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Para el que no lo conozca, Nexus 4 es el cuarto teléfono de la iniciativa que Google mantuvo antes de que llegaran los Pixel. Eran teléfonos de referencia para el resto de fabricantes Android, pero nunca una competencia para ellos, por eso Google iba rotando al fabricante que los confeccionaba junto a ellos. En esta ocasión la elegida fue LG.
Google Nexus 4 fue presentado un 29 de octubre de 2012, pero no estaría a la venta hasta el 13 de noviembre. Lo más curioso es que el proceso de compra se realizaba a través de Google Play, como si fuera un contenido más en la tienda de aplicaciones.
Aunque no suele ser la norma en esta industria, en nuestro territorio tuvimos bastante suerte, ya que se puso a la venta simultáneamente en España, Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Alemania, Francia y Australia.
Nexus 4 consiguió colocarse en un escaparate muy diferente al que los teléfonos de Google nos tenían acostumbrados. El público objetivo de este tipo de productos eran los entusiastas y los desarrolladores, que buscaban tener un producto de referencia Android, con las últimas actualizaciones y la posibilidad de jugar con ROMs.
Tenía lógica ya que eran productos soportados por la propia Google, con un precio relativamente alto, hasta la llegada de este Nexus 4. Sus especificaciones y precio lo convertían en un teléfono interesante para el gran público.
Sin ser un súper ventas sí podemos decir que tuvo una gran acogida. Tenemos que recordar que el modelo de 8GB lo vendían por 299 euros, mientras que el de 16GB costaba 349 euros. En ese momento las marcas chinas no ofrecían nada tan equilibrado.
En la parte negativa teníamos las existencias reales del teléfono, parece que LG y Google no fabricaron muchos teléfonos inicialmente, el stock se rellanaba con cuentagotas. Entendemos que no querían enfadar al resto de competidores que apostaban por Android.
Hemos hablado en diferentes puntos de sus buenas especificaciones por el precio, pues vamos a detenernos a conocer algunos de sus apartados más destacados, comenzando por su rendimiento: el chipset Qualcomm Snapdragon S4 Pro junto a un software sin personalizaciones pesadas.
Su corazón de cuatro núcleos era el gama alta del momento, venía muy bien acompañado por 2GB de RAM, una cantidad que doblaba a un referente en el mercado como era el Samsung Galaxy S III.
La pantalla también era decente, basada en un panel IPS de 4,7 pulgadas con una resolución 720p, una proporción bastante panorámica y la tecnología Zerogap Touch que podéis ver en el vídeo. En un momento en el que la tecnología OLED era coto privado de Samsung, el Nexus 4 estaba bastante bien armado.
Otra novedad llamativa en el Nexus 4 fue la carga inalámbrica, el primer Android en utilizar la tecnología Qi. También tenemos que destacar el soporte Miracast.
La parte más débil del teléfono eran la memoria fija, que no se podía ampliar, la ausencia de USB OTG para conectar dispositivos, y lo más importante, una autonomía bastante justa. Su batería de 2.100mAh no daba para mucho y entonces no había la carga rápida que tenemos ahora.
Por cerrar con apartados que lo lastraban para ser el equipo perfecto, tenemos que comentar que la cámara de 8 megapíxeles, a pesar de estar firmada por Sony, era bastante estándar en calidad para la época.
El motivo principal por el que la gente quería este teléfono era por su soporte Google, pero también por todo lo contrario, ya que se podían probar en él todo tipo de ROMs personalizadas por terceros. Era una forma de estirar bastante la vida de los terminales.
El proceso de instalación de ROMs era sencillo y había mucha variedad con bastante estabilidad en su funcionamiento, así que era fácil ver Nexus 4 con sistemas diferentes. Ayudaba que Android 4.2 no era un sistema que pudiéramos considerar como terminado.
Pese a su gran potencia y tratarse de un Nexus, Google no se portó demasiado bien con las actualizaciones oficiales, ya que fue salir Nexus 5 con KitKat, y comenzar a olvidarse de él. Afortunadamente llegó hasta Lollipop.
No lo vamos a negar, el teléfono era muy atractivo de cara a compradores que no conocían nada sobre él, no solo por sus delgados marcos y detalles redondeados, su principal reclamo estaba en una trasera confeccionada con un patrón holográfico.
Nexus 4 es uno de los teléfonos más importantes de la historia, fue además la prueba de que se podía crear un teléfono con alta tecnología, el mejor software posible en el momento y un precio que no implicara dejarse el sueldo en el intento. Un gama alta por menos de 300 euros.
En nuestro repaso queda claro que no era perfecto, podríamos encontrar mejores cámaras, mayor autonomía y pantallas más modernas en la competencia, pero el equilibrio estaba bastante conseguido. El buen recuerdo por parte de sus usuarios también es algo que debemos destacar, ya que fue un teléfono que se mantuvo vivo - de forma no oficial - durante al menos cuatro años.
Una pena que el cambio de Nexus a Pixel supusiera un incremento bastante importante en la inversión, ya que Google apostó por un producto mucho más Premium.
