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La considerada primera fotografía de la historia se realizó en el año 1824 por el científico francés Nicéphore Niepce. Dicha fotografía muestra las vistas desde la ventana de Le Gras, donde vivía el científico. Para conseguir aquella rudimentaria instantánea, el fotógrafo tuvo que estar más de ocho horas de exposición a plena luz del día. Nada que ver con la instantaneidad de las fotografías actuales.
Hoy en día, solo en Instagram, en un segundo se publican más de 50.000 fotografías. ¿Qué pensaría el científico francés de 1824 de este fenómeno de las redes sociales de fotografía?
Los métodos y procedimientos fotográficos han evolucionado de la mano de los avances tecnológicos. Se ha pasado de las grandes cámaras de madera con el fotógrafo oculto debajo de una tela, a las cámaras digitales y las minúsculas cámaras deportivas, como GoPro; de los carretes y negativos al almacenamiento digital en una tarjeta Micro SD. Del álbum de fotos reveladas al almacenamiento online o en carpetas en la nube…
Para viajar en el tiempo y entender la historia de la fotografía, Blanca Buenafé @blancafuenafe , ilustradora y creativa conquense, junto con su pareja Manuel Valle, también ilustrador @lolodraw_ , han decidido poner el foco en la historia y realizar una guía ilustrada de esta.
“La secuencia está basada en Estados Unidos, ya que estaban a la vanguardia de estas evoluciones fotográficas”, dice la autora del proyecto. “Cuando miraba los retratos de mis tatarabuelos con mi misma edad, no entendía porque ellos parecían mayores. Tras este proyecto, he entendido todo”.
Esta primera fotografía, no es una fotografía como tal. La imagen se plasma en láminas de cobre, de ahí el color anaranjado.
Blanca y Manuel interpretan el estilo de fotografía de 1830. La complejidad y el coste del proceso hacía que no todos pudiesen permitirse tener un retrato en sus casas, sólo la clase burguesa. Las mujeres aprovechaban para sacar sus mejores joyas y los hombres sus sombreros de copa.
Además, hay varias curiosidades detrás de ese posado. La primera es que el tiempo de realización de la foto era de más de 20 minutos, en los que los modelos no podían moverse, por lo que se idearon unos apoyos para las cabezas. Otra curiosidad es que los ojos de las fotos que se conservan de esos tiempos no se muestran nítidos por el movimiento del pestañeo.
Hablamos de la época en la que embarcó el Titanic, allá por 1912. La fotografía estaba en manos de la prensa y los estudiosos, aunque ya Kodac empezó a poner en venta las primeras cámaras.
Una novedad es que los carretes pasan a ser de 35 milímetros, como lo son en la actualidad.
La autora busca reproducir la pose de una pareja de la baja burguesía de la época, simulando la boina con la que DiCaprio ganó el pase para ser pasajero del Titanic. Ellas se mostraban naturales, sin maquillaje y, como la fotografía anterior, los modelos debían posar inmóviles durante un tiempo.
Los años 20, en los que el charlestón conquistaba Estados Unidos. Los modelos ya tienen más movilidad frente a la cámara, ya que el tiempo de retratado es menor. El maquillaje empieza a estar presente tanto en ellas, como en ellos.
También. en los años 20, es cuando empiezan a realizarse fotografías en movimiento, sin pose previa de los fotografiados, como las instantáneas de los paparazzi. De ahí que comiencen a aparecer las revistas ilustradas, como la francesa Vu o la estadounidense Life.
En 1940, los sombreros estaban de moda. Pero los diferentes procesos para obtener el color en las fotografías, como la tricromía descubierta en 1861, no estaban demasiado desarrollados. En la mayoría de los casos, se utilizaban planchas a color – como los filtros actuales de Instagram- para dar a las fotografías un tono verdoso, que era el que más predominaba. Fue en 1963 cuando Polaroid lanzó la película instantánea a color.
En el ámbito histórico, la segunda guerra mundial se está desarrollando y la fotografía de guerra es una de las claves para documentar lo sucedido en las trincheras, como las fotografías realizadas en el Desembarco de Lombardía.
Esta creación está inspirada en las técnicas fotográficas de 1950 cuando las técnicas de la fotografía a color ya están extendidas, al igual que el rock and roll estadounidense.
Los tupés, el maquillaje excesivo son los reyes de la estética y la fotografía está al alcance de todos para poder capturar estos estilismos rebeldes. Además, a diferencia de las poses de las anteriores fotografías, la figura femenina pasa a posar de forma más libre y “alocada”.
La recreación de la fotografía se sitúa en los años 60 en Estados Unidos. El sueño americano conquistó a los modelos en los años 1960. Una casa con jardín, dos hijos, un perro, un trabajo ideal… La felicidad es palpable entre los protagonistas de la fotografía, gracias a las sonrisas forzadas y la unión entre los modelos para demostrar el éxito que trae ese ideal de vida.
Kodac lanza la primera cámara digital en 1975, aunque son pocos los que tenían una en casa. Un dispositivo de casi 4 kilos, con una calidad de 0,01 megapíxeles, realizaba fotografías en blanco y negro y tardaba 23 segundos en digitalizar la fotografía.
Aún así, las fotografías ya tienen una calidad superior y, por lo tanto, no hay tanto granulado en ellas. Los modelos aparecen en movimiento, bailando, cogiendo a hombros a la chica… La mentalidad hippie también se traspasa al mundo de los retratos y a los vestuarios de sus protagonistas: chalecos, flecos, estampados de flores…
El Príncipe de Bel-Air sería un influencer de moda durante los años 80. Las lentejuelas, los cardados, los jerséis multicolores, las prendas vaqueras eran los Trending Topics de las vestimentas de aquella década.
Comenzaron los retoques en la producción fotográfica con cromas coloridos, aunque Adobe Photoshop aún no había aparecido en nuestras vidas.
Es en 1991 cuando nace el Photoshop y, en 1994, una de las series televisivas más famosas de todos los tiempos: Friends. Además, las cámaras fotográficas digitales ya están al alcance económico de cualquier persona.
Las posturas de los modelos muestran la libertad individual: “Estamos juntos, pero somos independientes el uno del otro”. La mujer es más liberal, hasta el encaje empieza a formar parte de su vestuario del día a día.
Los selfies y los filtros de Instagram son la última oda a la fotografía moderna. Los hipsters son los propulsores de este movimiento y la sociedad ha aceptado los palos-selfies como complemento imprescindible de cualquier turista. Los morritos y las miradas para seducir a la cámara y conseguir likes, son las poses elegidas por todos los modelos.
En la actualidad, la fotografía está tan al alcance de todos, que no hay día que no se resuma en una captura de imagen. La técnica selfie demuestra la sencillez de poder realizar fotografías sin ningún esfuerzo.
Además, la resolución de las imágenes se aleja mucho de la calidad de 0,01 megapíxeles de la primera cámara digital de 1975, llegándose a alcanzar fotografías de 195 mil millones de píxeles.
