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No es un milagro, sino tecnología. Estamos ante un exoesqueleto controlado por la mente del paciente, un francés de 28 años que quedó paralizado de hombros para abajo por culpa de un accidente. La última tecnología al servicio de la medicina.
Thimbault, que así se llama el chico, ha dado su primer paseo dentro de las instalaciones del Clinatec laboratory de Grenoble. Una caminata asistida de exactamente 480 pasos. Unos pasos que han resultado como una vuelta a los comienzos, a volver a aprender a andar.
Los investigadores del centro francés han creado un “exoesqueleto protésico” que permite a una persona tetrapléjica controlar tanto sus brazos como sus piernas. Es la primera vez que nos encontramos con un desarrollo de estas características, y la verdad, este tipo de cosas es mucho mejor comprobarlas en movimiento:
La mayor innovación de este desarrollo no está en el exoesqueleto mecánico en sí, está en el implante capaz de registrar la actividad cerebral del paciente y transmitirla de forma inalámbrica. Este artefacto de ciencia ficción recibe el nombre de Wimagine.
Creado por el Instituto de Investigación de CEA (Atomic Energy Commission), son necesarias dos unidades para hacer funcionar el sistema. Las dos van alojadas en la superficie del cerebro, una de ellas se coloca en la zona derecha y otra en la izquierda. Cuentan con sensores intradérmicos capaces de leer la corteza sensoriomotora.
La siguiente fase complicada pasa por leer esa actividad neuronal y mediante algoritmos transformarla en comandos físicos, reconocibles por los elementos que componen el exoesqueleto.
Nos cuentan que el paciente ha estado entrenando mucho tiempo antes de introducirse en el valioso traje, lo ha hecho delante de un ordenador, en una especie de videojuego. El cerebro todavía es capaz de generar comandos que moverían las extremidades, ellos están mediando para conseguir mover al exoesqueleto.
Una cosa quieren dejar clara, no quieren convertir a un hombre en una máquina, sino resolver problemas médicos; como dice el responsable del proyecto, Alim Louis Benabid: estamos hablando de hombre reparado, no de un hombre aumentado".
El desarrollo del equipo francés apunta a sistemas que se puedan controlar con la mente, para dar libertad a las personas que se encuentran impedidas, un buen caso podría ser la actividad en una sillas de ruedas. No os perdáis el caso inspirador de Teresa:
Exoesqueleto es un término realmente asociado a la naturaleza, es el esqueleto externo que recubre, protege y soporta el cuerpo de un animal. Pero nosotros estamos hablando de los exoesqueletos mecánicos o robóticos, cada vez más utilizados para propósitos médicos, también militares y que en muy poco tiempo serán una herramienta habitual para ayudarnos con las cargas.
Una buena prueba de ello la tenemos en los próximos Juegos Olímpicos, donde Panasonic se va a llevar toda una hornada de “trajes” para que los trabajadores del evento puedan realizar trabajos con grandes cargas sin hacerse daño.
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