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Si tus hijo/a ya empieza a usar ChatGPT para estudiar, hacer deberes o simplemente por curiosidad, es normal que te preguntes hasta qué punto puedes controlar lo que ve o escribe. El control parental en ChatGPT es muy útil, ¡y aquí te lo explicamos paso a paso!
La inteligencia artificial ha llegado a los hogares más rápido de lo que imaginábamos, y aunque puede ser una gran herramienta educativa, también requiere acompañamiento y límites.
ChatGPT puede ser un aliado para aprender o pasar el rato curioseando, pero también acabar siendo una fuente de información inadecuada si no se usa bien. Configurar el control parental en ChatGPT es sencillo y fundamental.
Con solo unos pasos puedes decidir qué tipo de contenido permite la aplicación, cómo se gestionan las cuentas y cuál será el nivel de supervisión. Así garantizas un entorno digital más seguro para los más pequeños.
Antes de entrar en configuración, dedica unos minutos a una charla abierta con el/la menor. Explica las ventajas y riesgos que conlleva la IA, lo poderosa que es esta herramienta y el provecho que se puede sacar si se usa bien.
Establecer vínculos de confianza con tus hijos es de vital importancia, pero es natural querer protegerlos y llevar un cierto control.
Por eso OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT, ha implementado herramientas de control parental pensadas para padres, madres y tutores que quieren garantizar un uso más seguro.
Estas opciones permiten limitar contenidos, gestionar accesos y decidir cómo se usa la app, tanto en móvil como en ordenador.
La configuración depende de si usas ChatGPT en la web o en la app móvil (disponible en iOS y Android), pero el proceso es muy similar.
Si tu hijo usa ChatGPT, lo ideal es que no lo haga desde tu cuenta personal. Puedes crear una cuenta independiente para él y activar la supervisión a través de los ajustes de OpenAI. Desde ahí podrás vincularla a tu correo, revisar la actividad y establecer filtros según la edad.
En el caso de menores de 13 años, ChatGPT no debería usarse sin supervisión directa. En el caso de adolescentes, puedes ajustar las preferencias de contenido para que se adapten a su edad y fomentar conversaciones abiertas sobre cómo usar la herramienta de forma responsable.
Más que controlar se trata de estar disponibles para resolver dudas, hablar sobre lo que descubren y ayudarles a desarrollar pensamiento crítico.
ChatGPT no muestra contenido explícito, pero los filtros adicionales ayudan a evitar respuestas inapropiadas o temas sensibles.
Desde los ajustes de privacidad y seguridad podrás activar opciones de filtrado que bloquean respuestas relacionadas con violencia, lenguaje inadecuado o temas no aptos para menores.
También puedes restringir el acceso a extensiones o herramientas externas, que suelen estar disponibles en las versiones de pago (ChatGPT Plus o Team).
Si tu hijo usa una versión con acceso a navegación, generación de imágenes o carga de archivos te conviene limitar esas funciones.
En la configuración, puedes desactivar "Exploración con Bing", "DALL·E" (para generar imágenes) o "Análisis de archivos", de modo que el uso se reduzca al chat básico. Así evitarás que acceda a información externa o suba archivos personales.
ChatGPT guarda el historial de chats, accesible desde el menú lateral. Esta función te permite conocer cómo tus hijos interactúan con la herramienta y qué tipo de preguntas hacen.
Si lo prefieres puedes desactivar el historial, aunque eso limita la posibilidad de acompañarlos en su aprendizaje digital. Lo más recomendable es mantenerlo activado, revisarlo ocasionalmente (si son pequeños) y conversar con ellos sobre el uso adecuado de la inteligencia artificial.
Además del propio ChatGPT, existen aplicaciones de control parental como Google Family Link, Qustodio o Microsoft Family Safety, que permiten establecer límites de tiempo, bloquear apps o filtrar webs.
Google Family Link 
Si ChatGPT se usa desde un navegador o un dispositivo móvil, estas herramientas te permiten controlar el acceso global a internet, no solo al chat.
El control parental no consiste en prohibir, sino en acompañar.
Usar ChatGPT con límites adecuados puede ayudar a los niños a desarrollar curiosidad, pensamiento lógico y responsabilidad digital.
Al final se trata de enseñarles que la tecnología no debe nunca sustituir al criterio, es más, lo puede potenciar cuando se usa bien. ¿Alguna recomendación que quieras compartir? Si tienes algún truquillo para tener a los peques a salvo, ¡déjalo en comentarios! 🧒🏻💻
