El remaster o remasterización está menos currado que el remake, pero es una auténtica maravilla. Se trata de recuperar un juego de hace unos años y respetar todas sus características al máximo salvo en el apartado gráfico. Volver a disfrutar de la misma historia, de la misma música y las mismas sensaciones, pero con un apartado visual a la última es una gozada. Vamos, que si guardamos buen recuerdo del título original… ¡pagamos con gusto lo que nos pidan!