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Llevamos años escuchando hablar de las ciudades inteligentes como una opción de futuro. Sin embargo, ya existen muchos modelos de urbes de este tipo funcionando cada vez a mayor rendimiento, ¡incluso en nuestro país! De aquí a 2030 las ciudades españolas deben bajar sus niveles contaminantes drásticamente, pero es que para el año 2050 nos hemos comprometido a funcionar al 100% únicamente con el uso de energías renovables. Para entonces más nos vale haber colocado más de uno de nuestros núcleos urbanos en este top de ciudades inteligentes que os traemos hoy, porque si no… ¡estaremos a la cola del progreso mundial!
Cada vez es más habitual hablar de la ciudad inteligente o smart city, pero… ¿qué son las ciudades inteligentes y por qué se las llama así? Que sepamos, aunque el concepto de IA está bastante avanzado, aún no se ha desarrollado la tecnología necesaria para que las ciudades ‘piensen por nosotros’. No existe un modelo de urbe que se autogestione por completo sin la necesidad de la actuación del ser humano, ¿o sí? No, tranquilos, de momento esto queda para las ciudades inteligentes del futuro. Eso sí, a día de hoy sí que estamos dando ya los primeros pasos hacia esa situación. En unas zonas más que en otras, todo hay que decirlo, pero pronto será una tónica en todas las grandes ciudades.
Las ciudades inteligentes y sostenibles son aquellas que enfocan su funcionamiento a favorecer ciertas buenas prácticas a la vez que nos facilitan la vida. ¿Y a qué nos referimos con esto? Aquí os dejamos algunas de las características básicas de las ciudades inteligentes para que entendáis mejor lo que queremos deciros:
Esta filosofía, que ya se aplica en algunas de las comunidades de vecinos más avanzadas, está implementándose desde hace unos años en algunas ciudades del mundo. En toda la ciudad. O lo que es lo mismo: el ser humano está consiguiendo, poco a poco, diseñar ciudades que un día serán completamente autónomas para ciertos procesos, ¡y que harán que vivir en ellas sea una gozada!
Ahora que conocemos los pilares del concepto de ciudades inteligentes, toca entender un poco mejor por qué es importante que nuestras urbes terminen convirtiéndose en una de ellas. ¿Os imagináis vivir en un gran núcleo urbano con barrios hiperdesarrollados conectados entre sí de la manera más eficiente pero con cero emisiones de contaminación hacia nuestra atmósfera? Esa es la gran ventaja de las ciudades inteligentes más top, y el tema de la no contaminación debería ser la piedra angular sobre la que girase toda la evolución de los lugares en los que vivimos.
Ya se ha demostrado que podemos funcionar igual de bien, o incluso mejor, haciendo muchísimo menos daño a nuestro planeta y a los que conviven con nosotros. ¿Entonces por qué nos empeñamos en seguir haciéndolo igual de mal que siempre? Entre otras cosas, porque no tenemos las herramientas necesarias para hacerlo de la forma indicada. Lo bueno de las ciudades inteligentes es que ponen al servicio de la ciudadanía todo lo necesario para hacer las cosas bien. Y cuando ocurre esto, lo único que queda por hacer es enseñar a la sociedad a adaptarse.
La adaptación es la característica que mejor define al ser humano. Por eso, si adecuando nuestras costumbres a una nueva forma de funcionar podemos disfrutar de un mundo mucho mejor y además podemos dejarle un planeta mejor a los que están por venir… ¿por qué negarse a hacerlo? Las ciudades inteligentes no solo nos enseñan a ser mejores ciudadanos, ¡también nos enseñan a ser mejores personas!
Como ya supondréis por la cantidad de aparatos ‘inteligentes’ que han llegado a nuestra vida durante los últimos años, para que una urbe sea considerada una smart city debe estar perfectamente sincronizada con internet. Eso sí, no con la red de redes con la que estamos familiarizados nosotros, sino con el IoT, también llamado internet de las cosas (internet of things). Es esta red la que permite a los dispositivos inteligentes estar en contacto entre sí y automatizar el mayor número de procesos que sea posible.
Más limpieza, menos recursos empleados, menos energía desperdiciada y todos mucho más contentos. ¡Son todo ventajas!
Y esto es tan solo un ejemplo muy básico de lo que puede hacer este tipo de tecnología. Transporte urbano, iluminación, salud, gestión del agua, economía local… Son muchos los ámbitos que se ven beneficiados por el uso de los dispositivos inteligentes, ¡ojalá no tardemos mucho en poder interactuar con ellos, será buena señal!
En circunstancias normales sería complicado hacer un ranking de ciudades inteligentes. Sin embargo, el ritmo pausado de los primeros años ha hecho que las diferencias entre los núcleos urbanos que se pusieron las pilas en su día y los que están empezando ahora se note muchísimo. Los ayuntamientos deben volcarse con la gestión de ciudades inteligentes y sostenibles si no quieren quedarse atrás, y para eso nada como echarle un buen vistazo a este top 5 de ciudades inteligentes del mundo. Todas ellas empezaron siendo ciudades normales, pero a día de hoy son espejos en los que mirarse.
