer diferentes acuerdos para solucionar las cosas que tenéis en común. Son pocos los casos en que no hay bienes o hijos de la pareja, y solo hay que firmar la disolución del matrimonio para empezar una nueva vida.
El convenio regulador debe establecer cómo se van a gestionar a partir de ahora las cosas que tenían en común el matrimonio. De este modo se regulan:
Todos estos acuerdos los tiene que ratificar el juez, que se puede oponer cuando observe un serio perjuicio para los hijos o para uno de los cónyuges.
Cuando se aprueben visitas para los abuelos, el juez debe escuchar la opinión de estos para su aprobación. Si el juez se opone a los acuerdos del convenio tiene que ser mediante una resolución motivada, que dará lugar a la presentación de un nuevo convenio.
Los convenios reguladores, una vez que han sido aprobados por el juez, se pueden aplicar por la vía de apremio si así lo solicitamos.
Los acuerdos aprobados por el juez y por las partes se pueden modificar mediante resolución judicial o sustituir por un nuevo convenio, cuando las circunstancias hayan cambiado considerablemente.
Esta pensión hace referencia a bastantes más conceptos que los alimentos de los hijos. Cuando te divorcias y tienes hijos en común hay que seguir garantizando que su vida se va a ver afectada lo mínimo posible, por eso hay que establecer un régimen económico para asegurarla.
Entre los gastos familiares que pueden dar lugar a una pensión tienes todo lo necesario para alimentar a tus hijos, para vestirlos, para educarlos, para que tengan un lugar donde vivir, para que reciban asistencia médica, para que se formen de cara al futuro, etc.
Todo ello, en principio, mientras dure la minoría de edad de los hijos y los años siguientes a que tengan la mayoría de edad, mientras los estudios no los hayan acabado por causas imputables a ellos.
Para decidir la cantidad que tenéis que aportar cada una de las partes, se va a tener en cuenta la capacidad económica de cada uno de los cónyuges, ya que el reparto se basa en la proporcionalidad del patrimonio de quien paga la pensión y de quien la recibe.
Si las circunstancias económicas de las partes cambian con el tiempo, puedes solicitar que se modifique la cantidad de la pensión.
Cuando estás obligado a pagar una pensión a tus hijos o a tu expareja, el incumplimiento de este pago durante dos meses seguidos o durante cuatro meses de manera alterna, puede dar lugar a responsabilidades penales, de acuerdo con el Código Penal.
Esta responsabilidad penal afecta a cualquier tipo de prestación que se hubiese decretado en un convenio regulador, o mediante sentencia judicial en un proceso de divorcio, separación o nulidad matrimonial.
Cuando aparece un gasto extraordinario de tus hijos, este lo debéis asumir los dos padres por igual, ya que los dos tenéis la potestad de los hijos menores.
Los gastos extraordinarios son todo aquello indefinido que no habíais recogido en el convenio regulador, por lo que tenéis que llegar a un acuerdo en cuanto a realizarlo, salvo que se trate de algo necesario y urgente.
Estos gastos extraordinarios también tienen que estar en consonancia con la capacidad económica de los padres.
Cuando te separas o te divorcias, y este hecho produce un desequilibrio económico importante en alguna de las partes respecto a cuando se encontraba casada, este cónyuge tiene derecho a una pensión compensatoria, que puede ser por un tiempo determinado, en una prestación única o de carácter indefinida. Esta pensión tiene que ser fijada en el convenio regulador o en una sentencia judicial.
Lo mejor es que las dos partes establezcáis esta pensión, pero si no llegáis a un acuerdo, el juez la dictaminará teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
La resolución judicial del divorcio tiene que establecer el importe de la pensión compensatoria, así como la forma de actualizarse, que normalmente es el IPC.
También puedes fijar los mecanismos para garantizar su cobro. En el caso de las separaciones anteriores a los divorcios, hay que solicitar la prestación, ya que si no se hace se pierde el derecho a pedirlas cuando se llega al divorcio.
Se puede pedir un cambio en la cuantía de la pensión si cambia la situación económica de cualquiera de las partes. También se puede convertir esa pensión en una renta vitalicia, un usufructo de bienes o cambiarse por una única entrega de bienes o dinero.
Este derecho a la pensión desaparece si cambia la situación económica que lo ha producido, si el beneficiario se vuelve a casar o si se encuentra viviendo en situación marital.
