Corrían los años 50 del siglo XX cuando los surfistas californianos se preguntaron lo siguiente: ¿Y si intentamos tomar las olas sobre el asfalto? ¡Dicho y hecho! Montaron cuatro ruedas metálicas de patín sobre una tabla de madera y construyeron el primer monopatín: “land Surfboard”. Los surfers ya podían practicar sus piruetas en tierra. Hubiese olas o no, California nunca se quedaría sin surferos.
Los rudimentarios monopatines de madera empezaron a evolucionar con el paso de los años. Primero fue la tabla, más ancha y con formas cada vez más ergonómicas para una mejor adaptación a nuestros pies. En segundo lugar, evolucionaron las ruedas. Más pequeñas, más rápidas y más duraderas.
Aún sobre las ruedas, os explicamos que actualmente existen los llamados ‘trucks’. Son una especie de soporte que divide la tabla de las ruedas para dotar de mayor flexibilidad a la tabla y soportar más peso. De esta manera, el skateboarding se convierte en un deporte accesible para todo tipo de personas.
El skateboard está preparado para deslizarse, dar saltos y hacer loopings. Pero ¿puede rodar sin ruedas? ¡También! La tecnología avanza a pasos tan agigantados que ya existen los primeros prototipos de longboard que levitan. Todavía se encuentran en fase de desarrollo, pero el aeropatín de 'Regreso al futuro 2' está más cerca de ser una realidad.
El mecanismo que utilizan estas aerotablas es el mismo que el de los trenes de levitación magnética. El prototipo del monopatín del futuro es capaz de levantarse unos 2,5 centímetros del suelo y avanzar con una persona encima, siempre que lo haga en una superficie de cobre u otro material compatible con el magnetismo.
Un monopatín que protege tus zapatillas
Como decíamos anteriormente, en sus orígenes, los skates eran simples trozos de madera sin ningún tipo de tratamiento especial. Sin embargo, con el paso del tiempo los monopatines se sofisticaron y la superficie de las tablas se recubrieron con una lija que garantizaba una mayor estabilidad al skater. El usuario ganaba adherencia a cambio de destrozar sus zapatillas.
Esto era así hasta que dos apasionados del skate, Sergio Mejuto y Javier Boes, desarrollaron una lija antideslizante no abrasiva a la que bautizaron como CreamGrip. Estos dos jóvenes emprendedores se hartaron de romper zapatillas practicando skate. Así que no pararon hasta hallar la solución.
Su primer pensamiento fue inventar una suela ‘indestructible’ para zapatillas. Una idea que duró poco en las mentes de Sergio y Javier, ya que se trataba de una empresa poco asumible en términos de producción. "Si no podemos cambiar las suelas -debieron pensar-, sustituyamos la lija de las tablas".
Investigaron con diferentes materiales hasta que han encontrado la fórmula para fabricar láminas antideslizantes de goma que sustituyan las actuales, que son las mismas que utilizan los carpinteros. Si quieres conocer la historia completa, mira este vídeo.
Esta tabla respetuosa con las zapatillas, da lugar a un nuevo concepto de equipación para skate: conservando la premisa de disponer de un calzado más bien plano y hecho con materiales que faciliten el agarre, al desterrar el problema del desgaste se amplían considerablemente las opciones de vestimenta.
Esto no sólo te da más cintura a la hora de definir tu estilo, sino que también abre la veda a que fabricantes emergentes y comprometidos con causas sociales puedan meter su calzado en el mundo del skate. Por ejemplo, marcas como Timpers, en la que el calzado es diseñado por personas ciegas, tienen la oportunidad de asomar la cabeza en el ámbito deportivo, a pesar de estar hechas con materiales para uso urbano y no para la práctica de alto rendimiento.
El e-skate como medio de transporte
Las tablas de skate con GPS, control remoto, batería eléctrica o reconocimiento de usuario son algunas de las funciones que incorporan la nueva generación de longboard gracias a los avances tecnológicos.
Las nuevas prestaciones han permitido que los monopatines ya no sean tan sólo un producto de ocio para skaters, sino que sean un medio de transporte a tener en cuenta.
6 longboards a tener en cuenta
XTND Board. Se trata de un skateboard inteligente capaz de optimizar la ruta, reconocer al usuario, que incorpora un modo de freno regenerativo y un bloqueo total del aparato mediante una app de móvil. Su batería tiene una autonomía de 20 kilómetros a una velocidad máxima de 45 kilómetros por hora. Otra prestación destacada es la rápida carga de su batería: sólo requiere una hora de recarga para estar plenamente operativa.
Onewheel. Una imponente rueda de 6,5 por 11,5 pulgadas, con un motor de 500 W alojado en su interior, nos transportará allá donde queramos. Concretamente, este modelo de skate eléctrico nos permitirá recorrer entre 21-29 kilómetros a una velocidad máxima de 30 kilómetro por hora. Su batería tiene dos modos de carga: la rápida, en 20 minutos; o la lenta, en dos horas. Dependiendo de la que elijas, su autonomía será total o parcial.
KKA S1. Nos encontramos ante un e-skate 4x4. Su robusta estructura le permite transitar por caminos y terrenos complicados. De hecho, es resistente al agua (sí, otra vez estás pensando en Regreso al Futuro 2). Además, está equipado con un motor y una batería que te permitirán recorrer una distancia de 40 kilómetros a una velocidad máxima de 35 km/h. Otras prestaciones que le convierten en el medio ideal para desplazarte por la ciudad son sus luces LED y un sistema de tracción de facilita su conducción.
ACTON Smart Electric Skateboard. Es un skateboarding que dispone de una autonomía de 12 kilómetros, alcanza los 22,5 kilómetros por hora y soporta hasta 100 kilos de peso. Los extras de este ‘vehículo’ son las luces LED en los laterales para que nos vean mejor y un control inalámbrico de velocidad para incrementar o reducirla.
Stealth. Fabricado con los mismos materiales y mecanismos de las tablas de snowboard, este longboard nos garantiza una conducción ágil y ligera. Estamos ante un skate que dispone de cinco modos de conducción para que no haya ningún tipo de terreno que se nos resista. Recorreremos el asfalto con la misma facilidad que subiremos colinas. Y es que cuando nos adentremos en terrenos escarpados y abruptos, será cuando agradeceremos su sistema de absorción de vibraciones.
Ninestep Hotspot. El atractivo de esta tabla eléctrica radica en su sencillez. Se trata de un skate que reúne las prestaciones necesarias para llevarnos a nuestro destino de forma sencilla y rápida. Sus 40 kilómetros por hora y su autonomía de 20-25 kilómetros nos garantiza que no lleguemos tarde a nuestro lugar de trabajo ni a la quedada con nuestros amigos. Entre sus prestaciones, destaca un sistema de frenos regenerativos, su capacidad para subir pendientes de hasta 30 grados y soportar un peso máximo de 150 kilos.
¿Cansado de buscar aparcamiento o pagar parking? ¿Quieres un transporte sostenible y respetuoso con el medio ambiente? No lo dudes. Súbete a una tabla y rueda hasta tu destino.