Bueno, en realidad vamos a hablaros sobre 6, porque aunque no está dentro de este top 5 hay una ciudad española, sede del primer Congreso de Ciudades Inteligentes, que se está esmerando, y mucho, en convertirse en un nuevo ejemplo a seguir en este sentido. Cuando la pandemia de coronavirus no sea más que un mal recuerdo y volvamos a viajar sin ningún tipo de temor visitad algunas de ellas, ¡será un viaje al futuro en toda regla!
Tendemos a pensar que las ciudades con mayor volumen de habitantes tardan más en adaptarse a los cambios, pero en realidad es más bien todo lo contrario. Uno de los mejores ejemplos de ello es Singapur, la segunda urbe con mayor densidad de población del mundo, pero también la más avanzada de este top de ciudades inteligentes. No importa cuánta gente viva en un lugar, lo realmente importante es la voluntad de cambio tanto de los gobernantes como de la propia sociedad.
De hecho, como ya sabréis, los adelantos tecnológicos llegan siempre primero a las grandes capitales. De ahí que, como veréis a continuación, las ciudades más inteligentes del mundo sean nombres de sobra conocidos por todos. El caso de Singapur, por otro lado, es curioso: se trata de una ciudad con una tasa de envejecimiento enorme, pero estas personas mayores, que en España serían reacias a este tipo de cambios, se han adaptado a la perfección a su nuevo modo de vida.
Cada aspecto esencial de la ciudad cuenta con sensores para recoger datos sobre su funcionamiento. De este modo todo puede ser analizado por expertos para, con ayuda de ordenadores muy potentes, dilucidar cómo mejorar la productividad y eficiencia de la ciudad. Por si esto fuera poco, sus máximos mandatarios no dejan de hacer mejoras:
En definitiva, una forma de vivir mucho más inteligente y beneficiosa para con nuestro planeta, ¡ojalá vernos como ellos en muy poco!
Parece mentira lo que ha evolucionado la ciudad en tan solo unos años, pero Dubai ha pasado de ser una auténtica desconocida a reinar en el mundo entero. Cierto es que con el dinero de los petrodólares la vida brilla de otra manera, pero no es menos cierto que precisamente por eso podrían estar contaminando todo lo que quisiesen sin ningún miedo a las posibles sanciones económicas. ¡Y han decidido hacer todo lo contrario!
De hecho, si han llegado hasta esta meritoria segunda posición en este particular ranking de ciudades inteligentes ha sido precisamente gracias a una iniciativa pionera en el mundo. Dubai se ha propuesto digitalizar por completo todas las ramas de su Administración, ¡y están a punto de culminar este titánico propósito! Esto, que parece un mero trámite burocrático, es en realidad una forma brutal de evitarle quebraderos de cabeza a nuestro planeta.
Un buen ejemplo de esto último es un sistema inteligente implementado en los autobuses de la ciudad gracias al cual han disminuido drásticamente los siniestros por fallos humanos. Está claro que tener dinero no implica necesariamente hacer las cosas bien, pero el caso de Dubai es un punto y aparte y precisamente por eso es aún más encomiable que otros ejemplos de este top de ciudades inteligentes.
Que los países nórdicos ganen calle en la mayoría de aspectos sociales es algo que no nos extrañará a estas alturas del cuento. Nosotros tenemos el buen tiempo y el disfrute, pero sorprendentemente son ellos los que presumen de tener una calidad de vida absolutamente envidiable. Pues bien, en términos de ciudades inteligentes, como era de esperar, también nos ganan.
Es el caso de Copenhague, capital de Dinamarca. Uno de sus principales fuertes está en la aplicación de tecnología a todos los ámbitos que pueden afectar a la circulación por sus calles. Este departamento ha conseguido agilizar la movilidad de una forma verdaderamente impresionante. Si sucede algún tipo de problema, se soluciona sobre la marcha y de la manera más eficiente que exista, ¡y eso es una verdadera gozada!
La primera ciudad estadounidense de un ranking de ciudades inteligentes como este tenía que ser Boston sí o sí. No en vano, allí está la Universidad de Harvard, así como el prestigioso MIT. Vamos, que en su caso la cosa iba especialmente de prestigio, ¡y no ha defraudado!
De igual modo de Copenhague, Boston ha centrado su funcionamiento inteligente sobre todo en la movilidad. Desde evitar atascos hasta proporcionar soluciones para compartir cualquier tipo de vehículo. Eso sí, en este caso la ciudad ha ido un poco más allá. Ha aprovechado la vertiente más social del internet de las cosas para implicar al máximo a sus vecinos, que ahora tienen más voz que nunca en cuanto a las problemáticas que afectan a sus barrios.
¿Lo mejor? Que ahora se sienten partícipes de los cambios a mejor en su ciudad, ¡cómo nos gustaría llegar a sentirnos así algún día!
