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La primera vez que escuchamos hablar de papeleras inteligentes pensamos que se nos estaba yendo la cabeza del todo. Vale que los teléfonos hayan pasado a ser smartphones, que los televisores lleven años también siendo smart, y que las neveras nos hagan la lista de la compra hasta tiene un pase, ¿pero qué sentido tenía gastar dinero público en volver inteligentes a los contenedores de residuos? Pues… más del que pensábamos, desde luego.
Este terrorífico 2020 llegaba con una noticia de lo más curiosa: la ciudad de Madrid tendría instaladas 1.300 papeleras inteligentes para el mes de octubre. Nos llamó la atención y ahí quedó la cosa, pero con las imágenes de finales del mes de julio de estos primeros artilugios, decidimos investigar un poco, ¿qué es una papelera inteligente y para qué sirve? ¿Nos dirá a qué contenedor tenemos que tirar qué residuo? ¿Reñirá si alguien tira un chicle al suelo y le pedirá amablemente que lo deposite en tu interior? La verdad es que sería un puntazo ver esas caras de sorpresa y estupefacción, pero no, no va por ahí la cosa.
La idea es que el sistema urbano de recogida de basuras sea mucho más eficiente y que, de paso, nos ahorre bastante contaminación de la que respiramos día tras días en nuestras ciudades. ¿Y cómo se consigue eso? Pues os lo contamos en un periquete, pero ya os vamos adelantando algo: con cubos de basura electrónicos cuyos sensores avisen en todo momento de cómo está el percal en su interior. Tan fácil, y a la vez tan difícil, ¿lo vemos juntos?
Lo cierto es que, para cuando se hizo el anuncio, Madrid ya tenía instaladas 30 de estos cubos de basura automáticos en la capital. Se trataba de una primera incursión en el mundo de la basura 3.0, una experiencia piloto que tenía como objetivo demostrar su eficacia. Y a la vista de los resultados… diríamos que la cosa no fue nada mal. Básicamente, instalar una de estas papeleras es una forma muy sencilla de reducir problemas en los barrios, y os vamos a contar el porqué.
Primero, porque sus sensores detectan exactamente cuánta basura hay en el interior y avisan en caso de que sea necesario. Así, los empleados de la limpieza podrán acudir cada vez que haga falta, solucionando el problema de la forma más eficiente posible. Con esto no solo se afinará muchísimo más a la hora de cambiar o no una bolsa, sino que se conseguirá además reducir cerca de un 75% las emisiones de CO2 provocadas por los desplazamientos de los vehículos de limpieza. Las autoridades pueden acceder en tiempo real a toda esta información, por lo que no habrá excusa para que la papelera inteligente no esté siempre en perfecto estado de revista.
Esto forma parte del plan de transformación de Madrid en lo que ha venido a llamarse una smart city, o ciudad inteligente. Los gobernantes saben que, si no quieren quedarse atrás, deben subirse al carro de la sostenibilidad y la transformación digital. Eso sí, alguno, como José Luis Martínez-Almeida, recuerdan a la población que la ciudad más limpia no deja de ser “la que menos se ensucia”.
Las papeleras madrileñas son contenedores de residuos electrónicos con varias peculiaridades que vamos a detallar a continuación:
Eso sí, estas papeleras inteligentes no son las únicas en el mercado. Por eso lo normal es que vayamos viendo variantes y evoluciones conforme vayan implementándose en otras ciudades. lo cuál esperamos que no tarde mucho en ocurrir.
Con las papeleras inteligentes el tiempo nos ha vuelto a demostrar que lo que hace tan solo unos años era cosa de ciencia ficción ha terminado llegando mucho antes de lo esperado. Por eso, por muy lejos que veáis estas iniciativas que os contamos a continuación, no las perdáis de vista… ¡porque estarán en marcha en un abrir y cerrar de ojos!
Tener aspiradoras inteligentes, incluso con función de fregado, ha dejado de ser algo futurista. De hecho, a estas alturas del cuento ya es raro que no tengáis una pululando por ahí ahora mismo, aunque ya que hemos empezado hablando de papeleras… ¿habéis visto esta papelera inteligente de Xiaomi?
La verdad es que es una cucada que resulta de lo más práctica, aunque esperamos que no tarden en lanzar modelos de mayor capacidad. Suponemos que lo del cambio de bolsas automático será el siguiente paso lógico en los contenedores de residuos inteligentes de su público. A este modelo en concreto, si separase la basura por tipos para reciclar, le poníamos un piso… ¡aunque todo se andará!
