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Con la tecnología nos llevamos bien, pero viene de la mano de una serie de nuevos términos y palabrejas que escuchamos por todos lados: en las series, en la oficina o mientras usamos estos dispositivos: cookies, bug, patch o spam son algunas de ellas, pero… ¿Qué significan? Te traemos una definición sencilla y con ejemplos cotidianos ¡para que hasta tu abuela se maneje con jerga tecnológica!
Las cookies son esos dulces redondeados que venden en las tiendas hipster. Para ti son y serán siempre galletas, pero sabes que es una estrategia y que, poniéndoles el nombre en inglés, consiguen triplicarles el precio.
Pero cookies, en informática, son pequeñas informaciones enviadas por un sitio web y almacenadas en el navegador que utilizas, de manera que el sitio puede consultar tu actividad previa. Como cuando te pequeño te dejaban llegar a casa más tarde a cambio de llevarte a tu hermano. Él representa a las cookies, pero sin que el navegador pueda regañarte después por tu historial. Ahora ya sabes qué es lo que estás aceptando cuando dejas que una página guarde cookies en tu navegador.
Caché es lo que tenía Sara Montiel en los años cincuenta. Pero, cuando hablamos de la caché en femenino y en páginas o dispositivos, nos referimos a una serie de datos que se almacenan temporalmente para mejorar la experiencia de navegación.
Si eres de los que tiene todo lo que necesita en la mesa del trabajo a mano, se puede decir que también utilizas esta mentalidad de la caché. Es decir, dejas a la mano lo que usas porque sabes que lo vas a volver a necesitar, y así ahorras tiempo. Borrar la caché en un dispositivo sería como recoger la mesa y dejarla vacía de nuevo para ir llenándola poco a poco.
¡La cosa va de huevos! Hablamos de los Easter Eggs (o huevos de Pascua, en español), un concepto que define los mensajes ocultos que los programadores esconden en su obra, haciendo una analogía con los huevos que se esconden en los jardines en algunos países cuando llega la Pascua.
Es la manera de los programadores de dejar su sello personal, un guiño y un recuerdo a ese trabajo que tantas horas les ha llevado. ¡Estos programadores son unos cachondos!
Spam podría ser el nombre de un baile ochentero, pero en realidad designa algo no muy guay, sino más bien molesto. En pocas palabras, el spam es ese contenido no deseado que encuentras en tu bandeja de correo electrónico.
¿Y por qué se llama así? La historia es, cuanto menos, curiosa: SPAM era una marca de carne enlatada muy popular, y los Monty Python realizaron un sketch humorístico en el que la camarera de un bar recitaba los platos del día y todos tenían SPAM. El sketch culminaba con una horda de vikingos repitiendo la palabra, lo que resultaba molesto y pesado. Por esto, tiempo después, se comenzaron a llamar así a estos correos no deseados. ¡Spam, spam, spam!
¡Están por todas partes! Los algoritmos son pasos detallados o fórmulas que sirven para resolver un problema o completar una tarea. En la vida real, un algoritmo sería lo que utilizas cuando le explicas a los turistas de tu ciudad cómo llegar a la plaza del pueblo: no les explicas cada mínimo detalle, sino que les guías con unas cuantas indicaciones que servirán para llevarles al destino.
Si alguna vez te has preguntado por qué tu plataforma de streaming te conoce tan bien y por qué te recomienda siempre cosas molonas sin haberlas buscado previamente, es gracias a los algoritmos de recomendación.
Pero… ¿entonces por qué me recomendó una comedia romántica si me dan repelús? No es que funcione mal, es que el algoritmo juega a veces a ofrecerte algo diferente para medir tu interés. Si ve que no te va eso, tomará nota y lo cambiará por algo distinto. ¡Qué listillos los algoritmos!
Bug es un término inglés que en español se traduciría como “bicho”. En realidad, cuando se habla de un bug en términos informáticos se hace referencia a un error o defecto.
Pero entonces… ¿por qué se les llaman “bichos”? La historia tiene miga: Grace Hopper era una programadora que encontró una polilla atrapada en un ordenador, causando problemas en el equipo. Hopper pegó la polilla al informe y escribió la palabra bug. Desde entonces se conocen por este nombre los errores de sistema.
Así que ya sabes, la próxima vez que escuches que un videojuego o una aplicación tiene muchos bugs, no es que tenga bichos… ¡Tiene fallos!
¡Todo se arregla con parches! Si no, que se lo digan a la parte de las rodillas de los pantalones. Patch se traduce como parche al español, y en términos informáticos viene a designar básicamente eso: un parche que corrige un punto débil en el área necesaria de un programa o una aplicación, y que en ocasiones, le da un nuevo aspecto o lo mejora de alguna manera. ¡Vivan los parches!
Bot es la fórmula corta de robot, y el término hace referencia a un programa informático que simula el comportamiento humano. Estos bots pueden hacer muchas tareas: desde ciberataques a crear cuentas de correo o conversar con seres humanos.
Digamos que son como las hormigas obreras, cada uno tiene un trabajo asignado y lo hará sin descanso durante toda su vida. A no ser que algún día se rebele.
¿Qué quiere decir que alguien es un geek? Se podría decir que son la versión actualizada del Friki 1.0. Se llaman así a las personas que sienten fascinación por la tecnología y la informática. ¡Tecno-cerebritos!
En la era en la que vivimos ser geek es todo un motivo de orgullo, por eso puedes encontrarte con gente que se autodenomina geek del vino, de los coches o de la saga de El Señor de los Anillos. ¡Be geek, my friend!
El virus que puede afectar a tu ordenador funciona de una manera similar al que puedes pillar tú. ¡Pero tranquilo, no puedes contagiar a tu ordenador ni él a ti!
Los virus informáticos actúan de muchas maneras, pero lo que hacen es meter su propio código en otros programas y archivos para extenderse. Una vez que se infecta el dispositivo, el virus crece como la mala hierba, destruyendo tu cuidado jardín y destrozando tu granja de Facebook. Vamos, que no se los deseas a nadie. ¡Qué majetes los virus!
Esperamos que estos diez términos te hayan aclarado muchas cosas, y que ahora puedas incluirlos en tu vocabulario con soltura y seguridad. ¡Ya no tienen secretos para ti!
