La NASA ha jubilado a Spitzer, un telescopio que nos ha dejado 16 años de fotografías impresionantes
20 Enero 2020 - Actualizado 26 Noviembre 2021
Pocas cosas en el cosmos se han escapado a la poderosa visión de Spitzer (SST), su conjunto de cámaras infrarrojas IRAC han cumplido 16 años de actividad, registrando imágenes de zonas del Universo hasta ahora desconocidas.
Todo llega a su fin, el 30 de enero de este año el telescopio Spitzer cesará sus operaciones, transmitiendo los últimos datos sobre ciencia e ingeniería a la NASA. Nos cuentan que, afortunadamente, sus científicos tienen material para hacer descubrimientos durante décadas.
Para la agencia norteamericana es el cuarto y último de los Grandes Observatorios, que han hecho contribuciones claves a la astronomía. Inicialmente programado para una misión de 2,5 años, el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA ha durado mucho más allá de su vida útil esperada.
Además de maravillas fotografías Spitzer ha permitido grandes innovaciones en la comprensión de los sistemas planetarios alrededor de otras estrellas, conocer mejor nuestro sistema solar y la estructura de la Vía Láctea.
El costo total de la misión se ha estimado en 670 millones de dólares, pero nosotros nos olvidamos de dinero y mejor nos quedamos con una selección de 13 de sus mejores imágenes:
Estrellas bebé envueltas en una manta de polvo cósmico
Las estrellas recién nacidas se asoman desde debajo de su manto de polvo en esta imagen de la nebulosa Rho Ophiuchi, a unos 400 años luz de nosotros, es una de las regiones más cercanas al sistema solar. La luz infrarroja es capaz de penetrar el gas y las nubles de polvo y registrar esta maravillosa imagen.
Imágen | NASA/JPL-Caltech/Harvard-Smithsonian CfA
Burbujas en la constelación Aquila
Lo que vemos es la constelación Aquila, rodeada por una nube de gas y polvo en la que se pueden apreciar burbujas, que se hinchan por el viento y la radiación que producen las miles de estrellas jóvenes que hay en su interior.
Imagen | NASA/JPL-Caltech
Estrellas gigantes que producen olas
Aquí vemos a la estrella gigante Zeta Ophiuchi y la onda de choque frente a ella, que únicamente es visible con luz infrarroja. Se encuentra a 370 años luz de la Tierra.
Imagen | NASA/JPL-Caltech
La nebulosa de Jack-o'-lantern
A alguno le sonará ese nombre, es el que reciben las calabazas talladas de Halloween, que curiosamente se parece mucho a esta nube de gas captada por las cámaras infrarrojas de Spitzer. Los gases proceden de una estrella 15 veces más potente que el Sol.
Imagen | NASA/JPL-Caltech
El centro de la Vía Láctea
Esta impresionante visión infrarroja es el centro de nuestra Vía Láctea, más concretamente es la constelación de Sagitario con cientos de miles de estrellas. Nuestro Sol está a 26.000 años luz de distancia.
Imagen | NASA/JPL-Caltech/STScI
La mariposa espacial
A 1.400 años luz de nuestra posición, así luce la nebulosa W40, compuesta por centenares de jóvenes estrellas. Lo que podemos interpretar como alas son en realidad burbujas de gas producidas por las estrellas más calientes.
Imagen | NASA/JPL-Caltech/STScI
La Gran Nube de Magallanes
Situada a 160.000 años luz de la Tierra, esta galaxia enana se muestra como un mar de polvo de estrellas: el color azul es el de las estrellas más antiguas, el rojo nos indica la presencia de estrellas menos mayores o galaxias más lejanas. El verde, nubes de gas interestelar.
Imagen | NASA/JPL-Caltech
Nube de Perseo
A más de 500 años luz de nuestro sistema, colindando con la constelación de Perseo, esta nube molecular brillantemente captada por Spitzer está compuesta por gas y polvo.
Imagen | NASA/JPL-Caltech
La nebulosa de la Hélice
En forma de ojo esta es la conocida como nebulosa planetaria de la Hélice, que está a unos 700 años luz de nuestra posición. Se trata de los restos de una estrella moribunda, de unas características parecidas a nuestro Sol, al que le pasará algo similar dentro de unos cinco mil millones de años.
Imagen | NASA/JPL-Caltech / J. Hora (Harvard-Smithsonian CfA)
La nebulosa de Norteamerica
Esta imagen es una mezcla creada con los tonos rojos y verdes que capta la cámara infrarroja de Spitzer con los tonos azules, que son luz visible, de Digitized Sky Survey. Conocida como NGC 7000, está a una distancia de a la Tierra de 1.800 años luz.
Foto: NASA/JPL-Caltech
Eta Carinae
Eta Carinae es una de las estrellas más grandes de la Vía Láctea, tiene cien veces más masa que nuestro Sol y al menos 1 millón de veces su brillo. En rojo tenemos el polvo de la nebulosa, esta estrella libera tal cantidad de energía que erosiona a la nebulosa circundante.
Imagen | NASA/JPL-Caltech
La nebulosa Araña
A unos 10.000 años luz de la Tierra, la nebulosa de la Araña y la Mosca están en la constelación del Auriga, que a su vez está en la parte exterior de la Vía Láctea.
En esta imagen se suma la información de Spitzer con la de Two Micron All Sky Survey para mostrarnos las nubes verdes de polvo, que se encuentran iluminadas por la formación de nuevas estrellas. En la parte derecha hay un grupo de estrellas llamado Stock 8.
Foto | NASA/JPL-Caltech
La nebulosa de Orion
El punto más brillante en la espada de la constelación de Orión, ubicado a 1.500 años luz de nuestro planeta. Los datos de las luces visibles pertenecen al Hubble y aparecen en color verde, que indica la presencia de gas calentado por las estrellas del trapecio. Son cuatro estrellas masivas que se distinguen en una macha amarilla en el centro de la imagen.