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Lo más probable es que todos, tengamos más o menos edad, recordemos a Hellblazer gracias a la película de 2005 Constantine. Lo que igual no todo el mundo sabe es que llegó a ser uno de los personajes más cuidados por DC Cómics lo que llevo a ser en su día unos de los mejores cómics de DC de la historia según los expertos. O que el cómic de Hellblazer es el más longevo editado jamás por Vertigo, un sello que nació precisamente para darle cabida a este maravilloso mundo de oscuridad inglesa.
Hoy hablamos de unas historias que, aunque se acabaron hace años, están más vivas que nunca. Y lo hacemos a través de un enorme repaso por su nacimiento y la impronta que legaron sus innumerables autores. Y de lo que más importa, claro está: el orden en el que debéis leer los cómics de Hellblazer para enteraros de todo como corresponde. ¿Nos acompañáis en este maravilloso viaje?
Es posible que los más jóvenes del lugar no conozcan a Hellblazer, aunque no lo es menos que hablamos de su nombre ‘normal’ la cosa cambia. Hablar del cómic Hellblazer es hablar de John Constantine, personaje que llegó a la gran pantalla de la mano del gran Keanu Reeves.
¿Qué historia nos narra la versión original de este particular mago callejero? Lo primero que debemos entender a la hora de comprender a este peculiar protagonista es que el terror, el de verdad, no lo provocan los monstruos. En el mundo real no hay monstruos, sino personas. Así pues, somos nosotros mismos los que atemorizamos a otros. Lo de los monstruos no es más que un recurso narrativo.
Con esto muy presente, otra de las circunstancias que hay que tener en cuenta es que el cómic de Hellblazer surgió en los inicios de la era moderna del género. No pertenece a la edad dorada, como muchos otros de los protagonistas de los títulos de DC Cómics. Eso significa que nos arrastra ciertos estigmas de dichas décadas. Nació, como muchos de nuestros lectores, a mitad de la década de los 80, y eso se nota. Fuerte carga sociopolítica, oscuro y violento como él solo. Hellblazer lo tenía todo para triunfar, y como veréis a lo largo del post de hoy, lo hizo, y por todo lo alto.
No nos malinterpretéis. Cuando hemos dicho que lo sobrenatural no existe y está manido, no queríamos decir que no vayamos a encontrarlos en los cómics de Hellblazer. Lo hay, y a manos llenas, pero no es necesariamente más terrorífico que la realidad. ¿Significa esto que sus monstruos no son para tanto? No, significa que las personas, cuando son malas, pueden llegar a ser extremadamente malas.
John Constantine, Hellblazer, es uno de los personajes más peculiares de la historia de DC Cómics. Se trata de un mago callejero británico que baila peligrosamente sobre la línea de lo ‘real’, lo mágico y lo sobrenatural. Es un tipo de lo más peculiar, lo que hace que el resto de los personajes con los que se cruza no lleguen nunca a empatizar con él. Esa es la razón de que sus alianzas sean casi siempre por interés, no por la amistad o la confianza que se demuestran los protagonistas de otras series de DC.
No tiene amigos, pero sí un buen puñado de enemigos. Esto hace que siempre tenga que estar luchando por sobrevivir y escapando de planes infernales que buscan acabar con su vida. La primera etapa de los cómics, la gran mayoría de los primeros 40 números de la saga Hellblazer corrieron a cargo de Jamie Delano. Más adelante veremos cómo esto marcó para siempre la personalidad de John Constantine, ya que fue durante esta etapa cuando se marcaron también las bases de los principales personajes secundarios que le acompañaron hasta su final.
Después de él llegó otro grande de los guiones para hacerse cargo de las aventuras de Constantine. Garth Ennis y Hellblazer se convirtieron en una pareja de categoría. De hecho, la mano del autor se notó tanto que DC Cómics incluso creó una subdivisión para él...
Así es, Ennis tenía la difícil misión de mejorar la herencia que ya había dejado Delano. Tarea nada sencilla, desde luego, pero que el escritor asumió con gusto. Bajo su pluma descubrimos nuevos aspectos de la personalidad de Constantine. Convirtió al personaje en un ser aún más cínico, le enfrentó contra una terrible enfermedad e incluso generó algunas de sus peores enemistades. Le dio una vida interna que antes no tenía, y no podría haberlo hecho de forma más acertada. Un buen ejemplo de ello son los hechos acontecidos durante el argumento de Hábitos Peligrosos.
