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El 22 de marzo se celebró el Día Mundial del Agua. Un momento ideal en el año para pararnos a pensar y valorar lo importante que es este elemento para nuestras vidas y para el planeta: el agua dulce es nuestro oro líquido.
El planeta Tierra está compuesto por un 71% de agua, pero eso no implica que el líquido elemento esté disponible de forma fácil para nuestro consumo: sólo el 1% está al alcance del ser humano. Es un un bien más preciado de lo que se tiene en mente y hay que aprender a aprovecharlo con cabeza.
Llevándolo al terreno personal, a cada casa, es muy positivo que creemos un entorno más controlado, que encontremos gadgets y soluciones que nos ayuden a reducir consumos: por el ahorro económico y por la sostenibilidad ambiental. En este artículo os vamos a presentar algunas ideas, además de contaros con más detalle qué se pretende con este día:
Se trata de una celebración anual promovida por las Naciones Unidas desde 1993, que se centra en la importancia del agua dulce. Pretende dar a conocer que hay 2.200 millones de personas que siguen viviendo sin acceso a agua potable.
También es su misión buscar medidas que palien esta crisis, con un objetivo o meta marcada en el calendario: agua y saneamiento para cada ser humano en el planeta en 2030.
Todas las medidas hídricas y de saneamiento que consigamos imponer son clave para la reducción de la pobreza, para hacer que la economía crezca y mejorar la sostenibilidad ambiental.
Este año el Día Mundial del Agua ha tenido como tema o campaña la relación del líquido elemento con el cambio climático, cómo están vinculados. Quieren concienciar con tres puntos que nuestro uso responsable puede ayudar en inundaciones y sequías, también a combatir la contaminación:
Si tienes curiosidad por conocer cuál es el porcentaje de agua potable en tu país, su calidad y la población que tiene acceso a los servicios de saneamiento, echa un vistazo a esta herramienta web.
Más allá de los gadgets que os podamos presentar para ahorrar de forma eficiente el agua, lo esencial es que estemos concienciados y realicemos simples cambios en nuestros comportamientos para conseguir gastar menos. A continuación os vamos a enseñar artículos bastante extendidos, algunos más modernos y otros que están todavía por aparecer:
Los difusores de agua son una medida muy efectiva en los grifos, pero existe uno muy especial que además nos informa en cada momento de los litros que estamos gastando. Se llama BwareIT y cuenta con una pantalla en la que representa los litros de agua y la temperatura a la que sale. El gadget está además conectado a nuestro dispositivo móvil a través de una aplicación en la que podemos controla de una forma más global nuestro gasto.
No hace falta realizar la inversión anterior para conseguir ahorrar algo de agua en cada grifo, para eso están los aireadores de toda la vida. La física de fluidos llega para ayudarnos a gastar menos agua y energía, con elementos como perlizadores, aireadores o atomizadores.
En resumidas cuentas lo que se hace es reducir el caudal de agua al mezclarlo con aire a presión, reduciendo de forma considerable el gasto, sobre todo si lo vemos a largo plazo.
Waterpebble es una pequeña pastilla que se coloca en la superficie de ducha para detectar la cantidad de agua que por allí está fluyendo. Cuenta con un LED de tres colores que nos indica si estamos excediendo el tiempo y malgastando más agua de la que es necesaria.
El dispositivo va ajustando sesión a sesión nuestra cantidad de agua hasta llegar a reducir el tiempo medio de ducha por debajo de los seis minutos.
Oasense es un cabezal de ducha que se activa mediante un detector de presencia, utilizando tecnología patentada para la ocasión. Su instalación es sencilla y requiere de cuatro pilas para funcionar. Sale a la venta en verano de este año.
Hydrao es similar a la anterior, pero un punto más completa ya que la alcachofa te dice cuánta agua estás gastando mediante colores: color verde o azul es muy poca agua, violeta es bastante más y rojo es demasiado. Es algo configurable mediante una aplicación.
Con el tamaño de un cartón de leche, AquaReturn es un dispositivo que se instala fácilmente y nos permitirá ahorrar agua y energía. Lo que hace es evitar el despilfarro de agua mientras se pone caliente.
AquaReturn no deja salir el agua hasta que no llegue a estar a 35 grados. Con esto se puede conseguir ahorrar 22 litros por persona al día.
No toda el agua es para nosotros, las plantas en casa también se llevan buena parte del suministro. Blossom es un dispositivo con un conjunto de salidas de agua que se activan cuando lo programes, desde una aplicación. En definitiva Blossom ofrece un sistema de riego inteligente a nivel de hogar.
Malgastamos mucha agua mientras buscamos la temperatura adecuada, se estima que unos ocho litros se pierden cuando tratamos de ajustar el nivel ideal para nuestro cuerpo. Un grifo termostático puede ser una buena solución.
Estos grifos permiten fijar una temperatura antes de abrir el paso, con tecnologías que consiguen que solo se pierdan dos litros hasta llegar a la temperatura deseada. Existen algunos modelos con tecnología eco-stop que permiten detener el flujo y restablecerlo con la misma temperatura.
Son cisternas que afortunadamente encontramos en muchos lugares, cuentan con dos botones diferentes que permiten elegir dos niveles de descarga según las necesidades: completo (de 4 a 6 litros) o una parte (3 litros). Se puede llegar a ahorrar 4.000 litros al año.
W+W es un inodoro que reutiliza el agua que se usa en el lavabo, con ella se llena la cisterna. Cuenta con un sistema de limpieza automático para evitar malos olores y filtros que eliminan las bacterias del agua.
Además de presentar un diseño funcionar y moderno, su uso permite ahorrar agua reduciendo su consumo en un 25%. Innovación y tecnología se combinan en beneficio del avance sostenible.
Nebia apareció en Kickstarter con un éxito rotundo, su atractivo estaba en presentar un sistema que fracciona el agua en millones de pequeñas gotas que se esparcen en el aire. Caen en tu cuerpo con un efecto atomizador que consigue cubrir una mayor superficie con una cantidad de agua mucho menor.
Imágenes | ONU/Tobin Jones
