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A todos se nos ha caído el teléfono al suelo alguna vez. Y por desgracia, posiblemente también lo hemos mojado. Pero no te preocupes. Si acabas de derramar un vaso de agua encima de tu iPhone o por un descuido ha ido a parar al inodoro, en la entrada de hoy vamos a mostrar algunos trucos para solucionarlo. O al menos recuperar los datos.
Seca cuanto antes tu teléfono. Lo peor que puede pasar es que esté conectado al cable del cargador en estos momentos. Retíralo lentamente y con mucho cuidado. Si el dispositivo aún está encendido, apágalo inmediatamente.
Y si está apagado, no intentes activarlo por el momento. Ya que posiblemente haga cortocircuito y no haya reparación posible para tu iPhone. Quítale la funda, carcasa y otros accesorios como tarjetas de memoria. Y sacúdelo para que salga cualquier resto de líquido.
Evita usar fuentes de calor muy fuertes, como los secadores. Ya que podrían provocar que tu pantalla se quede negra y otros problemas.
Uno de los métodos más populares para secar cualquier aparato eléctrico es el arroz crudo. Es muy sencillo, simplemente llena un recipiente con arroz y deja el iPhone sumergido durante dos días. Su capacidad absorbente se encargará de hacer todo el trabajo.
Si esta solución te resulta demasiado “casera”, puedes probar con el gel de sílice. Nos referimos a las bolsitas de papel blanco que se incluyen en los envoltorios de dispositivos electrónicos. Si no tienes, en cualquier tienda de componentes lo podrás comprar sin problemas.
Debes tener la cantidad necesaria para cubrir por completo el Smartphone. Y al igual que el método del arroz hay que dejarlo 48 horas para su total secado. El gel de sílice es más absorbente que el arroz, por lo que recomendamos usarlo si lo tienes a mano.
Otra opción es usar una máquina de ultrasonidos. Estos dispositivos sirven para limpiar las piezas mediante la vibración. Y también son muy efectivos para secar iPhones mojados. Además, su precio ha bajado mucho en los últimos tiempos y se pueden conseguir por menos de 30 euros.
Una vez que han pasado los dos días, llega el momento de activar nuestro iPhone. Si no se enciende no vamos a tener más remedio que llevarlo a una tienda oficial para que lo reparen. En caso contrario, puede que algunas opciones no funcionen o dejen de hacerlo a corto plazo. Como no podemos prever esto, considéralo siempre como una medida temporal.
Esto significa que en cuanto logres acceder a tu teléfono deberías realizar una copia de seguridad de todos tus datos. Puedes hacerlo a través de iCloud, aunque la limitación de 5 GB que trae la versión gratuita suele ser insuficiente para esta tarea.
Es mejor utilizar aplicaciones como iTunes, que son muy fiables y sencillas de manejar. Instala esta app en tu ordenador y conecta tu móvil al PC o Mac con el cable USB. A continuación, entra en Archivo, Dispositivos y Transferir compras. Esta opción suele hacerse automáticamente, pero es mejor estar seguros.
Una vez completado la transferencia de datos, ve a Archivos, Dispositivos y Copia de Seguridad. La app empezará a realizar la copia de seguridad. Y para confirmar que todo ha salido bien accede a Edición, Preferencias y Dispositivos. Hay tienes una lista con todas las copias de seguridad que hayas hecho desde iTunes.
Otra opción muy recomendable es usar Google Drive, que tiene una capacidad gratuita de 15 GB. Más que suficiente para almacenar la información de tu iPhone mojado. Sin embargo, debes haber usado previamente iTunes o una app similar, por lo que solo sirve para tener una segunda copia de seguridad. Pero en la nube, algo muy importante si a tu ordenador le pasara algo.
Descarga el programa en tu PC o Mac y ejecútalo. Si tu sistema operativo es Windows entra en la carpeta de Usuarios, Nombre de Usuario, AppData, Roaming, Apple Computer, MobileSync y finalmente en Copia de Seguridad. En el caso de tener un Apple, accede a Librería, Aplication Support, MobileSync y Copia de Seguridad.
Aquí tienes una base de datos con las últimas copias de seguridad que ha guardado tu dispositivo. Elige la más reciente y muévela a la carpeta de Google Drive. También pues usar otros programas en la nube como Dropbox, lo importante es que tengan la capacidad de almacenamiento necesaria.