Otra gran capital nórdica es la que cierra el listado de este top 5 de ciudades inteligentes del mundo. El caso de Oslo, por cierto, es especial, ya que aún su inteligencia como ciudad con la sostenibilidad con el medio ambiente. Hay quien piensa que una ciudad inteligente es únicamente comodidad para sus ciudadanos, pero el fondo de todo es conseguir ser una ciudad mucho menos dañina para nuestro planeta.
Que sepamos, la capital de Noruega cuenta con cerca de tres cuartos de millón de luces LED totalmente conectadas entre sí. Esto permite no solo que estén perfectamente sincronizadas, sino también que se pueda variar su intensidad en función de las necesidades. O lo que es lo mismo, decidir que consuman menos energía cuando esto sea viable.
Pero la cosa no se queda ahí. Ahora que es una ciudad más solidaria con el medioambiente, Oslo quiere también aliviar la atmósfera de la contaminación que generan los vehículos de motor de combustión interna. El próximo paso será conseguir que el tráfico deje de suponer un problema, ¡y estamos seguros de que lo conseguirán!
Ya os avisamos al inicio de este apartado de que incluiríamos una ciudad española como regalito. Sí, tiene por delante a Londres y a Nueva York, dos de las ciudades más punteras del planeta, pero Barcelona está haciendo un esfuerzo descomunal por estar a la vanguardia del cambio, y nos llena de orgullo y satisfacción poder decir que lo está consiguiendo.
Cuenta con un sistema de iluminación muy similar al de Oslo, aunque de momento su red no es tan descomunal. Eso sí, la cosa va mucho más allá. Paneles informativos en las calles sobre la calidad del aire o los niveles de ruido, gestión inteligente del tráfico, contenedores de basura inteligentes como los que os mencionamos al inicio del texto...
Lo cierto es que la Ciudad Condal, la segunda de mayor tamaño de nuestro país, parece haber cogido carrerilla hacia lo más alto de este top 5 de ciudades inteligentes del mundo. Madrid, por cierto, no le va a la zaga con la instalación de decenas de estos contenedores, aunque aún tendrá que esforzarse más en otro tipo de ámbitos para subirse al carro de las mejores ciudades inteligentes.
Obviamente, las ciudades inteligentes no serían posibles sin aplicar los avances en tecnología. Ahora bien, cuando supimos que esto iba en serio fue cuando, en vez de limitarse a aplicar dichos avances, empezaron a nacer empresas dedicadas a desarrollar nuevas tecnologías pensadas específicamente para la smart city. Ahí fue cuando nos dimos cuenta de que la cosa iba en serio, de que lo que parecía un plan de futuro era más presente que nunca, ¡y de que nuestra generación ya vivirá en este tipo de ciudades inteligentes!
Por eso hoy os traemos tres de los mejores ejemplos de que la ciudad inteligente ha llegado a España. Tres maravillas tecnológicas que pronto, en tan solo unos años, veremos instaladas en nuestros lugares de residencia y nos harán la vida mucho más sencilla y sostenible, ¡Ya veréis!
Ya hemos comentado en un par de ocasiones hablando de las ciudades inteligentes más top que la movilidad eléctrica es vital de cara a gestionar mejor nuestros recursos haciendo el menor daño posible a nuestro planeta. Uno de los hándicaps de este sistema es la autonomía de los vehículos eléctricos y la preocupación por cómo y dónde recargarlos.
Pues bien, esta empresa española ha diseñado un sistema que mejora tremendamente la eficiencia de nuestras recargas. Nos permite decidir la hora de inicio, la de finalización e incluso controlar desde nuestro smartphone la red eléctrica de casa para evitar sobrecargas.
¿Cómo moverse por la ciudad o llegar hasta ella desde la periferia sin tener vehículo propio? Lo cierto es que la disminución del parque móvil español debería ser una de las principales prioridades de las ciudades inteligentes patrias. Sí, para ciertos viajes de larga distancia seguirá haciendo falta el coche, pero para ir de un punto a otro de la ciudad, lo ideal sería servirnos de otro tipo de vehículos que, aparte de no ser contaminantes, agilizasen muchísimo los trayectos.
Pues bien, Meep ha nacido precisamente para eso. Nos permite planificar nuestro trayecto al instante teniendo en cuenta todas las variables de transporte público que podemos utilizar. Y más importante aún, dejándolo todo pagado desde una misma aplicación, ¡lo que además de útil es súper cómodo!
Esta empresa zaragozana ha creado los paneles solares híbridos más eficientes del mundo. Proporcionan energía eléctrica y calorífica con cerca de un 90% de eficiencia, ¡unas cifras de récord que son para sacar pecho de la industria española! Con dispositivos así instalados en todos los edificios sería mucho más sencillo alcanzar el reto de las cero emisiones que se ha planteado nuestro país para el año 2050, ¡y mucho más rápido!
La ciudades inteligentes ya están aquí, lo único que nos falta por hacer es abrirles las puertas de par en par y empezar a cambiar algunos hábitos para convertirlas en algo factible. Nunca pensamos que viviríamos algo así, así que ahora que al fin vamos a hacerlo… ¡disfrutémoslo juntos!
