Quieres comprar un proyector digital, así que entras en Internet para ver cuál escoger y ahí empieza el horror. Las características de los modelos están repletas de siglas y datos que te suenan, como mínimo, a chino cerrado, así que acabas pasando del tema y quedándote con tu tele de siempre.
Por eso, nos hemos sacado el doctorado en proyectores digitales para explicarte lo importante de la forma más sencilla posible.
Dime cuánta luz tienes y te diré qué proyector necesitas
Lo principal es saber cuánta luz tienes en la sala en la que quieras colocar tu nuevo aparato. Para ello hay que seguir una sencilla regla: cuanta más luz entre, más lúmenes necesita el proyector.
Los lúmenes son a la luz como los kilos al peso, una unidad de medida para saber la cantidad lumínica que tiene el proyector. Así, si quieres disfrutar de él en una batcueva podrás tirar bien con 2.000 lúmenes mientras que, si vives en una pecera gigante, necesitarás por lo menos 6.000.
Cuando se trata de píxeles, mejor que sobre que no que falte
La resolución es en lo que más se suele fijar la gente y, la verdad, es que es clave. En este sentido, cuantos más píxeles, más nítida será la imagen. Para una calidad de imagen decente tienes dos opciones: el Full HD o el 4K.
El Full HD está muy bien, tiene 1920 x 1080 píxeles y te permite ver pelis en Blu-ray o jugar a tu videoconsola favorita con un realismo que hasta te sabrá mal matar a alguien en un shooter. Los puedes encontrar por menos de mil euros fácilmente, como este LG PF1000U.
Pero el 4K es el siguiente nivel. Cuenta con 3840 x 2160 píxelacos, prácticamente el doble que en Full HD. Lo malo es que, si no ves contenido en 4K, algo que no abunda precisamente, es como utilizar un Ferrari para pasear a la abuela. Además, todos pasan de los mil euros, como este Optoma UHD 40. Si quieres saber más sobre el 4K, te recomendamos este artículo.
Las imágenes, a tope de contraste
El contraste también es importante a la hora de escoger. Cuanto más contraste, más naturalidad en la imagen y unos colores más vivos.
¿Qué significa que un proyector tenga 70.000:1 de contraste? Pues que el punto más claro tiene 70.000 veces más claridad que el punto más oscuro. ¿Y eso importa? Pues un poco sí, porque no es lo mismo ver el traje negro de Batman con todo lujo de detalles, que verlo como si a su mayordomo Alfred se le hubiera desteñido en la lavadora.
En el mercado puedes encontrar contrastes de hasta 1.000.000:1, aunque también hay proyectores baratos que, pese a ser 4K, solo tienen 10.000:1 como el BenQ W1700.
Para escoger, toma distancia
Dicen que para ver las cosas con mayor claridad hay que tomar distancia y en el caso de los proyectores no podría ser más verdad. Lo cerca o lejos que puedas colocar tu megasofá depende de si el proyector es Full HD o 4K. Cuanta más resolución tenga, más cerca podrás estar.
Para un Full HD, la distancia mínima sale de multiplicar el ancho de la imagen por 1,5. O sea, que si te gusta que un plano de Will Smith ocupe 2 metracos en tu pared, tendrás que colocarte como mínimo a tres metros para no ver píxeles del tamaño de canicas, mientras que para un proyector con 4K, bastaría con situarse a 2 metros para apreciar su cutis perfecto.
¿Mucho ruido? Lo utilizarás pocas veces
Este es un aspecto que no se suele tener en cuenta pero un proyector, además de entrar por los ojos, también debe entrar por las orejas o, al menos, no molestarlas.
Lo ideal es que no tuviera más de 30 decibelios porque, a no ser que estés viendo una peli de acción, a nadie le apetece que un ruido de motor le estropee una escena emotiva. Para ello hay que tener en cuenta que cuanta más luz, más ruido, así que no hagas como tu madre con las lentejas, escoge la ración de lúmenes que necesitas en lugar de ponerte más por si acaso.
Y, aunque busques en un proyector lo que detestas en un baño, es decir, que sea pequeñito y portátil, has de saber que, cuanto más grande sea el aparato, menos ruidoso será.
Ahora ya tienes suficientes datos como para poder ir a una tienda de enteradillo y que no te la cuelen con un proyector tostadora. Y, con lo que te ahorras teniendo Sky gratis hasta enero, puedes ir a por un auténtico pepino sin miedo al sablazo.