Acabo de pasar el control de seguridad del aeropuerto MCO y el policía como gesto de cortesía me ha preguntado “¿Qué tal por Orlando?”, y en esos instantes en los que todas las neuronas se reconectan han pasado por delante todas las imágenes de estos dos últimos días y he respondido “Ha ido genial”. Y es que ha sido un fin de semana de esos que parecen una montaña rusa de emociones.
Hace unas cuantas semanas la gente de Yoigo se puso en contacto conmigo con el objetivo de que volara de Nueva York a Orlando y pudiera ver desde un sitio privilegiado el lanzamiento del Falcon 9 de SpaceX por parte de NASA. Normalmente estos planes se me suelen ocurrir a mí para escribir en este blog, pero esta vez cuando me lo dijeron me quedé completamente boquiabierto y sin palabras. Me parecía algo tan irrealizable que ni siquiera se me habría ocurrido proponer. Pero ahí estaba yo haciendo mi cuenta atrás personal, con la fecha acercándose al lanzamiento que estaba programado para el domingo 21 de julio desde Cabo Cañaveral.
La fecha era muy especial debido a que era justo un día después del 50 aniversario de la llegada del hombre a la Luna. Ya sabéis esa frase de “Un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad”. Este cohete de SpaceX en lugar de llevar astronautas a la Luna, lo que haría sería reabastecer y llevar suministros a una de las estaciones espaciales que tiene NASA.
Un lanzamiento aplazado… y un plan B
Sin embargo, el viernes 19 a última hora de la tarde el lanzamiento del Falcon 9 fue aplazado al miércoles 24. ¡Qué fastidio! Estaba a unas horas de coger el avión de ida y con la vuelta programada para el día 23 por lo que me quedaba sin ver el lanzamiento.
Estas cosas son muy habituales en los lanzamientos de NASA y habitualmente se suele deber a problemas meteorológicos o de que en la fase de pruebas alguna de las turbinas no ha funcionado como debía funcionar.
Cuando el lanzamiento de un cohete se aplaza hay que volver a reajustar todo. Los científicos de la NASA deben volver a calcular la trayectoria del cohete en función de la rotación de la Tierra. No se puede lanzar el cohete cuando quieran y el proceso entre lanzamiento y lanzamiento es muy largo. Son muchos millones de dólares los que se lanzan al aire y quieren que todo esté correctamente hecho.
Cuando me llegó un email por parte de NASA para contarme que el lanzamiento había sido aplazado empezó mi montaña rusa personal: primero me decepcioné con la noticia debido a que iba a ser uno de los grandes eventos que iba a vivir, después me enfadé con el tiempo en Florida hasta que conseguí recomponerme y dije “hagamos limonada con estos limones”.
El hotel ya estaba reservado y los vuelos a Orlando también. Esta ciudad no es como si vuelas a San Antonio en Texas. Aquí además de tener la NASA también está lleno de parques de atracciones. Por eso quise hacer una review algo diferente para poder contároslo.
Ahora mismo uno de los juegos más populares de la AppStore y de Google Play Store es Harry Potter: Wizards Unite, y qué mejor que analizar ese juego en el propio parque de Harry Potter que está en Universal Studios Orlando.
Decidido a descubrir ese juego del que todo el mundo no para de hablar y que se está convirtiendo en un fenómeno como lo fue Pokémon Go en su día, cogí las maletas y me planté en la ciudad cámara en mano (y el móvil en la otra).
Nunca un plan b había tenido tan buena pinta como éste. Me había quedado sin ver despegar el Falcon 9, al menos por ahora, pero iba a ir al parque de atracciones de mi saga favorita de la infancia.
Un mago en Orlando
Cuando llegué al parque de Universal Studios me quedé asombrado por el tamaño tan colosal que tiene. Cada área está recreada de una forma increíble: la zona de los Simpsons, una recreación de Nueva York, otra de San Francisco, estaban hasta los Transformers. Justo al cruzar una pequeña fachada que recordaba a un edificio londinense entrabas de lleno en el Callejón Diagon.
Abrí la aplicación de Wizards Unite, me hice rápidamente un perfil y empecé a explorar ese mundo mágico que tenía tanto en la vida real como en el teléfono.
Si conoces Pokémon Go, entonces conoces Wizards Unite porque las bases son las mismas: un mapa real por el que te tienes que mover físicamente (con tus pies de Muggle, persona no maga) y encuentras diferentes cosas para hacer a modo de desafíos. El juego te pone en la piel de un funcionario del Ministerio de Magia y Hechicería que debe ir limpiando el mundo de las criaturas mágicas que están haciendo lo que quieren para que la magia siga siendo secreta a ojo del resto de los mortales. El teléfono sirve como pasarela entre ese mundo mágico y el real.
Durante el juego aparecerán Harry Potter, Hermione, Ron y otros tantos personajes de los libros de J.K. Rowling. También lugares diferentes, nombres de pociones y hechizos. Es uno de los juegos más fan service que he visto en mucho tiempo y se nota el cuidado que han puesto sus desarrolladores para que salga bien
Recorriendo el callejón Diagon con el juego abierto pude ver cómo unos duendes intentaban mover un casco en medio de un montón de muggles, y me tocó hacer uso de la magia del juego para deshacerme de ellos.
El juego intenta enriquecer el mapa real añadiendo posadas u otros lugares interesantes que muchas veces tienen que ver con la realidad. Al estar en el parque había un montón de guiños en el juego a las localizaciones de este.
Hacer los retos que antes comentaba resultan en una bonificación con experiencia para subir de nivel. Este nivel se usa en las incursiones o batallas que realizas en determinados espacios de interés.
Por ejemplo, en la zona del parque en la que se encontraba el Castillo de Harry Potter, en lugar de que éste fuera el espacio elegido por el juego para convertirlo en una mazmorra para explorar, habían desplazado ese punto a otra atracción más pequeña.
Debes conocer bien el entorno porque a veces los lugares que en la vida real no parecen significativos, en el juego sí que lo son.
Estuve un montón de horas recorriendo todas las zonas del parque de Harry Potter y montándome en sus atracciones, todo por un estricto rigor a la hora de analizar el juego, y logré subir del nivel 1 al 5, con más misiones y más cosas por hacer.
No sé hasta qué punto este juego estará a la altura del boom que supuso en su día Pokemon Go, pero se fundamenta en exactamente las mismas bases que hicieron que el anterior juego fuera un éxito.
Mientras escribo este artículo desde un asiento del aeropuerto, levanto la cabeza y veo que mi vuelo según anuncian en las pantallas del aeropuerto, ha sido atrasado por motivos climatológicos. Quizás esto de los retrasos no solo sea cosa de la NASA.
En cualquier caso, este es el mayor ejemplo de que al mal tiempo hay que ponerle buena cara porque nunca sabes donde se encuentran las oportunidades de vivir una nueva aventura.