La pantalla TFT es una pantalla fabricada con un cristal líquido que se diferencia de las demás porque emplea una tecnología que recibe el nombre de Transductor de película delgada (TFT). Esta película está diseñada para que la calidad de la imagen mejore considerablemente.
Este tipo de pantallas se encuentran en televisores de pantalla plana o en monitores de ordenadores que tienen un tamaño que oscila entre las 12 y las 30 pulgadas. También se puede ver en colectoras de datos o en asistentes digitales, más conocidas como PDA.
Todas las pantallas TFT son totalmente planas, pero aun así tienen una pequeña cubierta que protege todos los circuitos que están detrás de su funcionamiento. Además, esta pieza tiene una función estética. El otro elemento que forma parte de la pantalla son los controles básicos de volumen, brillo o contraste.
¿Cómo funciona una pantalla TFT?
La reproducción de la imagen en este tipo de pantallas se produce tras un proceso formado por cinco pasos.
- Los datos se transmiten desde el ordenador o desde la antena hacia los circuitos internos que forman parte de la pantalla TFT.
- Una vez que esto sucede, el microprocesador de la TFT determina en cuál es la posición en la que cae cada pixel.
- El pixel se activa al recibir las corrientes del electrodo que tienen las diferentes capas de películas finas que forman parte de él.
- Cuando eso ha sucedido la corriente que llega a cada pixel determina la saturación del color de la imagen que se ve en la pantalla y se crea la gama de colores que se tiene que proyectar.
- El quinto y definitivo paso es repetir todo este proceso cada vez que las imágenes que aparecen en la pantalla tienen que cambiar.