El John de Ennis es más oscuro, pero también resulta más humano a ojos del lector. Además, no teme meterse en el barro con temas como el terrorismo del IRA o pronunciándose sobre los conflictos religiosos. Ya os dijimos un poco más arriba que los malos de verdad son los seres humanos, y este segundo padre de Constantine no tuvo ningún problema en demostrárnoslo. El caso es que la notoriedad del personaje fue tal que DC Cómics decidió crear una línea de historias completamente al margen del resto de sus historia. Hablamos de Vertigo, sello creado a imagen y semejanza de Hellblazer.
El gran estreno fue con el número 63 de la historia, y Ennis solo permaneció en la franquicia durante 20 números más. No importaba, su semilla ya había germinado en el corazón de John Constantine y el que llegase después debería respetarla, tal y como él hizo con lo recibido de Delano. Tras él llegaron otros autores, hasta completar casi las dos docenas. El último de ellos, Peter Milligan, fue a su vez el que más números escribió y el que cerró la serie en su número 300.
¿Qué os parece si vemos los que aportó cada autor al personaje de John Constantine?
Hablar de la historia del cómic de Hellblazer y no hacerlo mencionando a sus principales guionistas sería un error. Cada uno de ellos le transmitió algo al personaje, algo que permaneció hasta el fin de sus días, allá por el año 2013. Ojo, esto no significa que la cosa se quedase ahí. DC Cómics lanzó una nueva línea bajo su sello principal, Constantine, aunque hoy nos toca centrarnos en Hellblazer. Estos son sus principales artífices, ¡esperamos que sepáis disfrutar de todo lo que os contamos a continuación!
Como ya hemos comentado al hablar de los inicios de Hellblazer en el mundo del cómic, Jaimie Delano fue el primer autor de sus historias. El encargado de sentar las bases de uno de los personajes más sombríos de DC Cómics cuya serie terminaría convirtiéndose en la más longeva de Vertigo. Delano plasmó en sus cerca de 40 números preocupaciones que ya había dejado patentes en otras historias y que eran de lo más típicas en la época. No olvidemos que el personaje principal es británico, por lo que no podían faltar la lucha de clases, la abultada cifra de parados en el mundo industrial o los temidos grupos radicales.
Eso sí, hablamos de John Constantine, así que está claro que no dejó de lado el mundo de la magia, así como una mística que terminaría acompañando al protagonista hasta el fin de sus días.
El segundo padre de Constantine, sin duda alguna. Cierto, no era el segundo autor que ponía sus zarpas sobre él. Para entonces, además de Delano, ya lo habían hecho nombres como Grant Morrison, Neil Gaiman o Dick Foreman. Sin embargo, estos no fueron más que excepciones en la etapa del primer guionista. Gareth Ennis, sin embargo, firmó incluso más números que su antecesor. Concretamente, estuvo al cargo entre los números 41 y 83, viviendo en sus propias carnes el salto a Vertigo a partir del número 63.
Bajo su batuta, John Constantine se convirtió en un ser más taimado, pero también más frío y calculador. Descubrimos que podía enamorarse, y que podía incluso hacer amigos. O al menos algo parecido. En esta tanda de número el #51 no es suyo, sino de John Smith. Eso sí, a cambio, Ennis se desquitó pudiendo volver a guionizar otros cuatro números un poco más adelante, del 129 al 133..
No sabemos muy bien por qué, pero Eddie Cambell tan solo se hizo cargo de cuatro números de Hellblazer. Desde luego, estamos convencidos de que habría podido dar mucho más, ¡una verdadera lástima!
La etapa de Ennis fue muy prolífica, pero quizás humanizó en demasía a John Constantine. De ahí que una de las fijaciones del siguiente autor que tuvo la oportunidad de tomar las riendas del personaje, Paul Jenkins, fuese devolver al bueno de Hellblazer a sus orígenes. Capitaneó las andanzas de nuestro personaje favorito hasta el #128. Curiosamente, tras luchar con uñas y dientes por eliminar ciertos aspectos introducidos por Ennis, fue precisamente este el que escribió los cuatro números siguientes.
