¿Quién no ha soñado con hacer un viaje en el tiempo? Arreglar algún error del pasado, bailar en una disco de los 70 o lanzarse al futuro para dormir en un hotel espacial y comprarse un patinete aéreo como el de Marty McFly. Construir una máquina que lo haga posible sigue siendo uno de los grandes sueños de la humanidad en la era moderna.
La Tierra en el tiempo presente se nos queda pequeña y soñamos con vivir en los tiempos de Ragnar o junto a Diplodocus como en Jurassic World, de ahí que muchos científicos pasen gran parte de su vida estudiando esa posibilidad.
¿Cuáles son los fundamentos de los viajes en el tiempo?
¿En qué punto estamos ahora? ¿Existe realmente la posibilidad de poder viajar algún día a otra época? A continuación, te explicaremos las teorías más convincentes que hay actualmente sobre este asunto.
La novela "La máquina del tiempo" y H.G. Wells
Quizá no os suene, pero este señor publicó en 1895 una novela de ficción llamada La máquina del tiempo, introduciendo en la sociedad la temática de viajes en el tiempo y dando tan solo ligeros detalles de su aspecto para despertar la imaginación de los miles de científicos que vendrían después.
El libro que escribió H.G. Wells fue sin duda un adelanto en el tiempo.
¿Qué mecanismo podría esconderse tras aquel invento que en la ficción tenía partes de metal, cristal de roca y marfil? ¿Sería posible llevar a la realidad la fantasía del escritor?
Unos años después, un tipo llamado Albert Einstein empezó a darle una base científica a tal hipótesis con su teoría de la relatividad. Una teoría que fue confirmada un siglo más tarde, cuando se captaron ondas gravitatorias que provenían de choques entre agujeros negros a miles de millones de años luz.
A día de hoy, y hasta que se demuestre lo contrario, todavía entendemos el universo como un espacio de tres dimensiones espaciales: el ancho, la profundidad y la longitud.
Así es, las mismas tres dimensiones que usan los físicos más avanzados para estudiar las galaxias son las mismas que nosotros utilizamos para calcular si nos cabe la nevera en la cocina.
Pero Einstein planteó que estas tres dimensiones se relacionaban con el tiempo, una variable a la que llamó como cuarta dimensión.
Al introducir esa variable, y teniendo en cuenta que el tiempo como demostró su teoría es relativo (aunque lo compremos y vendamos a diario), la posibilidad de movernos en el tiempo como nos movemos en el espacio cobraba forma.
Agujeros de gusano a la carta
El bueno de Einstein planteó que ese espacio-tiempo podía doblarse, creando un pasillo interestelar entre dos puntos del universo que estén a años luz de distancia. No solo en el espacio, sino también en el tiempo, algo que conocemos como agujero de gusano.
¿Problema? La ciencia no puede explicar a día de hoy cómo se crean, lo que sí se sabe es que los agujeros de gusano pueden desaparecer en cualquier momento, desintegrando cualquier materia que se encuentre en su interior.
Por lo tanto, si en el futuro logramos comprender cómo se forman los agujeros de gusano y recreamos esas condiciones para producirlos a nuestro antojo, lograremos una forma de controlar el tiempo y que estén abiertos para no acabar hechos papillas, estaríamos ante una grandísima candidata a máquina del tiempo.
Hay que añadir a la improbabilidad del asunto que solo conocemos los agujeros de gusano como un fenómeno hipotético, aunque podría dejar de serlo.
Varios estudios científicos defienden la posibilidad de que los agujeros negros que sí hemos podido observar a través de telescopios sean en realidad agujeros de gusano. La materia que entrara en ellos no se destruiría, sino que viajaría a otro lugar o tiempo.
El láser circular de Ron Mallett
Ron Mallett, un profesor de física de la Universidad de Connecticut, está investigando cómo utilizar un conjunto de láseres para poder construir una máquina del tiempo.
De momento, ya cuenta con un artefacto de sobremesa que explica las bases de su teoría a pequeña escala. Según Mallett, los láseres se utilizarían para proyectar un círculo de luz que, con la suficiente potencia, agitaría su interior como una cucharilla agita una taza de café.
Dado que ese espacio deformado es en realidad un espacio-tiempo, la variable temporal también se vería distorsionada, permitiendo viajar al pasado.
Eso sí, para que el experimento de profesor Mallett se convierta en realidad se necesitaría una cantidad de energía inmensa, y es que utilizando los láseres que tenemos actualmente dicho anillo debería ser más ancho que el propio universo.
La máquina del tiempo todavía queda lejos, pero el propio Mallett tiene muy claro para qué la utilizaría. “Si pudiera construir una máquina del tiempo, podría volver al pasado y volver a ver a mi padre y tal vez salvarle la vida y cambiar todo”.
El padre del profesor murió cuando él tenía 10 años de un ataque al corazón, y un año más tarde cayó en sus manos el libro de La máquina del tiempo. Quizá sea casualidad, quizá no.
El modelo matemático de Ben Tippett
Mientras tanto, en la Universidad de British Columbia, el profesor de matemáticas y física Ben Tippet ha publicado un estudio afirmando que, matemáticamente, viajar a través del tiempo es posible.
Su modelo, como el de Mallett, también consistiría en crear una estructura circular, en este caso se habla de una especie de burbuja que, situada en un lugar con una fuerza gravitatoria enorme y a una velocidad superior a la velocidad de la luz (posible, según sus cálculos), nos permitiría ir hacia atrás en nuestra línea temporal.
El tiempo se ralentiza cerca de un agujero negro por su enorme gravedad, lo que respalda la teoría de Tippett y la idea de que podrían ser también agujeros de gusano.
Tippett, sin embargo, cree que viajar en el tiempo es muy poco probable, ya que requeriría una burbuja hecha de materia exótica, un material aún no descubierto. Esta materia sería un estado distinto a sólido, líquido o gas, posible solo en condiciones extremas, como las que podrían existir en otros rincones de la galaxia.
Aunque suena imposible, recordemos que hasta 1995 no se logró crear antimateria, así que el futuro podría sorprendernos. Y aun si se construyera la máquina, no sabríamos a dónde iríamos, cuánto tardaríamos ni si podríamos volver. Habría que investigar mucho más antes de intentarlo.
¿Qué tecnologías necesitaríamos para construir una máquina del tiempo?
Para crear una máquina del tiempo en la vida real, lo primero sería desarrollar una tecnología capaz de manipular el espacio-tiempo, algo que, según la física actual, solo sería posible con una fuente de energía descomunal como la fusión nuclear o incluso la energía del vacío cuántico.
Aún estamos lejos de lograrlo, pero se investiga en reactores como el ITER.
También sería necesario un material totalmente nuevo: la llamada materia exótica. Este tipo de materia tendría propiedades como masa negativa o energía negativa, y aunque aún no se ha descubierto, es clave para teorías que permiten viajar en el tiempo, como la de la “burbuja temporal” de Tippett.
Por último, harían falta sistemas de navegación y control increíblemente precisos, probablemente basados en computación cuántica, que permitan predecir rutas temporales y proteger al viajero de los efectos extremos del viaje. Además, se requeriría tecnología médica avanzada para evitar daños al cuerpo humano durante el proceso.
A corto y medio plazo la comunidad científica seguirá investigando acerca de este asunto y haciendo grandes avances, pero es en el largo plazo donde científicos como Mallett o Tippett podrían verdaderamente pasar a la historia. ¿Qué ofertas de fibra habrá entonces? ¿Y qué teléfonos? Si este blog sigue existiendo, tened por seguro que volveremos a 2025 para contároslo todo al detalle.