A día de hoy las plataformas y las aplicaciones para ligar están experimentando un gran auge. Además, se da el caso de que muchas parejas mantienen una relación analógica y real, pero también digital a través de aplicaciones de comunicación. Este contexto, sumado a los estudios psicológicos de los comportamientos de las parejas, ha dado lugar a la creación de términos como el gaslighting.
La explicación que expone qué es gaslighting es la de patrón de abuso emocional. Cuando se genera este patrón, la víctima es manipulada de tal forma que llega a cuestionar su propia percepción de las cosas. Incluso hay casos en los que la persona llega a tal estado que termina dudando de su juicio o de su memoria.
Normalmente, el gaslighting se da en la pareja y la consecuencia que tiene es que la persona se siente depresiva y confundida. Incluso hay momentos en los que puede vivir episodios de ansiedad. Actualmente cabe destacar que existen otros patrones de abuso como el ghosting y que también tienen consecuencias devastadoras para las víctimas.
En estos momentos términos como el gaslighting son conocidos por adolescentes, jóvenes y adultos. El origen de este concepto se sitúa en una película de Hollywood llamada “Gaslight”. Durante la trama se ve como un hombre manipula a su esposa para que ella piense que ha perdido la razón y que ha llegado a un estado de locura. Mientras esto sucede, ese hombre aprovecha para robar la fortuna de su mujer.
¿Cómo saber si es "Gaslighting"?
Toda víctima de abuso psicológico presenta una serie de síntomas que a veces no puede detectar ella misma, pero que sí pueden reconocer las personas de su entorno. Estos son los rasgos que definen qué es el gaslighting en la pareja y que ayudan a identificarlo.
- Dudar sobre la capacidad para recordar cosas: una persona que es manipulada recibe mensajes de su pareja en los que se le indica que recuerda cosas que no han ocurrido. Como consecuencia, la víctima se cuestiona sus propias vivencias.
- Cuestionar el raciocinio propio: una víctima de gaslighting duda su propio criterio y busca la aprobación y el reconocimiento de los demás. La persona deja de tener seguridad en sí misma hasta el punto que no cree en lo que escucha y en lo que ve.
- Sensación profunda de tener un problema psicológico: en ocasiones la víctima de este abuso piensa que tiene problemas emocionales que arrastra desde atrás y que le suponen un lastre en la actualidad.
- Una autoestima baja: es muy común que las víctimas de abusos emocionales sientan que no sirven para nada o que tienen un valor muy bajo. Esto les hace sentirse mal consigo mismas e incluso tener miedo a estar solas.
Otros síntomas habituales se centran en las actitudes de la víctima que comienza a mentir a su pareja y a su entorno para evitar conflictos, le cuesta tomar decisiones por muy simples que sean, o duda de su valía como pareja, amiga o familiar.