Un aspecto importante que afecta al divorcio y a los acuerdos que puedes llegar para disolver el matrimonio es la posibilidad de que hubieses firmado capitulaciones matrimoniales.
Estas capitulaciones son acuerdos entre las dos partes que se firman antes de casarse o después de hacerlo. En este caso, puedes establecer que tengan vigencia retroactiva, es decir, al momento del matrimonio. Estos acuerdos no pueden perjudicar los derechos de terceros.
Si el matrimonio no se celebra, las capitulaciones matrimoniales que tengáis firmadas no tienen validez. Cuando un juzgado declara nulo un matrimonio, también deja sin efecto los contratos matrimoniales firmados. Los cónyuges tienen que ser mayores de edad y tener capacidad de obrar para obligarse mediante capitulaciones matrimoniales.
Los contratos matrimoniales tienen que hacerse mediante escritura pública y si se modifican también. Estas capitulaciones establecen el régimen económico de tu matrimonio, así como diversos aspectos del mismo.
No tienes que hacer capitulaciones matrimoniales antes de casarte porque se aplica el régimen general de gananciales, excepto los territorios que tienen establecido un régimen económico propio, como son las comunidades autónomas de Euskadi, Cataluña, Aragón, Baleares y Navarra.
Uno de los factores que más debes tener en cuenta cuando te divorcias es la patria potestad de los hijos. La ejercen los padres sobre los menores no emancipados, teniendo en cuenta su personalidad y respetándolos física y psicológicamente.
Los deberes que tienes sobre ellos son cuidarlos, alimentarlos, educarlos garantizándoles una formación lo mejor posible que les asegure su futuro, además de administrar sus bienes y propiedades. Cuando el menor tiene la suficiente capacidad para opinar, tienes la obligación de escucharle.
Tus hijos también tienen obligaciones, como son el respetarte y ayudarte en todo lo posible, así como participar en el pago de las cargas familiares de acuerdo a su capacidad económica, mientras vivan en tu casa.
La patria potestad la suelen tener los dos padres y la ejercen en conjunto. Puede darse el caso de que recaiga sobre uno solo, debido a que el otro progenitor se encuentre ausente, incapacitado o no tenga posibilidad de ejercerla.
De acuerdo con la ley, la patria potestad recae sobre el progenitor con el que convive el hijo cuando los padres están separados.
El juez puede recibir la petición de que la patria potestad sea compartida entre los dos padres, si esto supone un beneficio para el hijo. En la actualidad, esta es la situación más habitual. También puede el juez distribuir las obligaciones y funciones de los padres respecto al hijo.
Cuando los padres no se ponen de acuerdo sobre quién recae la patria potestad del menor, será el juez el que decida con quién convive el hijo teniendo en cuenta lo más beneficioso para este.
El juez debe escuchar las opiniones de los menores cuando tengan suficiente capacidad y, en todo caso, cuando los niños son mayores de 12 años.
Los progenitores que no conviven con el niño tienen derecho a verlo y a relacionarse con él, sin que se pueda negar esto, excepto por causas justificadas. Por otro lado, los abuelos, tíos y otros parientes cercanos de los niños también tienen derecho a visitarlos.
Hay algunos casos concretos en los que la patria potestad del menor no emancipado no es ejercida por los padres:
Los bienes de tus hijos los tienes que cuidar y gestionar como los tuyos, siguiendo los principios generales de todo administrador y los particulares que establece la Ley Hipotecaria. No todos los bienes de los hijos están sujetos a la administración por parte de los padres.
Cuando alguno de los padres que ejerce la patria potestad incumple los deberes que tiene asociados, o así se establece mediante una resolución judicial, puede perder la patria potestad de manera total o parcial.
Esta la puede recuperar cuando desaparece la causa que provocó la pérdida, si así lo determina un juez porque es beneficioso para el hijo. Cuando los hijos son declarados incapacitados por un tribunal, la patria potestad se prorroga de manera automática al cumplir la mayoría de edad.
El divorcio online ha llegado a la sociedad actual de la mano de las nuevas tecnologías. Ahora es posible hacerlo de manera rápida y sencilla. ¿Te has divorciado alguna vez? ¿Piensas que necesitas un abogado tradicional o puedes llegar a un acuerdo con tu pareja por ti solo?
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