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La comunidad techie está de enhorabuena: tras décadas de avances tecnológicos revolucionarios, por fin tenemos móviles desde los que poder disfrutar de un buen surtido de series sin renunciar a la mejor calidad. Ya puedes darte el gustazo de vibrar con el final de Westworld mientras vas en el tren camino al trabajo, o flipar con las paranoias de Black Mirror tumbado en la cama, aunque luego sea difícil que puedas pegar ojo.
Pero claro, ahora que tenemos el cómo, nos falta el qué. Por suerte, os proponemos una lista de series tecnológicas para hacer el maridaje techie perfecto con vuestro móvil.
¿Qué es eso que tienes en el cogote? En esta serie de ciencia ficción, los humanos llevan un disco duro en la nuca desde el que pueden descargarse, copiar, subir y transferir versiones de sí mismos. Porque, si ahora tenemos ordenadores que caben en la palma de nuestra mano, en el futuro por lo menos habría que esperar que nuestra identidad también sea portátil y que sobreviva más allá de nuestro cuerpo.
Takeshi Kovacs, un exmilitar, despierta en el cuerpo de Elias Ryker 250 años después de su asesinato. Kovacs investigará el presunto suicidio de un poderoso aristócrata que ahora vive en otro cuerpo y está seguro que él no se mató, sino que lo asesinaron. Y hasta aquí podemos leer. Así que ya puedes dejar el gimnasio porque, en el futuro, si no te gusta tu cuerpo, podrás comprarte otro.
Esta es la historia de un teclado y una capucha negra muy inquieta. Elliot, el protagonista, está como una regadera, porque lo de trabajar en ciberseguridad puede estropear la cabeza a cualquiera. Depresión, fobia social, delirios, drogadicción; pero en realidad es un buen tipo (¿o sólo lo parece?).
Elliot, un white-hat hacker que usa sus artes del hackeo para hacer cosas buenas
Él es de los buenos, un white-hat hacker, de los que usa sus artes del hackeo para hacer cosas buenas. Y esta cosa buena, aquí, será “poner en hacker” a la empresa más grande y malvada para eliminar la deuda de sus ciudadanos. Con este noble propósito, la serie es un desfile de todos los asuntos tecnológicos que mueven nuestro mundo: desde el impacto de las cibermonedas hasta la ética del hacker.
¿No os pasa viendo cómo nuestro ordenador es casi más listo que nosotros mismos, que os preguntáis cómo hemos sido capaces de llegar hasta aquí? Por suerte, mientras sigamos fabricándolos con el botón de apagado, podemos estar a salvo.
Halt and Catch Fire es la serie ideal para entender la revolución tecnológica de los últimos 30 años. La serie empieza con lo que podría ser una historia muy real: cómo Compaq copió el primer ordenador IBM. Esto nunca ocurrió, pero sabemos que los saqueos de ideas entre compañías tech estaban a la orden del día. Por suerte ya no se saquean ideas, ahora se “inspiran” en ellas.
Dos tramas conviven en Halt and Catch Fire: por un lado, la cascada de innovaciones tecnológicas del PC y, por otro, las vidas de unos personajes que han hecho que la serie no se perciba como una “frikada”, sino como una de las grandes series de los últimos tiempos.
Nos parece que no se habla lo suficiente de esta pedazo de serie que comenzó hace ya diez años, pero dejó entre sus fans un gran sabor de boca. En la historia se cuentan las peripecias de una división secreta del FBI encargada de investigar fenómenos inexplicables con métodos científicos experimentales. Un tono a lo Expediente X, pero con una trama horizontal que va cada vez a más y te llevará a inventarte cualquier excusa para no salir de casa.
Si te fascinan los temas relacionados con los universos paralelos y los límites de la ciencia, te enamorarás enseguida de esta serie. A destacar Walter Bishop, uno de los protagonistas que responde al perfil de científico loco con un punto entrañable. También es memorable el papel de los observers, unos humanos evolucionados y calvos que pueden viajar a través del tiempo y el espacio pero no pueden vestir ropa informal, siempre van de traje y corbata. Una joyita con el sello de calidad de J.J. Abrams.
Después de 4 temporadas dejándonos con la sangre helada, a Black Mirror no le hace falta mucha presentación. Sus capítulos independientes son perfectos para los que odian las tramas que los mantienen encadenados semana a semana frente al sofá.
El cambio de productora, de la británica Channel 4 a Netflix, se ha notado bastante y sus fans más radicales dicen que los mensajes sobre todo aquello que estamos haciendo mal y nos pasará factura en el futuro se han suavizado muchísimo. Sea como sea, es uno de los imprescindibles para reflexionar sobre el mundo en el que vivimos y meterle miedo a tu hijo si pasa muchas horas en Instagram.
Y para dejarnos ya de tanta serie seria, nada mejor que revisitar una obra de culto, precursora de títulos tan míticos como The Big Bang Theory. En esta serie juvenil de instituto americano, por fin los protagonistas dejan de ser las animadoras y capitanes de fútbol para dirigir el foco a los bichos raros y fans de Star Wars, freaks y geeks. Porque sí, los geeks ya existían en los 80, mucho tiempo antes de que nos volviéramos smartphonesapiens.
Merece la pena su tono profundo a la vez que divertido, además de la posibilidad de ver en acción a un jovencito James Franco antes de que le picara la famosa araña, o al mítico Jason Segel de How I Met Your Mother haciendo de las suyas.
Así que ya sabes, deja de jugar al Candy Crush un poquito, que se te van a acabar los niveles, y lleva la mejor ficción techie en tu bolsillo. “¿Y los datos?”, te estarás preguntando. Que sí, que ya sabemos que los vídeos chupan lo suyo, ¿pero de verdad te proponemos estas pedazo de series y tú solo estás pensando en los gigas que vas a gastar? Va, no te preocupes: los gigas los ponemos nosotros.
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