Si alguna vez te has sentido envidioso al ver que tus amigos están haciendo algo increíble y tú te quedas en casa, entonces probablemente hayas experimentado el famoso FOMO. Esta palabra es un acrónimo de “Fear of Missing Out”, o lo que es lo mismo, miedo a quedarte fuera.
Es esa sensación de que todos los demás están viviendo experiencias más emocionantes que tú, y tú estás aquí, en tu sofá, viendo las historias en Instagram. El FOMO se ha vuelto súper común en la era de las redes sociales, donde vemos las mejores versiones de la vida de todos los demás, pero no siempre lo que hay detrás. A veces, mientras ves las redes de tus amigos, te preguntas por qué no estás participando en esas experiencias, lo que solo aumenta ese sentimiento de estar perdiéndote algo.
¿Qué significa FOMO?
El FOMO no es solo un término de moda, es un sentimiento que puede causar ansiedad. Porque sí, las redes sociales tienen ese poder de hacernos pensar que todo el mundo está haciendo cosas geniales y tú te estás perdiendo lo mejor de la vida. Ya sea que tus amigos se vayan de viaje, a un concierto épico o simplemente estén viviendo momentos divertidos mientras tú estás atrapado en el trabajo o la rutina diaria, el FOMO te hace pensar: ¿por qué no estoy allí también?
Y no se trata solo de perderte una fiesta, sino que el FOMO también afecta tus decisiones. Puede hacerte sentir que necesitas estar siempre conectado, siempre disponible, que no puedes dejar pasar ni un minuto de la diversión. Eso, en parte, es lo que lo hace tan adictivo.
Las redes sociales nos dan una visión parcial de la realidad. Es común ver fotos perfectas en Instagram y pensar que esa es la vida de todos, pero la verdad es que todos tenemos momentos tranquilos, aburridos o simplemente normales... ¡y eso está bien! Además, una acción común entre los jóvenes es stalkear las redes sociales para ver lo que hacen los demás, lo que solo refuerza esa sensación de que todo el mundo está viviendo algo más emocionante.
A veces, el mejor remedio contra el FOMO es aceptar que perderse de algo no significa quedarse atrás. Así que la próxima vez que sientas esa presión de tener que estar en todas partes, recuerda que el FOMO es solo una emoción pasajera. La vida sigue, y tú también.