Los eSports ya están invadiendo nuestros bolsillos y no piensan parar hasta hacerse un buen hueco en la RAM de nuestros smartphones. Durante mucho tiempo, la industria había creído que la plataforma mobile estaba reservada a aquel grupo de personitas, al que también pertenece tu madre, conocido como “jugadores casuales”, que no se identifican como gamers y que ya son felices con su Candy Crush y unos cuantos Divine al día.
Pero, mira tú por dónde, las cosas no siempre son lo que parecen. Los móviles han entrado con fuerza en el mundo profesional de los deportes electrónicos. Y es que el gaming en smartphones y tablets creció un 19% en 2017, generando aproximadamente 50 mil millones de euros y quedándose con un 42% del mercado total de videojuegos. No hace falta ser de números para ver que eso es sinónimo de petarlo muy fuertemente.
El secreto del éxito
Los smartphones hoy en día son como los guiris, están por todas partes y en todo el mundo, por eso tiene sentido lanzar títulos de videojuegos potentes cuando hay tanto comprador suelto.
Además, las pantallas táctiles de los móviles son más sencillas e intuitivas que enfrentarse a un mando con más botones que el Halcón Milenario. Y también te permiten jugar en el bus, en el metro o disfrutar de la playa mientras admiras el paisaje de Clash Royale. ¡Todo un puntazo!
Vainglory, contigo empezó todo
Vainglory fue de los primeros juegos para smartphone en entrar en el mundo profesional de los eSports. Vainglory pertenece a un tipo de juego llamado MOBA, siglas de Multiplayer Online Battle Arena, que consiste en formar dos equipos y cargarse la base rival antes de que aparezca Miley Cyrus con su Wrecking Ball y se ponga a demoler la tuya.
Los MOBA son juegos muy populares en los deportes electrónicos, con viejas glorias para PC como el League of Legends o el Dota 2. ¿La principal diferencia? Que Vainglory dejaba el ratón y el teclado por la pantalla táctil, sin renunciar a una gráfica de 120 frames por segundo. Como cuando comes Chips Ahoy! Mini, que las sensaciones son las mismas pero con un menor tamaño.
El compromiso del videojuego era tratar de demostrar que a los smartphones se habían hecho suficientemente mayores como para aspirar a juegos más elaborados que solucionar rompecabezas de colorines. ¡Y vaya si lo consiguió!
¿Qué juegos de móvil puedo seguir en competiciones de eSports?
Además de juegos tipo MOBA como Arena of Valor o el propio Vainglory, Clash Royale también llena estadios y genera ingresos millonarios a base de mezclar el MOBA con los clásicos juegos de rol de cartas. Todo un mérito porque no siempre unir dos productos exitosos genera tanto entusiasmo, si no que se lo pregunten al creador de la pizza con piña.
HearthStone es “tan solo” un juego de cartas online pero eso no le ha impedido codearse con los más grandes por su simpleza y adicción. Y si eres más de liarte a tiros con shooters al estilo Counter-Strike, Critical Ops es el juego que tienes que tener en tu mirilla de francotirador.
¿Qué debe tener un juego para llegar a competiciones?
Para empezar, tiene que ser un hitazo tal que los propios jugadores quieran medirse las crestas con personas de medio mundo, y que haya gente dispuesta a verse una partida en lugar del último viral de caídas en Youtube.
Al mismo tiempo, los jugadores tienen que tener igualdad de condiciones entre rivales. No vale eso de pagar por tener el martillo de Thor o un superpoder místico y empezar a reventar a todo quisqui.
Además, el desarrollador ha de tener el juego constantemente actualizado para evitar bugs en los torneos. Imagina que en un partido del Mundial de fútbol, de repente, desaparece la pelota y, al cabo de unos segundos, vuelve a aparecer. No molaría nada, ¿verdad?
¿Qué tipo de móvil necesito para adentrarme en los eSports?
Lo habrás adivinado, un pepino que no te deje tirado a mitad de una partida. Al fin y al cabo, los eSports en tablets y smartphones compiten por acaparar la misma atención que los juegos para PC, y eso pasa por lograr que no se note demasiado la diferencia.
Eso sí, para dejarte las yemas de los dedos sin huellas de tanta partida, necesitarás una pantalla de por lo menos 5 pulgadas para que los menús no se la coman, un procesador de más de 4 núcleos y una memoria RAM de 3GB para que el juego tire bien, así como una batería de por lo menos 3.000 mAh que nos aguante la tralla que vamos a meterle. En el catálogo de Yoigo tienes móviles como el Samsung Galaxy J7 o el LG Q6 con todo lo necesario por sólo 1 euro al mes.
Si te ha picado el gusanillo gamer y quieres ver qué tal se te da el asunto, ahora lo tienes más fácil que nunca. Hazte con un móvil potente (si no lo tienes ya), dirígete a tu “store” más cercana para descargarte el juego que más te mole… ¡y a jugar, que son dos días!