Nunca jamás en la historia de la humanidad ha viajado tanta gente al mismo tiempo y eso tiene sus consecuencias. Por ejemplo, que incluso en la montaña más perdida del Nepal puedas encontrarte a tu vecino.
Por eso, los destinos realmente inexplorados van muy buscados ¿Y qué hay más inexplorado que la mismísima Luna? Si algo ha demostrado Elon Musk es que le apasionan los challenge surrealistas, tan solo necesitaba a un tipo que pidiese lo que él estaba dispuesto a ofrecer.
La excentricidad los cría, y ellos se juntan
Y, como si fuera la cita perfecta de First Dates, apareció en la vida de Elon Musk un japonés multimillonario llamado Yusaku Maezawa, fundador de Zozotown, algo así como el Amazon de Japón y coleccionista de arte.
Musk lo encandiló con su plan de turistear por la Luna y Maezawa dio el sí quiero poniendo un buen fajo de billetes sobre la mesa. Y es que, según las propias palabras de Musk, el japonés ha pagado “mucho dinero” para que este proyecto sea una realidad. Y para un tipo como Musk, “mucho dinero” es un señor pastizal.
Los detalles de la aventura
Conviene salir de casa con las necesidades básicas cubiertas porque el viaje se antoja largo. Concretamente, la nave recorrerá unos 384.000 kilómetros hasta llegar a la Luna y la travesía durará aproximadamente una semana. Más o menos como un crucero por Noruega, pero cambiando fiordos por meteoritos.
La empresa de transporte aeroespacial de Elon Musk, SpaceX, responsable de desarrollar dos cohetes espaciales como el Falcon 1, el Falcon 9 (mejor no preguntar qué ha pasado con los otros 7) e incluso una nave con éxito, ya está trabajando en el viaje, que está programada para 2023.
Más que un viaje, un proyecto artístico
Pero el bueno de Maezawa, además de estar podrido de dinero, también tiene su parte artística y no va a subir a la Luna para hacerse cuatro fotitos en Instagram y poder fardar ante altos ejecutivos.
Lo que quiere Maezawa es que el viaje sea algo así como un brainstorming muy espacial. Por eso, ha decidido ir a la Luna con entre seis y ocho artistas de diferentes campos, como directores de cine, pintores, músicos o arquitectos. Maezawa todavía no ha decidido quiénes serán los afortunados.
Si te dedicas a una de estas áreas, todavía estás a tiempo de irte a Japón y cantarle el Fly me to the Moon de Frank Sinatra. Ahora bien, como la cosa te funcione y seas uno de los seleccionados, al menos mándanos una postal. Y recuerda que si en el viaje la señal wifi no te da para jugar al Fortnite, mira aquí si os llega la fibra de Yoigo.
El viaje-proyecto, titulado como #DearMoon, está pensado para inspirar a esos artistas, ya que Maezara se pregunta qué verán ellos, qué sentirán y qué crearán tras ver lo que nunca nadie ha visto antes. “¿Qué hubiera pasado si Picasso hubiera ido a la Luna? ¿O Andy Warhol o Michael Jackson?” ¿En lugar de cuadros con latas Campbell tendríamos comida espacial? ¿Cómo hubiera sido el moonwalk bailando sobre la misma Luna?
En definitiva, estamos ante el primer viaje espacial cuyo objetivo es explorar no lo que hay fuera, sino lo que se nos remueve por dentro al verlo. Un viaje por trabajo que será puro placer.