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Siempre estamos a tiempo para darle una vuelta a los clásicos, transformándolos para que sigan siendo útiles en nuestros días. ¿Quién necesita un teléfono fijo hoy en día?
Obviamente no es la opción prioritaria en nuestro mundo de gigas y fibra, pero es una elección muy interesante para algunos clientes, y los operadores no pueden olvidarse de ello.
Por eso el teléfono fijo está de vuelta gracias a Yoigo, que nos presenta la opción de contar con uno sin tener que atarnos a las típicas opciones de móvil y fibra. Diseñado para aquellos que únicamente quieren un teléfono para hablar, “el fijo de Yoigo” se va a convertir en una preferencia.
Tenemos que olvidarnos del fijo tradicional, el del teléfono atado a la línea a través de un cable. Aquí tenemos que pensar en un “fijo en el móvil” a través de una tarjeta SIM y una forma especial de tratar los números.
Hablamos de números en plural ya que esa SIM que viene con el fijo de Yoigo cuenta con dos: un número móvil y otro telefónico fijo. Esa tarjeta la vas a poder introducir en un teléfono móvil o en un dispositivo fijo más tradicional, con la clara ventaja de poder llevarlo fuera de casa.
Ahí tenemos su principal virtud, en poder tener un número fijo ideal para ser relacionado con un negocio o un hogar, al tiempo que podremos recibir llamadas estés donde estés: un momento en la panadería o varios días durante tus vacaciones.
No requiere ninguna instalación específica, ya que no hay cables. Puedes introducir esa SIM en un teléfono cualquiera, o usar una de las opciones especiales que Yoigo te ofrece (hablamos de ellas al final del artículo).
Lo vemos como el producto perfecto para personas mayores que no tienen ningún interés en contar con Internet, ni en casa ni en su teléfono móvil, pero obviamente necesitan permanecer conectados mediante un teléfono fijo, que ahora además van a poder mover más allá de su casa.
También es realmente útil para aquellos autónomos que necesitan de un número fijo en movilidad, con el que estar disponibles en movilidad, pero manteniendo un número identificable con su negocio, diferente al de su línea personal.
Insistimos en que en nuestra SIM convivirán un número fijo y un móvil, recepcionando en el mismo dispositivos las llamadas que se realicen a ambos. Eso sí, cuando somos nosotros los que realizamos llamadas, es la línea móvil la que manda.
Presentar una opción tan especial como es la de reinventar el teléfono fijo y hacerlo sin tener que crear un producto elitista. De hecho es la opción más asequible que podemos encontrar entre todas aquellas que juegan con el concepto “fijo”: solo 14 euros al mes.
Nos llevamos llamadas gratuitas a fijos y móviles nacionales, no se cobra nada por la identificación de las llamadas, y es compatible con los sistemas de teleasistencia. En Yoigo pagas lo justo, los 14 euros, aquí no se cobra la cuota de línea.
Si ya tienes un número fijo que es muy importante para ti, por lo reconocible que es, puedes mantenerlo, o bien crear uno nuevo si así lo necesitas.
Lo dicho, el servicio se basa en una tarjeta SIM que podemos introducir en cualquier teléfono móvil libre. Nos abre las puertas a las comunicaciones de voz, aquí no hay datos.
Sabedores de que no todo el mundo tiene un teléfono sencillo con el que sacar partido de “el Fijo de Yoigo”, se ofrece la opción de elegir un dispositivo como el K1. Realmente es un teléfono móvil con apariencia de inalámbrico: botones de marcación más grandes y físicos, pantalla, soporte para colocarlo y cargarlo.
El precio del K1 es de 45 euros si lo elegimos sin permanencia, pero es posible conseguir gratis si lo asociamos con 24 meses de contrato.
Otra opción está en usar una caja de voz de Huawei (B311), que es un router con la SIM dentro y que proporciona el servicio de telefonía a los teléfonos fijos que ya están en casa. Es una forma de reutilizar lo que ya tenemos, cuando no necesitamos movilidad.
