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Sin duda, una de las criaturas más inquietantes de una de las mejores series de Netflix es el Demogorgon de Stranger Things. Su increíble presencia en la saga no es, sin embargo, una novedad para los amantes del cine de ciencia ficción, las películas de terror, las series televisivas, los juegos de rol y los videojuegos.
Por eso, hacemos un repaso a los orígenes de este personaje y toda la información que hace referencia a un monstruo espeluznante que forma parte de las peores pesadillas de los habitantes de Hawkins. Aunque parezca increíble, rebuscando las primeras apariciones de este demonio, podemos remontarnos a capítulos de la mitología griega y a distintos momentos de la literatura universal.
Seguro que los fans de la serie de Netflix recuerdan que ya, desde la primera temporada, Will es secuestrado de Hawkins. Su desaparición es llevada a cabo por un monstruoso personaje que, posteriormente, conocido como Demogorgon.
Sin embargo, la presencia de esta demoníaca criatura no es invención del imaginario de Stranger Things. La serie está plagada de alusiones a la cultura de los años 80. Este personaje aparecía en uno de los juegos de rol más famosos del momento: Dungeons & Dragons (Dragones y Mazmorras).
Pero, si hacemos un esfuerzo, podemos rastrear su origen hasta la mitología griega. En distintos escritos se intenta dar respuesta a las primeras apariciones de este extraño personaje.
Se concibe como un demonio del paganismo interconectado con el Inframundo y cuyo nombre está prohibido pronunciar, bajo pena de atraerlo y caer en desgracia (por esa regla de tres, el redactor de este artículo va apañado). Ese nombre tabú podría tener sus inicios en una desviación del concepto de demiurgo. Resultaría todo lo contrario a lo que se entiende por ello y, en vez de resultar una fuerza capaz de impulsar el universo, ostentaría un estatus demoníaco.
Al parecer, la primera vez que se hace alusión a este ser perverso es en los manuscritos de “La Tebaida de Estacio”. Este escrito, atribuido a Lactancio Plácido, se data entre el año 350 a. C. y el 400 d. C. El nombre de este personaje tan conflictivo se introduce en un verso de la obra. Se trata de una discusión de Tebaida. En este momento de la obra se dice, literalmente, “triplicis summum mundo”. Su traducción hace referencia a la entidad suprema del triple mundo.
En un fragmento cargado de misticismo, el autor escribe: “deum summum dicit Demogorgona”. La traducción bien podría ser: “está hablando de un dios, el supremo Demogorgon”.
Al margen de esta peculiar aparición no se trata de una entidad que se haya prodigado demasiado en la literatura antigua. No obstante, durante el medievo se encuentran algunas anotaciones más sobre este ser increíble.
Es el caso de los escritos de Farsalia de Lucano, realizados en el siglo X. Aunque, no es hasta la Baja Edad Media cuando el Demogorgon empieza a formar parte del imaginario colectivo de la época. De hecho Pan, el hijo de Hermes, pasa a ser considerado el vástago del Demogorgon.
A partir de Bocaccio es posible encontrar diversas alusiones en distintos textos renacentistas. En ellos la criatura es reconocida como una deidad primordial y como “Demonio de terror”. Incluso es invocado por Fausto para dar identidad corpórea a Mefistófeles, el mismísimo diablo.
No obstante, otros autores como el poeta del Romanticismo Percy Shelley, dotan al personaje de unas características muy diferentes. En su obra “Prometheus Unbound” (1818), el escritor nos muestra a un Júpiter en contra de los humanos. Su rechazo lo manifiesta en las calamidades por las que hace pasar a Prometeo.
Los aliados del titán que desafió a los dioses del Olimpo descienden al inframundo para solicitar la ayuda del Demogorgon. La nobleza de Prometeo y su acto de amor permite al “rey de las sombras” vencer a Júpiter sin necesidad de utilizar la maldad y la violencia.
En el cine no encontraremos una muestra como tal del Demogorgon. Sin embargo, podemos reconocer ciertos antecesores que han dejado huella antes que el personaje de una de las mejores series de Netflix.
El primer gran reptil del cine. Durante la década de los 50, este gigantesco monstruo, procedente del cómic, avanzaba por las ciudades devastando todo lo que encontraba a su paso.
Un colosal primate, último ejemplar de su especie, que saca su lado dañino por culpa de la ambición del ser humano.
La mano del hombre es la creadora de este ser que despierta, a partes iguales, terror y fascinación.
El “octavo pasajero” es una de las recreaciones más espeluznantes del terror que llega de fuera de nuestro mundo.
Este personaje de “El Laberinto del Fauno” posee cierta similitud física con el personaje de Stranger Things.
Los protagonistas de la serie bautizaron al extraño ser con el nombre del personaje de los juegos de rol de la saga “Dungeons and Dragons”. En este sentido, el Demogorgon original presentaba un aspecto reptiliano y humanoide, medía 5,5 metros y poseía dos cabezas que se mantenían en lucha continua por la toma del poder.
En la serie de Netflix, el personaje mantiene una complexión y un aspecto humanoide. No obstante, aquí solo presenta una cabeza, que se abre como una extraña flor carnívora plagada de dientes. Sus extremidades son muy largas y no presenta rasgos faciales.
Posee la habilidad de detectar el olor de la sangre de los humanos. Cuando esto ocurre, no hay nada que detenga al monstruo en su afán por hacerse con su víctima. Su piel es extremadamente resistente y resulta muy difícil acabar con él.
Para construir al personaje se ha acudido a la animatrónica. El trabajo ha sido minucioso y se han precisado muchas horas de trabajo para poder ofrecer el dinamismo que se ha conseguido con su presencia en la que ya es considerada como una serie de culto.
El Demogorgon es uno de los personajes que ha cautivado a los seguidores de Stranger Things. Ahora ya sabes todo lo que rodea a este ser diabólico capaz de moverse a través de distintas dimensiones. ¿Te atreverías a nombrarlo?
