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Cuánto cuesta usar la calefacción y cómo ahorrar en la factura de la luz


Cuánto cuesta usar la calefacción y cómo ahorrar en la factura de la luz durante los meses más fríos del año, son preocupaciones muy comunes para muchas personas.

Y tú, si te acabas de dar cuenta de que ese ser pequeñito que deambula por tu casa no es tu sobrino vestido de chaqué, sino un pingüino, posiblemente seas una de esas personas que intenta muy fuerte ahorrar dinero en calefacción.

Y nosotros aplaudimos tus intentos, no sólo porque al ahorrar en calefacción y, por ende, ahorrar en la factura de la luz, evitas que tu bolsillo se quede tiritando (¡teníamos que escribirlo!) sino porque así también le haces un favor al planeta.

Pero claro, hay que saber diferenciar la responsabilidad económica y medioambiental del hecho de vivir como Leonardo Di Caprio en sus últimos segundos en Titanic. En el equilibrio está la virtud, que diría Aristóteles.

Primera pregunta: Cuánto cuesta usar la calefacción

No te asustes por lo de "primera pregunta", que no estamos en BOOM!, no es que vayan a venir otras doce y un bote ni mucho menos... Pero, de verdad, si quieres ahorrar en calefacción, lo primero que tienes que preguntarte es cuánto cuesta usar la calefacción.

Parece de perogrullo, pero hay a quien se le escapa. De ahí que muchas veces no sepamos qué es lo que hace crecer la temida factura de la luz y acabemos culpando a Netflix por tenernos viciados a La Casa de Papel, cuando la realidad es que en invierno la calefacción puede llegar a ser un gasto mucho más grande de lo que puedas llegar a imaginar.

En este artículo vamos a responderte a esa pregunta y también vamos a contarte cómo calentar una casa; porque no todo va a ser darle al botón y que la factura se nos dispare.

Cuánto cuesta calentar una casa

Resulta muy necesario establecer qué entendemos como casa. Porque lo mismo vives en un hórreo que en un estudio recién reformado o en chalet vecino del de Sergio Ramos. O te llamas Mario Casas (venga, este sí que ha sido forzado).

Pero en fin, que hay casas y casas y hay dos momentos en los cuales tu tipo de casa importa y mucho: cuando te llevas a alguien que acabas de pillar en una app para ligar, y cuando llega el frío. Será porque en ambos casos tienes que buscar una manera eficaz de calentar el ambiente...

Encender la calefacción es algo muy habitual en cualquier hogar de España. Con las subidas que se han practicado en los últimos tiempos en el precio de la luz, ese gasto cada vez es más voluminoso, pero los españoles que somos muy de tirar para adelante, apechugamos y no desistimos de algo tan básico y fundamental como lo es sentirnos a gusto en el lugar en el que vivimos.

Precio de la calefacción en España: de 300 a 1.000 euros

Así las cosas, se calcula que un español puede gastar de media más de 300€ en un invierno cualquiera para mantener su casa caliente y sentirse a gusto. En las zonas de mucho frío esta cantidad puede llegar hasta los 500€. Por eso podemos decir que la calefacción es un gasto muy superior al del agua o incluso al del aire acondicionado.

La magia de la certificación energética

La calificación energética o certificación energética también es muy importante, ya que puede cambiar el precio de una forma considerable. Para que te hagas una idea, un piso de 70 metros cuadrados con una calificación de nivel B puede llegar a gastar anualmente 300€; pues bien, para los mismos metros cuadrados, en un inmueble con una calificación de nivel G el gasto puede llegar ascender a más de 1.000€.

Esquema de certificados energéticos

Entonces, la pregunta de cuánto cuesta poner la calefacción es un poco difícil de contestar con exactitud, pero lo que sí podemos decirte es que no sale muy económico y que por eso hay que buscarse la vida para no crearnos un agujero en el bolsillo durante los meses más fríos del año.

Consejos para ahorrar en la calefacción

Ahora vamos a contarte algunos consejos que harán que tu factura de la luz en los meses de invierno baje un poco. No son tan difíciles de llevar a cabo y unos euros y grados de más te vendrán muy bien. Además, también estarás ayudando al planeta en la medida en la que hagas un uso más razonable de los recursos.

Vigila el termostato

Es una manera de ahorrar a la hora de poner la calefacción, pues ten en cuenta que podrás reducir el gasto hasta casi un 10% por cada grado que bajes.

Piensa que tampoco tienes que estar como en el Caribe, simplemente tu casa tiene que estar templada para que con tu ropa habitual de andar por casa estés de lujo, sin necesidad de recluirte en un traje de peluche como si fueses la mascota de un equipo de baloncesto.

