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Los caminos de Google Street View no serán inescrutables, pero sí son auténticas minas de oro, ya que sus cámaras han llegado a pillar auténticas joyitas en las calles de medio mundo. Pero, antes de verlas, merece la pena entender cómo Google se organiza para traernos esta magnífica funcionalidad.
Primero, Google deja ir a toda su flota de coches para fotografiar el mundo entero, como lleva haciendo desde 2007. Pero, como las cosas cambian y donde antes había un campo de vacas, ahora puede haber perfectamente un rascacielos, los coches tienen que ir pasando regularmente para renovar las imágenes.
En esta página web puedes ver cuándo fue la última vez que pasó por tu país. Por ejemplo, la última vez que Google estuvo apatrullando nuestras ciudades y pueblos fue en febrero de este mismo año.
Para saber qué foto pertenece a qué tramo tras un día entero haciendo fotos, los vehículos cuentan con unos sensores que miden la geolocalización, la velocidad y la dirección para reconstruir la ruta exacta.
Finalmente, se juntan imágenes superpuestas para crear una imagen en 360º, como las que consiguen hacer este tipo de cámaras
Por desgracia, a no ser que estés rodando una película de Fast & Furious, hay lugares a los que un coche no puede llegar. Por eso ha ido añadiendo a su ejército un triciclo para entrar en calles estrechas, un discreto carrito para acceder a museos o incluso La Casa Blanca y hasta una moto de nieve.
Pero la gran G no quiere dejar una esquina del planeta sin fotografiar, aunque sea una esquina del Machu Pichu. Por esa razón se les ocurrió diseñar una mochila para que personas pudieran captar lugares a los que es imposible acceder de otra forma que no sea a pie. Y es que esta gente está en todo.
Y, ahora que ya hemos aprendido algo, llega el salseo. Estas son algunas de las joyitas que puedes encontrar en Google Street View.
Ya se sabe que en Canadá abunda la naturaleza, pero de ahí a que se comporten como humanos no hay un paso, sino un triple mortal con tirabuzón, por lo menos.
Si te dan mal rollo los espantapájaros, mejor no pases por este campo de Finlandia. Al menos tiene una explicación, es el trabajo de un artista llamado Reijo Kela. ¡Bravo!
Esta foto podría ser perfectamente una matrioska de paisajes, o un homenaje a la película Origen. Aquí el coche de Google Street View ha sacado su lado más artístico retratando a un retratador mientras retrata un paisaje. No es un trabalenguas, pero podría serlo.
Un par de Buzos en las calles de Noruega podría ser el nuevo título de los creadores de La pesca del salmón en Yemen. Seguro que la historia que hay detrás de esta peculiar escena es digna de Óscar por lo menos.
La vida de un conductor de Google Street View es dura. No puedes dejarte ver demasiado para que la gente no se ponga a hacer el ganso y los días pasan solitarios en la carretera. Por eso, cuando te encuentras a un compañero de trabajo, hay que pararse e inmortalizarlo como es debido.
Un alce corriendo por una carretera desierta con el mar de fondo. Podría ser un anuncio de coches, o la fuga de un reno navideño. En cualquier caso, ¿se os ocurre una escena más poética? ¡El coche de Street View lo ha vuelto a hacer!
¿Qué? Habéis alucinado, ¿verdad? Pues en 2017, Google mejoró sus cámaras para conseguir imágenes más claras, con mayor resolución y unos colores más vivos, así que seguro que nos seguirán regalando imágenes tan espectaculares como estas.
