El blog de
El móvil del futuro dista mucho del smartphone que llevas ahora mismo en el bolsillo, vamos a encontrarnos principalmente dos opciones: teléfonos que se despliegan para crear pantallas más grandes y móviles como los de ahora en los que el único protagonista es la pantalla. En el recién terminado Mobile World Congress hemos visto buenos ejemplos.
Los móviles plegables es una tendencia de diseño que arranca, con la que todavía hay muchas dudas. Pero donde no hay ninguna es en el camino en paralelo que llevan los principales fabricantes hacia el teléfono “todo pantalla”. Sí, ese es la verdadera tendencia, se está premiando a todo aquel que consigue que su terminal no tenga elementos superfluos, se busca que lo que allí resalte sea la pantalla.
Esto no es nuevo, hemos vivido unos años de transición en los que reducir marcos del teléfono era una dieta obligatoria, al tiempo que veíamos desaparecer botones, sensores y conectores; algunos incluso mandaban a la parte trasera esos elementos. Sea como sea, seguimos en la misma dirección: un producto en el que el 99% del frontal sea pantalla, con las líneas de diseño más simples.
Tenemos que imaginarnos un teléfono sin puerto de carga, sin conexión para auriculares, tampoco encontraremos rastro de las diminutas rejillas de los altavoces. En ese teléfono ideal no hay necesidad de tener una bandeja para la tarjeta SIM, ya que el operador nos puede ofrecer una opción virtual que ya se encuentra integrada en la circuitería del teléfono.
Tecnológicamente todo esto es posible, hay alternativas para cada uno de los elementos citados. Otra cuestión es si la nueva solución empeora en algo a lo que ya teníamos, o trae consigo demasiados condicionantes. En este artículo vamos a tratar esta transformación punto por punto:
El primer cambio evidente para llegar al teléfono “todo pantalla” pasa por hacer que sus bordes - o marcos - sean menores, algo que poco a poco se ha ido consiguiendo incluso en teléfonos de gamas inferiores. En este avance han ido apareciendo parches a los que nos hemos ido acostumbrando pero estamos seguros de que no van a durar mucho más tiempo con nosotros: hablamos del notch.
Esa pestaña que sobresale y flota en la parte superior de los teléfonos más nuevos, nos habla de la imposibilidad de eliminar sensores y cámaras, pero estéticamente no parece ser la mejor solución.
Fabricantes como Samsung o Huawei han conseguido realizar perforaciones que solo ocupan el tamaño de las cámaras frontales, haciendo que el efecto sea mucho menos visible. Otros como Oppo han decidido que se pueden crear partes móviles que aparezcan como un periscopio por el lateral del teléfono.
O al menos eso piensan algunos fabricantes que consideran que todas las comunicaciones se pueden realizar de forma inalámbrica, dependiendo del WiFi, el Bluetooth o la conectividad telefónica. Enviar archivos, por ejemplo, es algo que ya hacemos de forma cotidiana.
Lo mismo podemos decir de la carga del teléfono que suele realizarse por ese mismo conector. Actualmente suele ser USB en sus diferentes versiones, o Lightning en el caso de los productos Apple. Es fácil encontrar teléfonos que ofrezcan buenos sistemas de carga inalámbrica, otra cuestión es su velocidad de carga, muy inferior a los sistemas de cable que hoy en día se están utilizando.
La realidad es que este cambio nos complica mucho el uso ya que dependemos de cargadores especiales, pero la eliminación de cables es una bendición: suelen tener una vida más corta que el teléfono y nos enmarañan cualquier escenario donde se presentan.
La disputa por eliminar el conector jack viene de largo, a algunos fabricantes no le gusta el puerto de auriculares como tal y lo han borrado del mapa, dejando el puerto principal como alternativa. ¿Qué ocurre si ni siquiera tenemos ese puerto? Optar por auriculares Bluetooth.
Olvídate de usar tus auriculares convencionales y aprende que las últimas versiones de Bluetooth serán la forma de conectar los modelos sin cables, con una calidad decente y un consumo adecuado para un dispositivo móvil.