Aunque a veces la instalación de un termostato pueda parecer cara, a la larga notarás que te ha compensado suficiente.

Los grados que se recomiendan son 20 ºC de día y 16 ºC por la noche; no te preocupes, no es como estar en Maldivas pero tampoco como hacerlo en Alaska, y un término medio a la hora de utilizar la calefacción es la mejor elección que puedes adoptar.

Además, si te acostumbras a poner la temperatura de tu casa muy alta tienes más papeletas para coger resfriados.

Aisla tu hogar

¡Alto ahí! Sabemos que eres súper fan de UP! y que ha sido leer esto y empezar a inflar globos. Con lo de "aísla tu casa" no queremos decir que la arranques de cuajo de tu calle en León y la asientes en un paraje desierto en La Habana.

Queremos decir que cuides que el calor que logras generar y acumular en ella no se escape por puertas, ventanas, paredes o suelos de materiales poco convenientes.

Con las fugas de calor que puedas tener en tu vivienda puedes gastar mucho más dinero a final de mes. Ten en cuenta esto y proponte aislar todas esas zonas.

Normalmente pueden producirse en ventanas que se hayan instalado mal, puertas con huecos por la parte de abajo, terrazas que no estén bien selladas, rejillas... Si puedes permitírtelo, lo mejor es que detectes todas esas zonas y las selles bien.

El paso del tiempo, a veces, causa desperfectos de los que en un primer momento no nos damos cuenta; solo tienes que contactar con profesionales y decirles que te cuenten cuál es el estado de tu aislamiento.

No tengas todos los radiadores abiertos

Si hay habitaciones de tu hogar que no estás utilizando no hace falta que estén calientes, abre solo los radiadores de las estancias en las que pases mucho más tiempo.

Con este simple gesto puedes ahorrar mucho dinero. Además, piensa bien: ¿el cuarto de invitados tiene que estar siempre caliente? La respuesta está clara: usar la energía de una manera eficiente es la mejor manera de que tu factura disminuya.

La decoración es importante

Parece una tontería, pero te aseguramos que no lo es para nada: decorar de una forma más cálida puede servir a la hora de tener que encender la calefacción durante menos horas.

Son pequeños detalles que pueden influir mucho. Te damos algunos ejemplos: distribuye alfombras por toda la casa para tener calientes los pies y el suelo, utiliza pinturas de colores cálidos para las paredes o hazte con accesorios como los calienta toallas.

Además, a la hora de elegir, por ejemplo, un sofá, prioriza los de fibras textiles antes que los de piel.

Opta por los paneles reflectantes

Colocándolos en la parte de atrás de los radiadores el calor va a rebotar en ellos y a repartirse mucho mejor por toda la habitación. Ten en cuenta que si no utilizas estos accesorios el calor irá a la pared en vez de hacerlo a la habitación. Este pequeño detalle puede llevarte a ahorrar entre un 10 y un 20%. Merece la pena intentarlo ¿verdad?

Ventilar la casa a mediodía

Para ventilar la casa, piensa que no es necesario hacerlo a primera hora de la mañana, ya que hace mucho más frío y la vivienda puede coger la temperatura que hace en la calle.

La mejor elección que puedes tomar es ventilar a la hora de comer, así la temperatura de fuera no influirá tanto en la de tu casa. Recuerda que con 15 minutos es suficiente, no hace falta que las ventanas estén abiertas durante una hora.

No te vistas de verano

Para poder ir con manga corta en la época de invierno tu factura de la luz tiene que subir mucho.

No pasa nada por tener que ponerse una chaqueta o una sudadera; sin llegar al sofoco extremo, utiliza prendas de invierno para tener más calor y piensa que poner la calefacción simplemente ha de ser una ayuda para la casa. Pero, por supuesto, no es necesario montar un microclima y hacer que parezca que estás en la playa con un mojito.

No la tengas encendida todo el día

Pese a lo que mucha gente piensa, mantener la calefacción encendida todo el día a la misma temperatura no va a ahorrarte ni un solo euro. Es mejor que la apagues cuando lo veas necesario y que vuelvas a encenderla si te hace falta. No tiene por qué estar conectada todo el día para ser eficiente, eso es un mito.

Lleva un buen mantenimiento

Antes de que llegue el invierno es interesante que le hagas una revisión a tus aparatos para conocer el estado en el que se encuentran antes de empezar a utilizarlos.

Los filtros tienen que estar totalmente limpios, las tuberías en muy buenas condiciones y los radiadores purgados a la perfección. Si repasas todo esto antes de empezar a usar tu calefacción podrás ahorrar un buen dinero en la época de frío.

