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Puede que hayas oído hablar de la llamada 'comida real', un concepto alimenticio nuevo, y no sepas muy bien qué es. Para los expertos, hablar de este tema es hablar de realfooding, una tendencia que cada vez se impone más entre quienes quieren llevar una vida sana. Se trata de un estilo de vida saludable que elimina de la dieta habitual los alimentos ultraprocesados y da el protagonismo a esa 'comida real', conociendo muy bien qué es lo que se come.
El realfooding se ha convertido casi en un movimiento social de lucha activa contra las industrias alimentarias que aplican procesos tecnológicos sobre los alimentos.
Quienes ya se han apuntado a esta tendencia comparten sus recetas sanas a través de redes sociales (lo habrás visto en el hashtag #realfood) e incluso aplicaciones móviles para ayudar a otras personas a incluir en su menú platos con alimentos frescos y que conservan sus nutrientes.
Parece que no hay nada nuevo bajo el sol en esta moda, pero su seguimiento está siendo masivo.
Todas esas personas que se han unido al movimiento común de eliminar en la medida de lo posible de sus dietas los alimentos ultraprocesados se hacen llamar realfooders.
Estas personas no 'se ponen a régimen', simplemente, aprenden a alimentarse de 'comida real'. Su objetivo no es perder peso, sino comer sano.
¿Se eliminan este tipo de alimentos al cien por cien? En principio, sí, siempre y cuando sea posible. Los realfooders se permiten algunas excepciones cuando, por ejemplo, salen a comer fuera o a casa de alguien y no hay una alternativa a esos productos ultraprocesados. Pero esto debe ser algo excepcional.
El realfooding surgió en España hace unos años de la mano de Carlos Ríos, un nutricionista andaluz que, desde las redes sociales, ha logrado captar a miles de 'adeptos' a esta tendencia.
Este joven nacido en 1991 ha conseguido que le sigan muchos realfooders tan sólo creando conciencia de lo que comemos a través de las redes sociales. Su éxito ha sido tal que ha terminado lanzando un libro, una página web, una aplicación y un centro especializado con profesionales que te ayudan a mejorar tus hábitos alimenticios de forma personalizada.
Para este nutricionista, tener conocimiento de lo que comemos es esencial para apartarse de los ultraprocesados y luchar contra ‘el lado oscuro’ de la industria alimentaria.
Ríos llama 'salir de Matrix' a convertirse en un realfooder porque es como empezar a conocer la verdad sobre lo que comemos.
Este estilo de vida propone basar el 90% de nuestra alimentación en 'comida real' y un mínimo porcentaje de ultraprocesados para, como te hemos dicho antes, sólo ocasiones puntuales. ¿Por qué? ¿Qué puede aportarnos este tipo de alimentación?
Ciertamente, los azúcares son uno de esos elementos casi prohibidos para los realfooders, que dividen los alimentos en tres grupos principales:
Son alimentos que no han perdido sus propiedades naturales y que han sido procesados mínimamente. En este grupo se incluyen:
Son alimentos que han sido tratados para que duren o mejoren su sabor pero sin afectar a su calidad. Algunos ejemplos son:
Son alimentos que tienen cinco o más ingredientes y que han pasado por diferentes procesos industriales, añadiendo ingredientes como conservantes o edulcorantes. Algunos ejemplos de este grupo son:
Como ya te hemos contado, el movimiento realfooding nació en España de la mano de Carlos Ríos, que fue pionero a la hora de crear una aplicación en la que los realfooders pudieran compartir sus recetas pero después han sido muchas más las que han seguido su ejemplo.
Es una aplicación gratuita, compatible con iOS y Android, en la que hay que registrarse con un correo electrónico.
Al escanear la comida, la app te dice si es un alimento bueno o malo, te da información nutricional (grasas, calorías, azúcares, carbohidratos...) y te propone una alternativa más sana a ese producto.
También funciona con vocación comunitaria, para que los usuarios compartan recetas, hablen de comida y estilo de vida, etc. E incluso puedes unirte a grupos que organizan quedadas para hacer deporte o compartir consejos alimentarios con otros realfooders. Y hasta seguir los perfiles de Instagram de personas que se han sumado a este estilo de vida.
Aunque ésta es la app más conocida, existen otras similares en las que los realfooders pueden intercambiar impresiones, colaborar en sus hábitos alimenticios, mejorar su estilo de vida y recibir y proporcionar información útil para acceder a comida real que desconocen o que no saben dónde adquirir con todas las garantías. Las dos más conocidas son las siguientes:
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