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A poco que nos gusten los cómics, del género y el tipo de dibujo que sean, alguna vez lo habremos pensado: ojalá saber dibujarlos. Los libros son geniales, pero las historias de las novelas gráficas nos aportan además toda la carga emocional de poder sentir a los personajes. Hay viñetas, e incluso historias enteras, que son auténticas obras maestras. Hacer sentir a través del dibujo no es sencillo, pero tampoco es imposible, así que si es uno de tus viejos anhelos estás de enhorabuena. Hoy te traemos unos consejos básicos para que empieces tu andadura con el lápiz y la goma. Aprende a dibujar cómic paso a paso, pero empieza por el principio.
Si buscamos expresar sentimientos, nada mejor que comenzar con dos de los elementos en los que más nos fijamos cuando ejercemos de lectores. La cara y los ojos, además de la posición del cuerpo, son dos de los detalles más importantes en un personaje. Por su expresión sabemos si está triste o feliz; asustado o sorprendido; encantado o contrariado. Así pues, ¿qué os parece si os damos unos consejos para que empezar a dibujar cómic desde cero resulte más fácil? ¡Vais a alucinar con vuestras primeras creaciones!
Cuando los niños más pequeños empiezan a dibujar un personaje, no pasan del clásico ‘monigote’. Hablamos de ese típico muñeco formado por un círculo como cabeza y unos palos que representan tanto el torso como las extremidades. Sí, hay que afinarlo mucho, pero te sorprenderá saber que el dibujo de una cara de cómic nace precisamente a partir de esa circunferencia.
Dibujando ese círculo ya podemos saber por dónde irán los tiros. Cuál será el tamaño de nuestra cara, cuál el del cuerpo en función de la proporción que queramos darle… todo dependerá del tipo de personaje, y del tipo de género que estemos dibujando, desde luego. Una vez tengamos el círculo, en el que irán los ojos, las cejas y la nariz, podremos plantear el resto del diseño, pero vayamos paso a paso.
Y voilá, ¡ya hemos aprendido a dibujar nuestra cara de cómic!
Aunque las manos suelen dar algo más de guerra a los principiantes, lo cierto es que deberíamos centrar nuestros esfuerzos en los ojos. Son los que marcan la diferencia entre un dibujo trabajado y uno hecho a la ligera. En ellos reside gran parte de la expresividad de nuestra creación final, de ahí la importancia de saber dibujar ojos con corrección. Y no, no hablamos solo de que tengan que tener todas sus partes. Hay que saber dotarlos de vida, de sensibilidad, y aunque suene muy serio la verdad es que no es tan complicado, ¡así que atiende!
Practica, que ya verás la barbaridad que avanzas casi sin darte cuenta.
Aunque ya tengamos dominado lo más complicado, lo cierto es que saber dibujar personajes no es lo primero a la hora de dibujar un cómic. Lo primero es decidir cómo van a ir distribuidas las viñetas en las distintas páginas, ¡de eso depende todo el diseño de nuestro dibujo! Esto también dependerá del tipo de cómic que estemos dibujando. Por ejemplo, en un cómic europeo (Tintín, Astérix y Obélix, Mortadelo y Filemón…) caben más viñetas que en uno americano (Marvel DC Cómics…). Eso sí, el orden de lectura es exactamente el mismo: de arriba a abajo y de izquierda a derecha. El manga, sin embargo, tiene menos viñetas y, aunque también se lee de arriba a abajo, se hace de derecha a izquierda; cosas del lenguaje. Aquí te dejamos un link en el que aprenderás a dibujar manga paso a paso.
En función de esto, podemos estructurar nuestra página de una forma u otra. Eso sí, olvidaos de las clásicas páginas con 8 viñetas todas iguales. La cosa ha evolucionado una barbaridad y ahora hay mil maneras de aportar más dinamismo desde el propio diseño de la página.
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