Todos los nuevos jugadores de este adictivo título de Blizzard se han metido alguna vez en el modo Arena para conseguir mejores recompensas. Sin embargo, tras perder muchas horas se dan cuenta de que los resultados no son los esperados. ¿Qué es lo que falla? Pues que posiblemente nuestra estrategia no haya sido la adecuada y que hemos confeccionado un mazo poco competitivo. No te preocupes, ya que en la entrada de hoy vamos a mostrar una guía para aprender a jugar a Hearthstone en 2019.
Elegir el Héroe
En principio, puedes ganar con cualquier Héroe del juego, pero en función de las mecánicas algunos son más fáciles de usar que otros. Por ejemplo, a los principiantes se les aconseja elegir el Mago o el Paladín, mientras que clases como el Guerrero están reservadas a jugadores experimentados.
No es que sean mejor o peores, pero gracias a su combinación de poderes y cartas las probabilidades de victoria aumentan en los niveles bajo de la competición. Una vez que hayas dominado estas dos clases iniciales, podrías echarle un ojo al Sacerdote, el Cazador o el Brujo, que tienen una curva de aprendizaje un poco más elevada.
Crear un mazo competitivo
El segundo paso es crear un mazo competitivo. Y como no hay límite de tiempo, escoge con mucho cuidado entre las opciones que tienes a tu alcance. Olvídate de las configuraciones que hayas hecho en el modo normal, ya que en la Arena una carta solo tiene valor si es capaz de interactuar con el resto de nuestro mazo.
Una buena idea es concentrar tus esbirros en cartas que cuesten 2, 4 y 6 de maná, ya que esta disposición es muy flexible y se adapta a la perfección a la mayoría de partidas. Es mejor tener el maná controlado que cartas muy poderosas que no vas a usar, aunque si es realmente buena puede merecer la pena, como por ejemplo con el Gólem de la Cosecha.
¿Qué esbirros elegir? Aquellos que tienen habilidades como Escudo Divino, Provocar o Silenciar son muy importantes para decantar la partida a tu favor. Y también son muy interesantes lo que proporcionan “bufos”, es decir, que mejoran las características de otras cartas. Los hechizos son más defensivos y aunque no está de más tener unas cuentas bolas de fuego, no deberías basar tu mazo en ellos.
Recuerda que es una guía básica para jugar a Hearthstone, así que cuando domines estos conceptos elementales puedes pasar a crear otros mazos menos equilibrados que se adapten mejor a tu estilo de juego. Pero siempre han de estar basados en el control de la partida, que es lo que al final te dará la victoria en el modo Arena.
Seleccionar las primeras cartas
Comienza el juego y tu objetivo es dominar en los primeros turnos, para lo cual deberías usar esbirros de como mucho 3 de mana. Ya tendrás tiempo en el late game para posicionar tus mejores cartas. Utiliza solo los hechizos cuando realmente lo necesites, ya que en estos primeros compases los esbirros son siempre la mejor opción.
Aunque la partida puede dar muchas vueltas y siempre tendrás que contrarrestar los ataques del contrario, en general deberías guardar las mejores cartas para el final si los esbirros de bajo nivel que están en mesa son capaces de soportar el castigo. Como hemos mencionado, estos consejos son solo punto de partida, así que tendrás que practicar mucho y desarrollar tu visión del juego.
Y si tienes tiempo, échale un vistazo a las partidas de los profesionales. Te mostrarán una perspectiva nueva sobre cómo jugar a Hearthstone y posiblemente aprendas algunos combos que se te habían pasado por alto. ¡Hasta la próxima!