Diez historias robóticas relevantes que nos preparan para el futuro
15 Abril 2020 - Actualizado 21 Enero 2022
Pensamos en robots y lo primero que se nos viene a la cabeza son criaturas metálicas con forma humanoide en la que la inteligencia artificial consigue que se pueda manifestar de forma más o menos natural. El mundo tecnológico de los últimos meses nos está descubriendo que hay muchos avances en robótica que no son tan evidentes, o al menos pueden resultar curiosos de conocer.
Os vamos a enseñar diez desarrollos que llegan desde cualquier punto del globo y desde cualquier posición, ya sean grandes empresas o pequeñas startups. Algunos de ellos nos pueden sorprender por su concepto y puesta en escena. Estamos seguros de que son solo la punta del iceberg, un pequeño pero importante paso en el camino hacia la integración de robots en nuestras vidas personales y laborales.
Robots a tamaño insecto
Una pequeña máquina voladora que bien podríamos definir como un drone insecto, eso es Robobee, un desarrollo de la Universidad de Harvard. Lo realmente interesante de este robot no es su tamaño, es la integración de pequeños paneles solares que le permiten ser autónomo desde el punto de vista energético.
Sus cuatro alas son capaces de moverse a una velocidad de 170 veces por segundo. Pesa únicamente 259 miligramos, la mitad que un clip de papel, mientras que los paneles solares pesan 10 gramos cada uno. Robobee es todo un ejemplo de hasta donde llega la miniaturización de componentes.
¿Su destino? Los desarrolladores consideran que puede convertirse en un dispositivo ideal para monitorizar estancias de tamaño reducido, donde nosotros no podemos entrar con facilidad.
Este robot ha sido desarrollado por Piaggio, la marca de las vespas, y está pensado para que no tengamos que cargar con peso. Gita nos reconoce y nos persigue de forma autónoma, al tiempo que ofrece una zona de carga bastante importante.
Para moverse y reconocernos cuenta con un sistema de cámaras con visión en 360 grados. Gracias a los puertos de carga es posible suministrar energía a otros dispositivos, como nuestro teléfono móvil.
Unas lentillas que pueden alterar nuestra visión sin tener que accionar ningún botón, en eso están trabajando en la Universidad de San Diego en California. El equipo explora como aprovechar el reconocimiento de las señales eléctricas que hace el ojo, también llamadas señales electrooculográficas.
Desarrolladas dentro del campo de la robótica de los Soft Robotics, que intenta construir robots a partir de materiales muy compatibles con los organismos vivos. La idea en la que trabajan es poder cambiar las condiciones de la lente - realizando un aumento - al guiñar dos veces con el ojo.
Se llama ROGNON y se trata de una colaboración entre IKEA y la startup ori. Pensando en hogares muy pequeños, las dos empresas crean mobiliario modular que podemos controlar con una superficie táctil.
IKEA pone la parte mueble y ori se encarga de robotizar el asunto. Estas cosas se ven mucho mejor en funcionamiento, mirad el vídeo, pero podemos resumir la cosa en que el mueble principal es una “L” que esconde muchas partes básicas de un hogar como la cama, un escritorio o un sofá.
ATLAS es claramente el más famoso de esta lista, ha aparecido en multitud de vídeos virales en los últimos años, demostrando sus habilidades. Podríamos decir que es el robot más avanzado en movimientos, capaz de correr, mantener el equilibrio y soltear obstáculos de una forma parecida a la que lo haríamos nosotros.
El robot de Boston Dynamics también es resistente para trabajar en condiciones extremas de temperatura, es capaz de recoger objetos y usarlos de forma natura, como cargar con artículos pesados.
Una aplicación original e inesperada para un robot, copiando el comportamiento de animales de la naturaleza. Desarrollado por la japonesa Nissan, el robot aigamo hace las veces de un pato nadando entre los arrozales.
Funciona de forma autónoma y va moviéndose cual aspiradora inteligente para intentar cubrir todo el espacio, pero en realidad lo que va haciendo es mover unas brochas sumergidas que imitan las patas de un pato. El movimiento oxigena el agua y evita que las malas hierbas echen raíces.
FoldiMate, doblando la ropa
Nos imaginamos robots en líneas de producción, pero también tenemos que empezar a verlos dentro de la casa, haciéndonos las tareas más fáciles. ¿Te da coraje doblar la ropa? Pues te proponemos una solución con FoldiMate.
No es un dispositivo barato - cerca de 1.000 dólares -, su diseño se integra como un electrodoméstico más en tu zona de lavado para hacerte ganar algo de tiempo - y ahorrarte de hacerlo -. A lo mejor en una casa tiene poco sentido, pero en un lugar donde haya mucho movimiento de ropa, puede ganar interés.
Los robots de Anybotics son cuadrúpedos, pueden subir escaleras y pasar obstáculos. Acompañados de radares y cámaras son capaces de introducirse en el interior de un edificio y mapearlo por completo, como se puede ver en el vídeo. La idea es poder mandarlos en situaciones de emergencia a lugares donde el hombre no puede entrar.
La empresa Continental ha ideado una forma alternativa de sacarles provecho, como vehículos de transporte de mercancías: viajan dentro de una furgoneta, y cuando llegan a un punto de entrega, se bajan y de forma autónoma llegan a cada puerta.
Agility Robotics y Ford nos enseñan que un robot transportista es una posibilidad, de hecho es una aplicación de la robótica que tiene proyección. Hablamos de un servicio de transporte desde el camión a la puerta, como habíamos visto en el ejemplo justo anterior: el robot hace la parte autónoma.
Digit-1 es un robot bípedo capaz de llevar en sus brazos una caja de hasta 18 kilos, y lo hace avanzando teniendo en cuenta cualquier tipo de obstáculo, como pueden ser cambios de superficie, escalones o personas.
Sophia, creación de Hanson Robotics, es uno de los robots más famosos de los últimos años, la hemos visto en programas de televisión, también haciendo anuncios. Pues la compañía ha decidido crear una versión en tamaño mínimo que quiere ayudar a los más pequeños a aprender.
La pequeña Sophia puede hablar, cantar, jugar, incluso hacer bromas. Pero su principal cometido es ayudar a chicos de entre 7 y 14 años a trabajar temas STEM (ciencia, tecnología, ingenieria y matemáticas), inteligencia artificial, incluso a crear código.