Tan solo se ocupó de nueve números del cómic Hellblazer, pero su marcha fue una auténtica lástima. Primero, porque fue uno de los que mejor entendió al personaje de Constantine. Y después, porque su adiós se debió a una polémica con DC Cómics. Por lo visto, una de sus tramas era una ácida crítica hacia la tenencia de armas y el descontrol que había con ellas en los institutos. Al parecer, la cosa se parecía demasiado a la traumática matanza de Columbine. Se mantuvo hasta el número 143 de Hellblazer, pero tenía madera para haber hecho algo mucho más grande.
La abrupta marcha de Ellis hizo que hubiese que encargarse de buscar un sustituto a marchas forzadas. Esto permitió a Darko Makan hacerse cargo de dos números que, como era de esperar, fueron pura paja a la espera del gran fichaje de Vertigo para hacerse con su franquicia más notoria. El elegido fue un Brian Azzarello que, un tiempo después de toda la polémica que levantó, podemos decir que fue un incomprendido. El autor decidió sacar a Hellblazer de su zona de confort y llevárselo a EE.UU., donde entró en contacto con la mafia más terrorífica.
Azzarello es uno de los máximos exponentes de eso que os decíamos que el verdadero miedo no lo infunden los monstruos sobrenaturales, sino los que encierra la propia mente del ser humano. Muchos de los que le criticaron en su momento alucinarán si releen alguno de sus cómics de Hellblazer a día de hoy. Se encargó de escribir las tramas del #146 al #174, ¡por si queréis echarles un vistazo!
Con Mike Carey llegó un nuevo regreso de John Constantine a sus orígenes, una vez más. Al menos en lo geográfico, porque regresó a Londres, porque diríamos que la magia y los seres infernales fueron aún más numerosos que en ninguna otra etapa de Hellblazer. Los fans recordarán esta época como una maravilla, y puede que no les falte razón. Sin embargo, a nosotros nos dejó tan buen regusto la de Azzarello que pensamos que nunca seremos capaces de ver esta otra con los mismos ojos que el resto…
Escribió las historias de Hellblazer desde el número #175 hasta el #215, volviendo un poco más tarde para firmar un único número más, el #229.
Tras dos etapas relativamente cortas llevadas a cabo por la buena de Denise Mina, la única mujer que guionizó el cómic Hellblazer, y Andy Diggle, y una más corta aún a cargo de Jason Aaron, le llegó el turno a Peter Milligan. Sus tres predecesores continuaron la historia, pero no fueron capaces de dejar su huella en la franquicia. Sin embargo, Milligan fue justamente el autor que la serie necesitaba. Sobre todo si tenemos en cuenta que terminaría siendo el último. Fue el que más números escribió, desde el 251 hasta el 300. O lo que es lo mismo, hasta la muerte del cómic de Vertigo allá por el año 2013.
La verdad, no fue el mejor de todos, pero cumplió dignamente con el mandato de alargar la serie hasta darle un final a la altura. ¡Que no es poco!
Y ahora que hemos hecho un análisis a través del personaje basándonos en quién decidía qué pasaba en cada momento… ¿qué os parece si vamos al grano? ¡Ha llegado la hora de conocer el orden de lectura del cómic Hellblazer!
Una cosa es cómo se publicó en sus orígenes el cómic Hellblazer en EE.UU. y otra muy distinta cómo terminó llegando a nosotros. Recordemos que ECC cómics es la encargada de editar y distribuir los títulos de DC Cómics en España. Por eso, ¿quiénes mejor que ellos para aclararnos el orden de lectura de Hellblazer? Tal y como hemos podido leer en su web, sus portadas siempre han llevado impreso un número romano. Este hacía alusión al orden que ocupaban los títulos dentro de los 18 tomos de la colección, que es precisamente el orden que ellos aconsejan.
Tal y como podréis apreciar, dichos tomos están ordenados en función de sus autores. Eso sí, algunos incluyen las obras de aquellos que estuvieron en el cargo de guionistas durante poco tiempo. Por otro lado, en los casos de autores como Jaimie Delano o Gareth Ennis, que regresaron después de poner fin a su etapa, encontramos también esas obras tardías, aunque el orden no se corresponda con el resto del tomo. Lo suyo es que os hagáis con la colección completa de golpe, pero si tenéis que ir adquiriéndolos poco a poco, os vendrá de fábula saber cuáles van antes y cuáles después. ¡Disfrutad!
