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Este 8M reivindicamos el Día de la Mujer como una lucha que no puede permitirse descansar: se trata de conseguir la igualdad a todos los niveles, también en la búsqueda de una publicidad sin estereotipos de género, algo que a simple vista parece inofensivo, pero que hace mella y que, simplemente, no tiene por qué existir.
Si desde que cumpliste 30 te persiguen los anuncios de tests de embarazo, desde que fuiste madre solo te aparecen recomendaciones de pañales, cuando se acerca el verano te atacan las promociones de depilación y a partir de los 40 vives rodeada de publicidad sobre cremas antiedad, ¡enhorabuena, eres mujer y hoy es tu día!
Resulta que nos pasa a todas. Y no, no es tu culpa por el hecho de que hayas buscado tal o cual cosa en Internet hace semanas. Es culpa de una industria publicitaria propia de una sociedad en la que todavía tenemos demasiado que aprender; una industria publicitaria que tiende a pensar que representa correctamente a la mujer a través de una serie de roles sociales que poco o nada tienen que ver con el día a día de muchas.
Será nuestro primer 8M en pandemia y con el lastre de que el anterior ha sido muy polémico en el contexto sanitario.
Como la prudencia nunca puede ser equivalente a cohibirnos o someternos en la lucha por algo tan indiscutible como lo es el hecho de que todxs seamos iguales, pero iguales de verdad.
"F**k you, algorithm!" es una manera de manifestarnos sin salir de casa, participando activamente y dándote herramientas para que también actúes tú, en la búsqueda de esa igualdad que nos corresponde por derecho a todos los seres humanos.
Eh, que nosotros somos los primeros que nos anunciamos en Internet y, como soporte, no es malo en sí, ya que ofrece al anunciante la posibilidad de llegar a más personas y a las personas la posibilidad de ver anuncios en el mismo ámbito en el que pueden consultar reseñas y opiniones, comparar precios y comprar sin moverse de casa.
Lo que no está bien es pretender que las personas, con sus historias individuales, su realidad y sus sentimientos, caben a capón en un algoritmo inventado por la industria. Algo que las mujeres sufrimos especialmente.
Esta es la razón por la que varios estudios (disponibles en Internet, si te pica la curiosidad, googlea y te saldrán enseguida) dicen que la mayoría de las mujeres no se ve reflejada en la publicidad digital, que la comunicación online es mucho menos efectiva en mujeres que en hombres y que las redes sociales son potencialmente dañinas a nivel psicológico. Poca broma.
Nos centramos en la realidad de las mujeres por ser el Día de la Mujer y porque es un total y absoluto canteo. Pero, si nos ponemos a pensar, un algoritmo prejuicioso nos hace daño a todas y todos. A las mujeres, a los hombres y a las personas de género fluido. También a los que se ven perseguidos por estereotipos que no sean necesariamente de género.
Aunque en principio esto parezca tirar piedras contra nuestro propio tejado, somos conscientes de que si aparcamos los prejuicios, ganamos todxs.
Así que no nos importa si a partir de hoy segmentar nuestras campañas se nos hace un poquito más complicado, por aquello de tener que desaprender para aprender. Si la complicación viene del hecho de que avancemos como sociedad, ¡bienvenida sea!
Dicho esto, te vamos a dar unos tips muy fáciles para que tú también pongas en marcha el "F**k you, algoritm!" hoy, mañana y cuando te dé la gana:
Los anuncios suelen tener una X para cerrarlos y, al pulsarla o en un icono junto a ella, un menú que te permite dar feedback explicando por qué lo cierras. Aprovecha este recurso pidiendo que no te vuelvan a mostrar anuncios que no te interesen.
Tendrá efecto inmediato para ti y ayudará al resto, ya que así la red de anunciantes recibe la información de que su segmentación no es todo lo perfecta que pensaban y esto les obligará a plantearse una revisión profunda de las reglas que rigen sus algoritmos.
Otra arma más potente que un chupito de Tabasco es el simple hecho de realizar búsquedas aleatorias. Te tomará pocos segundos y es posible que te empiecen a perseguir esas cosas (volver al punto anterior para subsanar esto).
Valga decir que puedes buscar cosas que te interesen de verdad, ¡faltaría más! Pero también otras un poco más... inusuales, tipo estas...
Esto también ayuda a educar a los artífices de estos algoritmos, dejándoles claro que tus búsquedas no te definen y que, si lo hicieran, entonces se tienen que ir un buen rato al rincón de pensar y darse cuenta de que te pueden gustar muchas cosas que no entran dentro del concepto que se tiene de ti.
Ahora desde el lado luminoso de la fuerza, otra gran herramienta que está en tu mano en Internet es la aprobación.
Si cada vez que te aparece un anuncio, un vídeo, un artículo o cualquier elemento que te gusta, le das a "Me Gusta", comentas o compartes, la plataforma que sea irá aprendiendo un poco más sobre ti y sobre aquellas cosas que te interesa ver en Internet.
