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Win, en inglés, significa literalmente ‘ganar’. Es por eso que resulta de lo más habitual escucharlo en una partida online cuando un gamer o un equipo entero se lleva la victoria.
Una vez más, si nos ceñimos a su significado en inglés, Pay to Win (o Pay2Win) hace referencia a ‘pagar para ganar’. Es habitual que los videojuegos permitan pagar para conseguir cosméticos con los que personalizar a nuestro personaje, pero los pay to win no están para nada bien vistos, ya que no solo permiten cambiar el aspecto del jugador, sino que le dan acceso a ventajas competitivas que convierten la partida en algo totalmente desequilibrado.
La balanza se decanta del lado del que paga, dejando a un lado el hecho de quién sea mejor o pero jugando al videojuego en cuestión. Por lo general, los gamers huyen de este tipo de modalidad, por lo que las distintas desarrolladoras están viéndose obligadas a buscar otras formas de explotación de sus títulos.
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