Ay, el mundo de la impresión 3D, tan fascinante y aterrador al mismo tiempo. Por una parte, la posibilidad de crear lo que queramos gracias a una máquina que podemos tener en casa nos hace sentir tan poderosos como a los investigadores de Silicon Valley. Pero, por otra, nos provoca un miedo irracional solo de pensar en todos los conocimientos técnicos que necesitamos para hacerla funcionar. No te asustes, que no hace falta ser Jimmy Neutrón para usar una impresora 3D y un ejemplo de ello es la BQ Witbox Go!
El fabricante español BQ ha diseñado este modelo sencillo y accesible. Es ideal para los iniciados y también para los que quieren perderle el miedo y cogerle el truquillo a eso de imprimir en tres dimensiones. Nosotros hemos probado la BQ Witbox Go! durante unos días y estas han sido nuestras impresiones, nunca mejor dicho.
Más intuitiva que jugar al Pac-Man
La Witbox Go! está pensada para que no tengas que calentarte la cabeza en nada, solo en darle al botón de imprimir. Básicamente, el montaje es inexistente y eso es una buena noticia para todos aquellos negados en tareas de Bricomanía. Tan solo hay que sacarla de la caja, buscarle un rincón y enchufarla a la luz. De verdad no exageramos: lo más difícil puede ser poner el filamento PLA con el que se imprimirán los objetos, pero ponerlo también es muy sencillo.
Este producto ha sido ideado para que lo utilices con tu teléfono móvil gracias a su sistema operativo Android. Todo el proceso de configuración e instalación lo puedes hacer a través de tu smarthphone (solo con Android, de momento) o con tu ordenador si usas Windows o Linux. Una vez completado todo el proceso inicial, en poco menos de 10 minutos ya estábamos imprimiendo unos llaveros muy trendy.
Imprimir es fácil… quizá hasta demasiado
Esta impresora funciona gracias a la app Zetup, un software que nos vale tanto para la instalación del aparato como para dirigir la impresión en la BQ Witbox Go! Ojo, que todas esta palabras no te asusten: es una aplicación móvil y como tal su manejo está tan chupado como ponerte a jugar al pinball por primera vez. Así, su funcionalidad se basa en tres pasos: cargar el diseño, comprobar que las opciones de impresión están a nuestro gusto y darle a OK.
Pero, como todo en la vida, hasta lo más fácil tiene su miga. Este software ofrece pocas vías de personalización del producto final, ya que redimensiona la escala del objeto, en el caso de que no quepa en la bandeja, puesto que el tamaño de impresión es de 14x14. Asimismo, da poco margen de maniobra para decidir sobre la calidad final o el relleno del laminado. Si tienes alguna pieza de diseño propio, puede ser que tengas que adaptarla para poderla imprimir con las opciones que ofrece la BQ Witbox Go!
Otro pequeño detalle a tener en cuenta es que algunas opciones de ajustes de Zetup, como cambiar la red WiFi o configurar Zetup en otros equipos, pueden tomar un poco más de tiempo que el resto de pasos.
¿Pero hace ruido o no?
Hacemos aquí un llamamiento al sentido común: ¿Tú has visto a alguna máquina ser silenciosa mientras hace su trabajo? ¿Acaso el secador te lanza ráfagas de aire en mute para hacer su trabajo? ¿O la aspiradora? Negativo. Pues una impresora 3D, por mucho que pueda estar en tu casa, también te armará un poco de jaleo, aunque no tanto como esos vecinos de arriba que están todo el día con el reggaetón puesto.
Así que, si tu intención es dejarla imprimiendo por la noche, no habrá problema porque solamente emite un ligero zumbido que hasta te puede ayudar a conciliar el sueño de lo hipnótico que es. Pero te estarás preguntando si se pasará toda la noche en marcha. La respuesta es no: nuestro llavero con forma de pez tardó poco más de una hora hasta estar listo y un anillo, alrededor de 30 minutos. Obviamente, cuanto más grande y complejo el objeto, mayor tiempo tardará en imprimirlo. ¡Pero la espera valdrá la pena!
Un diseño compacto pensado para tu casa
Sin grandes exageraciones, tenemos que decirte que la BQ Witbox Go! es too cool for the school, es decir, su diseño es tan estético que puede quedar bien en cualquier rincón de tu casa. Además, es muy compacta (300x255x480 mm) y muy ligera (5 kg), lo que permite que, en primer lugar, la puedas mover siempre que quieras y, en segundo lugar, no te ocupe demasiado espacio. Que sea una impresora 3D, no significa que tenga que ocupar tanto o más que el primer ordenador de mesa que se compraron tus padres hace 20 años.
El precio de la impresora es de casi 700 euros, una cantidad en la media del mercado, que se entiende debido a que está integrada con el smartphone y tiene un software potente. Para poder usarla te hará falta hacerte con bobinas de filamento PLA de 1,75 mm. El punto positivo es que en Amazon las puedes encontrar por unos 15 euros y hay una gran variedad de colores, por lo que puedes ponerte más creativo que los de Art Attack e imprimir combinando la escala cromática.
Nuestro veredicto
Si lo tuyo es un nivel más pro de impresión en 3D, encontrarás la BQ Witbox Go! demasiado básica. Contrariamente, si lo que buscamos es familiarizarnos con este mundo, sin ninguna intención de complicarnos y darle un uso doméstico, claramente veremos nuestras aspiraciones saciadas con ella. El fabricante español ha incluido la plataforma MyminiFactory donde hay una infinidad de diseños para imprimir: piezas de repuesto, juegos de mesa, jardinería, hogar y accesorios varios. En definitiva, un sinfín de alternativas para que no tengas que estrujarte el cerebro. Nosotros le damos nuestro visto bueno con nota alta.