El teléfono que imaginamos no tiene bandejas, no se puede ampliar en memoria ni hay necesidad de cambiar de tarjeta SIM. Esto es gracias a la eSIM, un chip un 90 por ciento más pequeño que una nano SIM que vendrá instalado dentro del teléfono, o cualquier dispositivo conectado.
Poco a poco las operadoras van a ir ofertando esta solución, apareciendo dentro de los perfiles instalados en esa eSIM, con muchas ventajas más allá de hacer nuestro teléfono más delgado y bonito.
Por ejemplo, agiliza el cambio de tarifas y compañías, algo especialmente interesante cuando nos movemos de país, también nos permite conectar diferentes dispositivos con el mismo número, y no menos importante, obtendremos una mayor seguridad en nuestros datos.
Complicado de entender, lo sabemos, pero se puede utilizar la pantalla como altavoz. Hay diferentes compañías trabajando en esto para conseguir un sonido más potente y frontales más limpios. El primero que elaboró la idea es el Mi Mix de Xiaomi, pero luego llegaron el Vivo Nex S, Vivo Apex o Meizu Zero. LG, de una forma diferente, utiliza el espacio interno del teléfono como caja de resonancia.
La tecnología consiste en hacer vibrar la pantalla de una forma determinada para conseguir representar ondas de sonido. Funciona mejor en paneles OLED que LCD y es algo que también se está usando en televisores y auriculares.
El siguiente elemento que estaba “molestando” para crear un teléfono “todo pantalla” es el sensor de huellas. Algunos fabricantes lo mandaron al lateral, otros a la parte trasera, pero la solución más inteligente pasa por ocultarlo justo debajo de la pantalla.
Allí permanecerá oculto pero al mismo tiempo tendrá un emplazamiento cómodo para el uso diario. No habrá un teléfono de gama alta en 2019 que no apueste por esta opción.
No hay sensor de huellas como no debe haber botones. Esto es algo bastante normal en el frontal, donde han desaparecido por completo y como mucho quedan dibujados en pantalla los botones de navegación de Android.
No contentos con eso, los teléfonos van a intentar eliminar también sus botones en laterales, esto es algo posible gracias a soluciones basadas en respuesta háptica. También es necesario que el sistema operativo ayude con la introducción de gestos que nos permitan olvidarnos de cualquier botón y su funcionalidad.
La prueba de que todo es posible la tenemos en dos teléfonos presentados por parte de fabricantes chinos y que raro será que los veamos en nuestro territorio: Vivo Apex y Meizu Zero. Son los que hemos utilizado para ilustrar nuestro artículo, y son productos con 2019 como fecha de salida al mercado.
Ambos comparten casi todas las soluciones explicadas anteriormente y ninguno parece tener en mente ser un superventas, son más bien una prueba de que estas compañías dominan las tecnologías. En definitiva, una declaración de intenciones ante lo que tiene que venir a corto y medio plazo.
Hay vallas insalvables como la de la cámara frontal, en el caso del modelo de Vivo tomaron la determinación de eliminarla para que no hubiera ningún elemento ensuciando el frontal. Aquí claramente estamos perdiendo una importante funcionalidad por ganar en limpieza de líneas. En el Meizu sí han conservado la posibilidad de realizar selfies con una cámara en la parte superior.
Obviamente sí, desde el punto de vista tecnológico. No es humo lo que nos venden ya que hay una solución para cada “problema”, otra cuestión muy diferente es si a nosotros como consumidores nos gusta la idea y estamos dispuestos a realizar el cambio.
Todas las marcas no van a realizar este repaso completo a sus teléfonos, será algo que iremos viendo paulatinamente en aquellas que tengan la capacidad para hacerlo y afectará principalmente a la gama alta. Entre los cambios que parecen inevitables están la ocultación del sensor de huellas y la introducción de la eSIM, los demás retoques va a costar más asimilarlos.
Desde el punto de vista del diseño no cabe duda de que la simpleza de líneas, pasando el protagonismo a la pantalla, es un camino ganador. También hay efectos colaterales positivos en esto, más allá de la belleza: al crear un dispositivo con menos elementos y cavidades, en definitiva más compacto, se pueden conseguir diseños mucho más resistentes.
¿Quieres recibir notificaciones con los mejores articulos?