Nuestros otros blogs
Destacamos
Tags
Ver más
El blog de
¿Son los teléfonos con pantalla flexible el futuro? Difícil de afirmarlo ahora, pero son sin duda un camino muy interesante a recorrer por parte de aquellos fabricantes que tienen el músculo tecnológico para conseguir crear cosas diferentes. Así lo han demostrado Samsung con su Galaxy Fold y Huawei con el Mate X. Ahora le toca el turno a Motorola, resucitando a uno de sus clásicos.
Así es, el Motorola Razr vuelve a la vida con una pantalla flexible que nos permite pensar en que la tecnología de pantalla flexible tiene sentido. En resumidas cuentas lo que hace es utilizarla para plegar el teléfono y hacerlo más pequeño cuando no lo estamos usando. Estamos ante un “teléfonos concha” de toda la vida, con la máxima tecnología.
Describir el diseño y funcionamiento de estos equipos es bastante complicado, creemos que mucho mejor echar un vistazo a su vídeo de presentación para descubrir un diseño muy inspirado en el Razr original, con su protuberante barbilla en la zona inferior, y una bisagra que divide en dos partes el terminal. Impresionante el sistema utilizado:
La bisagra es uno de los componentes más elaborados: cuando el Razr se abre, la bisagra se cierra para mantenerlo en una posición rígida con la ayuda de unas láminas de acero inoxidable. Cuando el dispositivo se cierra, la bisagra se abre y las láminas se ocultan en el cuerpo.
La pantalla principal del teléfono, la que queda escondida al cerrarse y es plegable, cuenta con un panel AMOLED de 6,2 pulgadas de tamaño. Sus proporciones son muy panorámicas, tanto como 21:9, y su resolución, 2.142x876 píxeles.
Pero inteligentemente Motorola ha colocado otra pantalla más en la zona exterior del teléfono, con la que podemos seguir informados de notificaciones. Su tamaño es de 2,69 pulgadas y está confeccionada con tecnología LCD. La resolución aquí es 800x600 píxeles.
Una vez maravillados por esa pantalla plegable, vamos a conocer más detalles de su hardware, que bien podríamos situar entre teléfonos de gama media, eso sí, de última generación:
Cabe destacar que debido al poco espacio que hay para colocar componentes, el Razr no cuenta con bandejas para tarjetas, y la SIM pasa a ser virtual (eSIM), algo que puede complicar su disponibilidad con algunos operadores.
Sobre las cámaras, parece que no son el apartado estrella del teléfono, pues contamos con una unidad exterior con 16 megapíxeles (f/1.7, Dual Pixel, Flash Dual, Laser AF) y otra cámara interior con 5 megapíxeles (f/2.0).
Aunque parece que no había otra opción teniendo en cuenta cómo está el mercado y la apuesta de Motorola, comentar que estamos ante un teléfono Android, en la última versión del sistema operativo de Google. No cuenta con ninguna personalización.
Inicialmente van a ponerlo a la venta en Estados Unidos, el próximo mes de enero, para más adelante llegar a Europa en una fecha desconocida, de hecho ya aparece en la web española de la compañía, así que pocas dudas de que lo tendremos por aquí más pronto que tarde.
Lo que sí sabemos es que el precio será bastante alto: 1.499 dólares. Algo caro para no contar con hardware de gama alta, pero bastante normal en este tipo de teléfonos tan especiales donde los primeros compradores tendrán que pagar el pato de invertir en nuevas tecnologías.
Posiblemente no todo el mundo haya llegado hasta aquí conociendo la historia de Motorola y sus teléfonos más importantes. La empresa norteamericana tuvo un pasado lleno de éxitos antes de que el “teléfono inteligente” inundara nuestras vidas, y buen ejemplo de ello es la familia Motorola Razr.
Estrenada en 2004 con el Motorola Razr V3, se convirtió en un éxito de masas, con más de 130 millones de unidades vendidas en cuatro años, que era una cifra muy alta para la época. De hecho es el “teléfono de tipo concha” más vendido de la historia.
Su atractivo radicaba claramente en su moderno diseño, destacando por su delgadez y ligereza. Como podéis comprobar en las imágenes, otro reclamo tecnológico era su doble pantalla, que es algo que han querido replicar en el nuevo modelo.