Además, realizar un buen mantenimiento, a la larga, te compensará, ya que la vida útil de tu instalación será mucho más larga.

Renueva tu instalación cuando sea necesario

A veces, esperar a que algo se rompa puede hacer que la renovación sea un poco más cara.

Es mejor que estés informado de los diferentes planes para renovar tu instalación. Si tienes un sistema eficiente puedes ahorrar hasta un 15% de media con los sistemas más antiguos; el mundo va avanzando y es mejor subirse al tren y avanzar con él.

Alternativas a la calefacción

Aunque ya conozcas algunos consejos que pueden hacerte ahorrar a la hora de usar la calefacción, también queremos contarte cuáles son las alternativas que tienes si no quieres utilizar ese sistema.

Calderas de biomasa

Son estufas que utilizan materia orgánica vegetal o animal (como las estufas de pellets), y en este amplio abanico se incluyen los desechos orgánicos. Son muy eficientes a la hora de ahorrar en calefacción, ya que se calcula que pueden resultar hasta un 45% más baratas.

Una de las desventajas que podemos señalar en este tipo de calderas es que suelen ser bastante grandes, así que obligan a tener un espacio bastante amplio si se desea optar por esta alternativa. Por cierto, los huesos de aceituna empiezan a ser una opción muy barata para alimentar este tipo de calderas.

Estufas de pellets

Para mucha gente, son una de las mejores alternativas de hoy en día. Si te estás preguntando qué son los pellets, aquí va la respuesta: son fragmentos de tamaño pequeño de serrín de madera totalmente comprimidos a alta presión, lo que significa que pueden alcanzar densidades muy altas de cara a la acumulación de energía para la combustión.

Los pellets suelen obtenerse de maderas de producción sencilla o incluso de restos de leña.

Pero para optar por esta alternativa has de tener en cuenta algunos aspectos. La estufa que elijas tiene que contar con un buen funcionamiento y además un buen acabado que pueda combinar perfectamente con el estilo que tengas en tu vivienda.

Has de tener en cuenta que es necesario elegir muy bien el sitio en el que vayas a colocarla, ya que nos imaginamos que querrás que el calor se distribuya bien por toda la estancia ¿no?

Es una opción ideal si en tu casa hay espacios abiertos, ya que vas a ahorrar mucho dinero con ella y conseguirás de la misma forma que tu hogar se mantenga a una temperatura cálida.

Radiadores eléctricos

Un clásico que nunca falla; si no te apetece realizar obras en tu casa para tener que poner calefacción, es una alternativa perfecta para ti. Los hay de todos los estilos y tamaños, solo tienes que elegir los que vayan con tu estilo y se adapten a las necesidades que tengas en tu hogar.

Puedes ponerlos de la misma forma que la calefacción, pues calientan perfectamente cualquier estancia de la casa sin ningún tipo de problema.

Ecointeriorismo

A lo mejor aún no has escuchado nada sobre él, pero se está convirtiendo en una tendencia bastante importante cuando se habla de eficiencia energética. Esta tendencia busca la sostenibilidad en las viviendas para conseguir menor consumo.

Se mira hacia dónde se va a orientar la vivienda, se piensa en un espacio que evite el frío y se busca un buen aislamiento.

Aerotermia

La aerotermia puede ser una alternativa muy interesante. Se trata de aprovechar la energía que contiene el aire para producir aire caliente, agua caliente o aire frío. Consume mucho menos que un radiador eléctrico o una caldera de gas. Es una elección muy digna de tener en cuenta, ya que con la aerotermia tendrás el 80% de la calefacción de forma totalmente gratuita. Suena bien, ¿verdad?

Calderas de gas

Son de las máquinas más usadas en nuestro país, ya que suelen ser más baratas que las eléctricas. El problema de esta alternativa es que el coste de instalación puede ser muy alto, aunque a la larga va a suponerte un ahorro.

Tienes que pensar en si te compensa optar por una caldera de gas o no, lo que dependerá del tamaño de tu vivienda y de tus necesidades actuales.

Elige lo que más se adapte a tus necesidades

En definitiva, el precio de usar la calefacción puede llegar a ser bastante alto si no se utiliza de manera eficiente. Pero con los consejos que te hemos dado conseguirás que tu factura de la luz en invierno sea un poco más baja.

Por supuesto, puedes optar por alguna de las alternativas que existen hoy en día. Las nuevas tendencias se irán imponiendo poco a poco con el tiempo y seguro que tú no quieres ser uno de los últimos que se sumen a ellas; por eso te lo hemos contado, aún no es tarde.

Elige la alternativa que más te compense para que tu vivienda sea eficiente a la hora de hablar de energía.

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