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Los primeros en navegar por Internet ya peinan canas. Por eso es normal oír hablar de servicios, aplicaciones, herramientas y hasta webs que ya no existen a frikis casi cuarentones y nostálgicos. Justo en ese saco está AOL Mail.
¿Qué narices son estas siglas? Si echamos un vistazo a los servicios de mensajería más utilizados durante el pasado 2021 no las veremos por ningún sitio. Los reyes siguen siendo Apple, Google y Microsoft; como en casi todo lo que tiene que ver con Internet.
Aun así, AOL sigue vivita y coleando. Esto lo decimos porque la compañía que está detrás se ha tirado los últimos 30 años subida a una montaña rusa, con éxitos y fracasos y con compraventas de todo tipo. ¿Sigue operativa? Así es, ahí sobrevive.
Para no venderte la moto ni invitarte a tomar un paso arriesgado, en este artículo te contamos todo lo que se sabe y lo que sabemos sobre AOL Mail. ¿Merece la pena? ¿Perdería todos mis datos si abandono el todo en uno de Google?
Mucho cuidado porque AOL y AOL Mail no son la misma cosa. Las siglas hacen referencia a American Online, una de las empresas de servicios de Internet más importantes en la década de los 90. AOL Mail es, por otra parte, su servicio email propio.
AOL echó a andar en 1982 como Control Video Corporation (CVC). Aunque no lo creas en un inicio su negocio estaba centrado solo en el mercado de las videoconsolas. Sí, su único producto era Gameline para la famosa Atari 2600.
Hablamos de un módem que costaba unos 50 dólares, con el que los usuarios podían acceder a Internet con su consola. Junto a eso cada jugador abonaba 15 dólares al mes como suscripción por título. Esto, siempre, conectado a la línea de teléfono.
En el 83 cae en bancarrota y tras una reordenación se cambia el nombre a Quantum Computer Services. La nueva estrategia orbitaba en torno a Quantum Link (Q-Link), una especie de mega-BBS para las emblemáticas Comodores 64 y 128.
La cosa marchaba bien, con accesorios para otros equipos y demás, y en el 89 se vuelven a cambiar el nombre por ya el de America Online. En ese momento se dedicaba a vender títulos clásicos no incluidos en PlayNet y otros servicios online relacionados.
La marca se fue diversificando hasta convertirse en un proveedor de Internet. En el 91 se integra en DOS y Microsoft Windows para competir con Prodigy, Compuserve y GEnie. ¿De qué iba la vaina? Pagabas una suscripción y tenías acceso a Internet y a otros productos.
Hasta aquí todo bien. El problema es que a finales de la década la competencia se multiplicó. Google y compañía terminaron canibalizando ventas y hundiendo al que antaño fue un gigante de la red. ¡Llegó a tener 30 millones de usuarios!
Vale que en 2005 lazarían el famoso portal TMZ, pero la cosa estaba ya perdida. En 2001 se había unido a Time Warner, pero pocos años después ya estaba siendo vendida al mejor postor. Ya en 2015 Verizon se hizo con AOL, dedicada en ese momento a temas menos visibles.
En la actualidad sigue dando caña pero en materia de publicidad digital, marketing, generación de contenido y otros productos relacionados para medios de comunicación. Tiene su propia web de noticias y sí, un servicio de correo llamado AOL Mail.
AOL Mail es hoy una alternativa como otra cualquiera a Gmail; un servicio de mensajería con el que se puede trabajar tanto en entornos domésticos como laborales sin carencias de servicios o fallas de seguridad/privacidad.
Sus características más destacas radican en la creación de dominios propios para perfiles de empresa. Pero ojo, porque también tiene cosas interesantes si lo quieres adoptar como email personal. Destaca, entre otras cosas, por:
AOL Mail ha tenido sus más y sus menos en términos de fiabilidad, pero como casi todos los servicios de mensajería. Si reniegas de ella es solo porque no la conoces, pero no por debilidades en el servicio o funcionamientos pochos.
Lógicamente, lo primero que tienes que hacer es entrar en el servicio. Esto lo puedes hacer tanto desde el ordenador en su página web como desde la app para Android y iPhone. No hace falta que te digamos que en ambos casos es 100% gratis.
AOL - News, Mail & Video
Ya te advertimos de que resulta mucho más sencillo suscribirse en la versión web que en la aplicación. Puedes empezar por ella y luego ya dar el salto el móvil, o como quieras. El tema es que llegarás a la clásica página de logueo. Selecciona "Crear cuenta".
En este punto tendrás que introducir tus datos personales. Pero vamos, lo de siempre: nombre, apellidos, número de teléfono (por el tema de la recuperación), dirección, contraseña y esas cosas. Completa todos los pasos y continúa.
Te enviarán un código a tu número para verificar que eres realmente tú quién se está creando la cuenta. Introduce la clave de 5 dígitos y prosigue. AOL Mail te dará la bienvenida y ya podrás empezar a utilizar el servicio con la dirección que asignaste.
Utilizar AOL Mail no tiene mucho misterio. En la derecha encontrarás todas las secciones, carpetas y opciones clásicas de cualquier servicio email. La interfaz es bien sencilla y navegable (puntito a favor).
¿Nos convence o no nos convence? Nosotros preferimos Gmail porque ofrece una mayor sincronización entre los servicios que empleamos en Android. Resulta mucho más cómodo tenerlo todo en el mismo sitio.
Y para empresas consideramos que Outlook ofrece un producto mucho más completo y satisfactorio. AOL Mail no es mala opción, eso sí; todo es cuestión de valorar qué necesitas y, de probar, siempre de probar.
